Miércoles 04 de Agosto de 2021, 07:11
Desde 1940 hasta 1970, una gaseosa argentina intentó hacerle frente a las principales marcas extranjeras y fue una gran competidora durante años.
Lanzada al mercado por la familia Monti, Bidú Cola se consagró como la primera gaseosa de origen nacional y logró una gran presencia en los medios tradicionales con sus publicidades.
Aunque ya hace años desapareció del mercado, su historia no terminó para siempre: una pyme nacional busca traerla de regreso para revivir los recuerdos de la "morena rebelde", apodo de la vieja bebida.
La historia de la gaseosa argentina Bidú
Genesio y Abramo Monti, llegaron a Lujan, provincia de Buenos Aires desde Lombardía. Ambos italianos e inmigrantes, trataban de tener un futuro mejor en Argentina invirtiendo para crear la fábrica que se llamaría Unión Italiana Hermanos Monti.
Los hermanos, inspirados en el éxito de la gaseosa estadounidense Coca Cola, inventaron su propia receta a base de hierbas, azúcar y otros ingredientes naturales disueltos en agua carbonatada envasada a baja temperatura a la cual nombraron Bidú.
Con los ahorros que tenían, crearon su fábrica de bebidas en 1888 y diez años más tarde, la sociedad de los Monti firmó el primer contrato de distribuición de cerveza Quilmes.
En 1940 la Bidú Cola se lanzó al mercado y ganó popularidad con sus icónicas publicidades en las que hacían referencia a las marcas rivales. Incluso, un programa de radio de preguntas y respuestas llevó su nombre: "Bidú a todo o nada". La compañía marcó un antes y un después en la era comercial de Argentina, ya que invirtió mucho esfuerzo en publicidad gráfica, televisiva y radial.
Con la publicidad "la morena rebelde", que se convirtió en el slogan histórico de la marca, Bidú logró tener presencia internacional en países latinoamericanos como Venezuela, Perú y Ecuador.
Sin embargo, los hermanos Monti dejaron a un lado la producción de gaseosas en 1950, cuando comenzó a fabricarla The Orange Crush Co, que luego dejó de envasarla en 1963 y en 1974 se dejó de producir por completo.
La salida se oficializó con la compra de Crush por parte de Coca-Cola en 1998.
De esta manera, Bidú Cola desapareció del mercado, primero en Buenos Aires y tiempo después en el interior del país.
Actualmente, la empresa familiar sigue en pie con el nombre Casa Monti, que es distribuidora oficial de Cervecería y Maltería Quilmes en Luján.
La pyme que apuesta a Bidú
A más de cuarenta años de su final, una pyme nacional anunció el regreso de Bidú Cola.
Bebidas Mass, creada en 1996 con el objetivo de desarrollar la bebida de mejor calidad y precio, busca ser una empresa líder y competir con Manaos, que encabeza en la producción nacional de bebidas.
La empresa, que cuenta con una planta Parque Industrial de Quilmes donde elaboran agua, soda y fernet cola, confirmó el relanzamiento de Bidú Cola, que además de su versión original incorporarán nuevos sabores como limon y naranja.
"Bidú es un pasado compartido, un recuerdo colectivo, una razón más para invitarnos a no bajar los brazos", apunta Bebidas Mass su web.
Los viejos envases de la "morena rebelde" aún continúan comercializandose, aunque de una manera diferente a la de los años 40.
En Mercado Libre, la plataforma de compraventa de Marcos Galperín, las tapas y envases de la bebida que fue furor por treinta años se comercializan como reliquias. Los usuarios publican en la web de e-commerce láminas publicitarias, tapas y botellas de Bidú Cola con gran variedad de precios.
Una réplica de chapa antigua de la bebida se cosigue a $1.227, mientras que una tapa de los años 60 de Bidú cuesta $700. También hay combos pósters publicitarios que rondan los $1.500.
En tanto, los envases varían desde los $300 hasta los $4.600. También hay lotes de botellas que incluyen otras marcas como Crush, Gini y Seven Up que cuestan aproximadamente entre $5.491 y $6.743. /Crónica
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