El cuñado de Brito hereda el millonario negocio del Banco Macro: prestarles sin riesgo y a tasas altísimas a empleados públicos de Tucumán, Salta y Jujuy

Domingo 22 de Noviembre de 2020, 13:40

Ezequiel Carballo



Ezequiel Carballo seguramente sucederá en la presidencia del Banco Macro a su fallecido cuñado Jorge Brito, fallecido el viernes en un accidente aéreo. Carballo ocupa hoy la vicepresidencia, pero podría decirse que ese escalafón es una mera formalidad. Brito tenía el 17,37% de las acciones y el 19,37% de los votos. Carballo tiene el 17,47% de las acciones y el 19,19% de los votos. Como se ve, un equilibrio prácticamente total.

Con Brito a su lado, Carballo en los hechos tiene hace rato la conducción diaria y estratégica del banco. Y lo hace desde su lugar preferido dentro de la entidad: la mesa de dinero.

Carballo es respetadísimo por sus colegas del mercado financiero, al punto de que muchos lo consideran, sin un dejo de envidia y sí con algo de admiración, un “primus inter pares” de los dueños de la city.

La paridad entre Brito y Carballo era completa dentro del banco. No había un reparto de poder, se lo compartía. Pero si había reparto de funciones: Brito era a esta altura tanto banquero como político. Carballo, todo lo contrario: bajísimo perfil público, pero se volcaba las 24 horas del día al negocio financiero.

Abogado de profesión y muy estudioso de las regulaciones y de la estrategia de sus competidores del sistema financiero, a Carballo se le reconoce agilidad en las mesas de dinero. “Con Brito formaban la dupla ideal. Uno, Brito, era el audaz, el que tomaba riesgos y jugaba fuerte. Ezequiel el que se dedicaba a investigar tendencias en los mercados, a buscar los intersticios de las regulaciones para ganar dinero” señaló otro banquero.

Las horas invertidas en la mesa de dinero le permitieron ganar mucha plata. A Carballo y al Macro, desde ya.

La división de tareas fue decisiva para el crecimiento del banco. Brito tejió relaciones con la política al más alto nivel, sobre todo con gobernadores, y eso fue crucial. A partir del proceso de concentración del sector financiero y de la privatización de las bancas provinciales, el Macro pudo avanzar sobre la banca pública de Tucumán, Misiones, Salta y Jujuy.

Este es el cronograma de pagos de IFE del Banco Macro - Telefe Tucumán

Brito era el as para negociar las compras, Carballo el cerebro que trabajaba en silencio para que esas absorciones no colisionaran con la “cultura” del Macro y la digestión de las nuevas incorporaciones resultara armoniosa.

Pero no solo era una cuestión de ensamble de piezas. El negocio de la banca provincial le dio combustible al Macro para crecer a pasos agigantados. Entre las varias explicaciones de ese proceso, una fundamental: el Macro heredó las funciones de “administrador financiero” de las provincias en las que desembarcó. En otras palabras, el Macro manejaba la plata de las provincias.

Y algo no menor. Por el banco pasa el dinero de los sueldos de los empleados públicos provinciales. Ocurre que como agente financiero, el banco tiene a su disposición la nómina de empleados públicos, las cuentas sueldo y, sobre todo, la línea directa con cada empleado para ofrecerle un préstamo (personal, prendario, hipotecario cuando son viables), una tarjeta de crédito...

La particularidad de estos créditos es que se otorgan con el preciado “código de descuento”: el banco se cobra la cuota antes de que el salario mensual llegue a la cuenta del empleado. Cero riesgo de incobrabilidad. Por eso mismo, las previsiones que tiene que hacer son bajísimas. El sueño de un banquero. Obtener plata a tasa cero para prestarla a una buena tasa de interés.

Nadie más que el Macro tiene el código de descuento en las provincias donde opera como agente financiero, publica Clarín.

Caminando a la par de Brito en el mundo de los negocios desde 1978, Carballo también es accionista de las varias empresas que fueron creando a lo largo de los años, en inversiones agropecuarias, inmobiliarias y energéticas.

Si bien el Macro abrió su capital y sus acciones cotizan acá y en Wall Street, el banco no perdió su impronta familiar y  la presencia de los apellidos Brito y Carballo se continúa en el directorio con hijos de ambos: Jorge Pablo y Constanza (hijos de Jorge Brito) se sientan junto a Delfín Federico Ezequiel (hijo de Carballo).

Ahora el timón de la nave insignia quedará en las manos de Carballo, aunque en la mesa chica seguirán compartiendo el poder los apellidos fundadores: Brito y Carballo.