Crimen del KARATECA en Barrio Oeste I: lo habrían asesinado con una de las espadas que tenía colgada en la pared

Martes 06 de Abril de 2021, 11:50





La División Homicidios de la Policía lleva adelante una exhaustiva investigación para poder esclarecer el homicidio de un hombre, ocurrido este lunes en el Barrio Oeste I. Sospechan que la persona que cometió el crimen sufrió heridas significativas y continúan buscándolo.

Todo comenzó este lunes por la mañana, cuando vecinos de Rafael Darío Uncos -un fanático de las artes marciales- advirtieron una situación extraña en su vivienda de calle Diagonal al 1100, por lo que alertaron a su familia. Al ingresar al domicilio, descubrieron que el hombre de 51 años yacía sin vida en el piso del baño.

Para matarlo, el asesino utilizó una espada que la víctima tenía colgada de adorno en la pared. Le aplicó dos o tres golpes en la nuca y uno en la garganta. Los móviles del ataque no están claros aún, pero no se descarta una cuestión sentimental.

Personal policial a cargo del Comisario Diego Bernachi y la Comisario Juana Estequiño, junto a peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) se presentó en el lugar y se determinó que la víctima falleció a causa de varias heridas graves realizadas con un arma blanca de gran tamaño.

Según los investigadores, la magnitud de las heridas sufridas por la víctima y otros elementos de la escena tenidos en cuenta, señalan que el homicida también habría sufrido heridas, pero no serían de gravedad. En ese marco, se investiga si ingresaron personas con heridas de arma blanca a hospitales o CAPS de los alrededores de donde tuvo lugar el homicidio.

Además, realizaron un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona y averiguaciones con vecinos y familiares, en un trabajo conjunto con la Unidad Fiscal de Homicidios I°.

Una vecina que advirtió que el perro de Uncos estaba suelto, le avisó a los padres del hombre, quienes entraron a la casa y lo encontraron sin vida, cubierto de sangre, en la bañadera.

En un principio, los pesquisas pensaron que había fallecido por el corte que tenía en la garganta, pero después descubrieron que tenía más heridas. Al requisar la casa, descubrieron que la víctima tenía al menos cuatro espadas de artes marciales colgadas y las llamadas estrellas ninjas. En el lugar faltaba uno de los sables. Lo encontraron en otro lugar de la vivienda. Los investigadores sospechan que esa fue el arma asesina. También tenía varios cortes en el brazo, lesiones defensivas, es decir, que intentó poner sus brazos para que no lo mataran.

Los policías creen que Uncos conocía a quien lo mató. Ninguna de las puertas ni las ventanas de la vivienda estaban violentadas, por lo que se cree que la víctima permitió el ingreso.

En el garage de la casa había una motocicleta que el asesino se podría haber llevado fácilmente. El rodado también tenía manchas de sangre, por lo que se piensa que por algún motivo en particular decidió no llevársela.

Los pesquisas descubrieron que la moto estaba a nombre de otro hombre que, después de haber puesto punto final a una supuesta relación sentimental, Uncos decidió quedarse con ella.