La historia de Celina Esteban, la primera mujer trans jefa de residentes de enfermería en Buenos Aires

Lunes 03 de Mayo de 2021, 09:09

Fue elegida por sus compañeras para ocupar el cargo en un Centro de Salud en Villa Lugano que depende del Hospital Santojanni.



Cuando empezó la residencia en enfermería, Celina Esteban no se veía como jefa. En realidad, después de haber sufrido tanto tiempo discriminación, ni siquiera pensaba en proponérselo. Con el tiempo, entendió que se lo merecía. “Por todo el trabajo que había hecho, por lo que había aprendido y aportado decidí presentarme”, cuenta Celina.

Desde que comenzó la especialización en 2019, fue una líder innata del grupo. Con su voto, las otras residentas le reconocieron su pasión por la enfermería y su compromiso con los demás: “Tuve que levantar la mirada para darme cuenta de que era parte de este equipo de salud, mis compañeras me lo demostraron y me eligieron por mayoría absoluta”.

La historia de Celina no debería ser noticia, pero ella la cuenta para alentar a otras chicas y chicos a que estudien y trabajen: “Tendría que ser más común pero no lo es, entonces desde mi lugar, lo comparto para que se animen a estudiar”.


También lo hace, para que quienes aún hoy, después de casi 10 años de sancionada la Ley de Identidad de Género, siguen teniendo prejuicios y discriminando a las personas trans, puedan ver más allá del transodio, las capacidades de las personas sin importar su identidad autopercibida o su orientación sexual.

Celina, el día en que fue elegida por todas sus compañeras como la próxima jefa de residencia. (Foto: gentileza Celina Esteban)

“A la hora de ser evaluada como cualquier otra, cumplí todos los requisitos para postularme al cargo, tenía una calificación mayor a ocho, presenté un proyecto de trabajo y además fui elegida por el cien por ciento de los votos”, resume.

Un antes y un después

A Celina la sanción de la Ley de Identidad de Género le cambió la vida. Hasta ese momento, le costaba mucho que en las instituciones respetaran su identidad: “En la escuela me llamaban por el nombre registral y sufría discriminación”.

Ya de más grande, y después de haberse visto forzada a abandonar varias veces los estudios, terminó la secundaria en un colegio de adultos. ”Enseguida ingresé a enfermería. Seguí los pasos de mi hermana Paula con la que compartimos esta vocación”, dice Celina a este sitio.

“Inmediatamente después de obtener su título en la Escuela Superior De Enfermería Cecilia Grierson se anotó en las residencias y concurrencias de la Ciudad de Buenos Aires: “Concursé y rendí un examen al que se habían postulado muchísimos enfermeros. Por suerte, quedé en los primero lugares y gracias al puntaje que obtuve, pude elegir la Residencia de Enfermería General Integral y Comunitaria porque quería trabajar en atención primaria, en promoción y prevención de la salud”.

Todos los días desde 2019, viaja desde su casa en Ituzaingó a Villa Lugano para trabajar y cursar en el El CeSAC Nº 7, un establecimiento de salud sin internación de diagnóstico, tratamiento y atención médica diaria que pertenece al área programática del Hospital Santojanni: “Esta residencia dura tres años y en el último, todos los que estamos cursando, podemos postularnos para jefes de residentes. Uno de los requisitos es tener un promedio de 8 o más y presentar un proyecto. Cumplí con todos y me pude postular”.

Elegida por todas

Para Celina es un gran orgullo ser la primera enfermera trans en ocupar este cargo: “Fue el viernes 23 de abril, cuando mis compañeras me dieron su total apoyo. Ellas dicen que me votaron porque desde primer año, las he guiado un montón y las he ayudado siempre”.

Si bien reconoce que hubo cierta resistencia de la parte jerárquica, Celina prefiere quedarse con el respeto de la gente que la ve trabajar todos los días y ya sueña con cumplir los objetivos que se fijó cuando pensó en una jefatura: “Dentro de todas las cosas que me propuse, yo quería ser jefa para poder captar a la población trans y lograr que puedan acceder al sistema de salud”.

En ese sentido, explica: “Me ha pasado -siendo paciente- el ser discriminada cuando me acercaba a algún centro médico a hacerme un estudio. Me llamaban por mi nombre registral y todos se quedaban mirándome. Entonces terminaba no yendo para que no me maltrataran. Por suerte, este centro de salud tiene profesionales que son muy inclusivos”.

La familia, un pilar fundamental

Celina tiene seis hermanos. Sus padres siempre la acompañaron y junto con su marido Alejandro, celebraron este reconocimiento de sus pares: “Mis papás se pusieron a llorar porque ven el resultado de haberme acompañado durante tanto tiempo”.

“Nunca tuve que decirle a mi familia quién era o qué sentía. ‘Una madre siempre se da cuenta de todo’, me decía de chica mi mamá. Ellos me apoyaron desde un principio. A veces, me daba pena verlos sufrir por mí porque también sufre la familia al verte discriminada”.

Cuando finalmente en unas semanas empiece a ejercer su nuevo puesto de jefa, Celina seguirá trabajando como hasta ahora por el otro. En medio de la pandemia por coronavirus, el Centro de Salud atiende diariamente a los vecinos de Villa Lugano. También se desempeña en el Hospital Santojanni donde rota semanalmente. “A mí no me hace más o menos profesional mi identidad de género, sino mi compromiso con mi profesión y mi trabajo de campo. Todo se puede, espero que mi historia anime a estudiar a otras chicas, que no teman que van a ser aceptadas”, concluye. /TN