Un abogado quiso ingresar en el país con 190 frascos con popper

Jueves 21 de Enero de 2021, 18:30

El popper es conocida como la droga del amor



A. C. C., un abogado argentino que vive en España, llegó al país desde Madrid en vuelo de Iberia que aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza el 15 de octubre último. Eran las 10.15 de ese día cuando su equipaje pasó los escáneres y el personal aduanero descubrió "pequeños frascos" dentro de sus valijas. Eran 190 envases de vidrio que contenían un líquido. Ante la sospecha de que el contenido podía ser material estupefaciente y ante una consulta a Diego Amarante, juez en lo penal económico de turno, se decidió secuestrarlos. Un día después, un peritaje hecho por la Prefectura Naval, determinó que lo que el letrado había traído al país era popper, la denominada droga del amor.

Después de estar dos meses prófugo, el 27 de diciembre pasado, el abogado fue procesado con prisión preventiva por el delito de contrabando de estupefacientes con fines de comercialización, delito que tiene prevista una pena máxima de 12 años de prisión. La decisión del juez en lo penal económico Rafael Caputo fue confirmada por la Sala A de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. Los 190 frascos secuestrados al abogado A. C. C. tenían nitritos de alquilo, sustancia más conocida como popper y considerada estupefaciente por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN).

Según publicó en su perfil de Twitter Carlos Damin, doctor en Medicina y especialista en toxicología, el popper "un solvente volátil que puede provocar cuadros graves por metahemoglobinemia y síncope". Se consume por inhalación y es considerada la "droga del amor" porque es una sustancia utilizada como estimulante sexual.

"El popper produce una gran euforia de muy poca duración. Dilata la arteria cerebral. Esa euforia dura entre diez y 13 minutos. En algún punto, en el hombre, mejora la erección. Según la cantidad consumida puede ser muy dañina y provocar una alteración en la sangre (metahemoglobinemia) que puede ser muy grave", explicó a LA NACION Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y director Fundartox.

En enero de 2019, según informó en su momento el Ministerio de Seguridad de la Nación, la Gendarmería Nacional secuestró 111 frascos con popper. La droga fue hallada oculta en un vehículo que intentaba ingresar en la provincia de Mendoza desde Chille.

"El popper puede provocar desmayos por baja de presión", sostuvo un jefe policial especialista en investigaciones de narcotráfico. Otro funcionario policial sostuvo que cada frasco con este tipo de estupefaciente puede tener un valor de 700 pesos.

"Consumo personal"

Con el resultado del peritaje hecho por el Laboratorio Químico del Departamento Científico Pericial de la Prefectura Naval, el juez Amarante ordenó la detención de A. C. C., pero no fue ubicado en el domicilio que había dado como lugar de residencia en la Argentina.

El abogado, según se desprende del expediente judicial, estuvo prófugo dos meses hasta que fue detenido por personal de la División Operaciones Federales de la a Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA). Lo atraparon después de una serie de investigaciones e intervenciones telefónicas.

"Los familiares o allegados del imputado habrían estado alertados para no nombrarlo y de esa forma evitar que pueda ser encontrado como consecuencia de posibles intervenciones telefónicas, lo cual demostraría una clara intención de eludir el accionar de la justicia", según el expediente judicial.

Una vez que fue detenido, A. C. C. intentó explicar que los 190 frascos detectados por personal de la Sección Unidad de Apoyo Operativo Metropolitano del Departamento Narcotráfico y Delitos Conexos de la Dirección General de Aduanas era para consumo personal. Pero el juez Caputo, por las pruebas reunidas y la cantidad de droga secuestrada, entendió que la finalidad era el comercio de esos estupefacientes.

La defensa pidió la excarcelación, pero la solicitud fue rechazada. Caputo fundamentó su decisión en que A. C. C. "no reside en el país. Vive en España, que cuenta con distintos documentos para hacer viajes transnacionales, que registra numerosas entradas y salidas del país y que, aun cuando tenga familiares y actividad laboral en la Argentina, no existe en el caso arraigo que coadyuve a asegurar la sujeción del nombrado a la jurisdicción y a las resultas del proceso". El magistrado, además, tuvo en cuenta que el abogado estuvo rebelde desde el 19 de octubre pasado hasta su detención, el 20 de diciembre último.

"Durante el período en que estuvo rebelde, el imputado habría tomado recaudos para no ser ubicado. En ese sentido, el juzgado de primera instancia hizo referencia a dos conversaciones captadas como consecuencia de las intervenciones telefónicas ordenadas en el marco de los autos principales, que evidenciarían que A. C. C. podría haberles solicitado a sus familiares que no mencionaran su nombre o hicieran referencia alguna a su respecto en conversaciones telefónicas, frente a la posibilidad de que fueran intervenidas", se explicó en la resolución de la Sala A de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico, con la firma de los magistrados Carolina Robiglio y Roberto Hornos.

La defensa del imputado sostuvo que debe "descartarse la finalidad de comercialización". También dijo que no se verificó que "la mercadería" haya estado oculta "ya que fue advertida por el escáner y estaba a la vista con abrir las valijas" y que el hecho de "residir en el exterior no es una causal válida para rechazar el beneficio excarcelatorio, agregando que, en este caso, el imputado cuenta con arraigo en la Argentina, ya que registra numerosos viajes al país, en donde comparte el estudio jurídico con su hermana, siendo, además el sostén económico de su madre".

Ahora el expediente está a cargo del juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky, encargado de profundizar la investigación y atender las medidas de prueba presentadas por la defensa tendientes a determinar la dependencia del imputado con respecto a los estupefacientes secuestrados. /La Nación