La inquietante hipótesis de un baqueano sobre el destino final de los jubilados desaparecidos

Miércoles 22 de Octubre de 2025, 10:46

Pedro Alberto Kreder y Juana Inés Morales desaparecieron el sábado 11 de octubre. Lugareños apuntan a las condiciones del terreno en una zona inhóspita.



Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69), una pareja de jubilados que planeaba pasar el fin de semana en Camarones, Chubut, están desaparecidos desde hace más de una semana. Hasta ahora, no hay una sola pista clara. Solo apareció la camioneta Toyota Hilux en la que viajaban, encontrada el viernes pasado en el Zanjón de Visser, una zona inhóspita y sin señal de celular. ¿Qué pasó?

"¿Y si se los tragó la tierra?" Esta pregunta la hace Martín Pérez, guía baqueano e instructor de manejo con dos décadas de experiencia en Comodoro Rivadavia. Conoce cada rincón que se extiende más allá del área protegida de Rocas Coloradas.

Martín no tiene dudas. El peligro está ahí, aunque no se vea. “La geografía está llena de sumideros”, advierte el guía. “Son pequeños orificios que vienen a ser como la huella hídrica del lugar, un agujerito que penetra en la tierra y que por debajo del sumidero se producen cavernas o cárcavas", explica.

Y agrega: "Vos te podés llegar a subir a un sumidero y no pasa nada, pero en algún momento, algún sumidero puede estar tan frágil que se hunde y te podés caer sin saber qué profundidad tienen”.

Martín habla con resignación, pero también con bronca. No es la primera vez que alguien desaparece en Comodoro Rivadavia. Por eso no se hace ilusiones y cree que es muy difícil que la pareja de jubilados aparezca con vida.

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Pedro Alberto Kreder, de 79 años y Juana Inés Morales, de 69, son buscados en Chubut

“No corresponde terminar la vida de este modo”, dice con angustia. “A mi me duele porque puede ser mi abuelo. Ahora creo que acá se busca un cuerpo, no se busca a la persona con vida”.

Pedro está por cumplir 80 años y Juana tiene 69, y es muy creyente. Habían iniciado hacía un mes una relación que, según la familia de él, lo llenó de entusiasmo y alegría.

La pareja había planeado viajar a Camarones para el fin de semana largo por una fiesta local que se celebraba en el pueblo. Según detalla Martín, la ruta era simple. Debían salir desde Comodoro por la Ruta Nacional N° 3 hacia el norte y luego tomar la Ruta Provincial 71, unos 250 kilómetros en total. Por eso llevaban equipo de camping, lo necesario para pasar la noche en algún campo si no encontraban un lugar para quedarse.

“Camarones es muy chiquito, y cuando hay alguna celebración, a veces no hay lugar disponible en cabañas o departamentos. Entonces, calculo que la intención fue bien clara: llevar estos elementos por si tenían que armar la carpa en algún lugar", explica el guía.

Para Martín Pérez, fue una mala decisión tomar otro camino: “El lugar donde se encuentra la camioneta, ya la dificultad del camino es alta". Se refiere a la zona conocida como Visser, o Puerto Visser, un área aislada, de caminos poco transitados y muy difíciles de recorrer.

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“Si lo ves, el camino no está abierto, no hay tránsito. Cuando van los pescadores a esa zona van de a dos, no van de a uno”, cuenta. Lo que más le cuesta entender a Martín es por qué Pedro, "un hombre con casi 80 años, lúcido y todo”, eligió ese camino.

Un área protegida sin protección

Además, remarca otro punto clave: el abandono del área natural protegida Rocas Coloradas. Aunque fue declarada hace cinco años y cuenta con un plan de manejo aprobado, en la práctica no hay control.

“Un plan de manejo quiere decir que vos en la entrada del área protegida tenés que tener el guardafango, una casilla, tener gente trabajando activa que tome nota, como en cualquier parque nacional, de quiénes ingresan, en qué horario lo hacen y qué actividad. Y eso está declarado, pero no hay guardia. No sé si es culpa, pero esto ya tendría que estar activo", explica Martín Pérez.

El vehículo de Pedro Alberto Kreder fue hallado en el Zanjón de Visser, dentro del área de Rocas Coloradas, con sus puertas cerradas, sin signos de violencia y con parte de sus pertenencias adentro.

“La camioneta estaba encajada, pero no es que no podía arrancarla. Si vos te quedás adentro de la camioneta, está todo bien. Durante el día te podés haber quedado afuera de la camioneta. Pero de noche, dormís y ponés calefacción del vehículo. Eso es lo que me dice el sentido común”, reflexiona Martín.

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Entonces, ¿por qué abandonaron la camioneta? Para él, la teoría más probable es que se hayan alejado en busca de señal de celular. Y ahí, el peligro de los sumideros. “Cualquiera se pudo haber derrumbado, abierto a través de este orificio y haberse herido”, dice.

Martín estuvo ahí, fue como voluntario y recorrió la zona ubicada más al norte, y descartó que hayan pasado por ese lugar. “Voy descartando lugares”, admite. Pero la dimensión del terreno es enorme. Rocas Coloradas tiene 95.000 hectáreas y la pareja es buscada en una zona de unas 40 hectáreas.

Martín explica que en la zona no hay caminos, solo está marcada por senderos hechos por pescadores o gente de campo. “Nunca pasaron la máquina. Y después de Caleta Córdova ya no hay más señal de celular de ningún tipo”, repite.

Mientras tanto, la búsqueda continúa con drones, perros, Gendarmería, Policía, Ejército, voluntarios. “El domingo creo que ya había 100 personas en la búsqueda. Y ahora esta semana sumaban más perros porque es inmensa la zona”, describe.

El clima tampoco ayuda: “Hace mucho frío. Podemos tener un grado ahora, o cinco grados. Y puede haber hasta sudestada, es muy agudo”.

A la desesperación se suma un trasfondo aún más oscuro. “Lamentablemente no solamente ocurre ahí. En Comodoro, hay muchos desaparecidos. Gente que salió a correr o que iba al trabajo o que salió de fiesta y no volvió más”, confiesa el guía que trabaja hace 20 años en el lugar. Y cierra: “No hace falta hacer una excursión para que seas un desaparecido en Comodoro”. /Clarin