Brisa tiene 12 años, aprendió a jugar al golf a escondidas, ganó una beca para ir a EEUU y necesita ayuda para viajar
Domingo 07 de Agosto de 2022, 12:01
Brisa en una de sus prácticas. (Foto: Instagram/brisacabreraok).El amor de Brisa por el golf empezó a los seis años cuando junto su padres caminaba por los alrededores de La Cumbre Golf Club de la provincia de Córdoba. Ahora, a los 12, ganó una beca para ir a perfecccionarse a Estados Unidos y necesita ayuda para poder viajar.
Su papá Darío es caddy y en uno de esos paseos la nena le pidió que le enseñara a jugar. Como no tenían plata para pagar la cuota del club, se escondían detrás de los árboles para mirar a los jugadores. “Mi hija aprendió mucho sólo observando, pero tengo que reconocer que nació con el don de pegarle a la pelota. Se anotó en varios torneos y los ganó todos”, contó orgulloso el hombre.
Fabiana, la mamá de Brisa tiene un emprendimiento en su casa y lava ropa a pedido. Con lo que ella gana más el sueldo de Darío sostienen la familia. Por eso, no pueden costear los pasajes ni la VISA que necesitan para viajar a Estados Unidos.
Su papá Darío es caddy y en uno de esos paseos la nena le pidió que le enseñara a jugar. Como no tenían plata para pagar la cuota del club, se escondían detrás de los árboles para mirar a los jugadores. “Mi hija aprendió mucho sólo observando, pero tengo que reconocer que nació con el don de pegarle a la pelota. Se anotó en varios torneos y los ganó todos”, contó orgulloso el hombre.
Fabiana, la mamá de Brisa tiene un emprendimiento en su casa y lava ropa a pedido. Con lo que ella gana más el sueldo de Darío sostienen la familia. Por eso, no pueden costear los pasajes ni la VISA que necesitan para viajar a Estados Unidos.
Ganó una beca para perfeccionarse en Estados Unidos pero su familia no tiene el dinero para comprar los pasajes. (Foto: Instagram/brisacabreraok).
La cancha improvisada que le hizo su papá en su casa y los palos prestados
Para que Brisa pudiera practicar el deporte que tanto ama, Darío le armó una cancha de golf en su casa. “Hice la cancha con una alfombra y una lona. En esos pocos metros mi hija praticó durante mucho tiempo”, relató. Sin descuidar el estudio, gran parte del día la pasaba sobre ese “paño sintético” dejando volar su imaginación, pensando que pisaba la mejor cancha del mundo.
Como Darío vio las cualidades de Brisa y las ganas de crecer que tenía, adaptó uno de sus palos para que su hija pudiera usarlo porque no tenían plata para comprar uno para chicos. “Agarré uno de mis palos y lo corté. Al principio jugó con ese, pero con el tiempo me dijo ‘papá dame un palo del que usan los grandes que yo puedo jugar con esos’. Le hice caso y siguió jugando muy bien con palos para adultos”, confió.
Para que dejara de espiar detrás de los árboles a los jugadores y pudiera praticar en una cancha de golf de verdad, uno de los socios del club le pagó la cuota, lo que le permitió a Brisa ingresar al campo dejuego que durante años no pudo pisar.
Además, hace dos años un chico le prestó los palos y cuando empezó a ganar torneos, otros socios del club se los regalaron. “Estamos muy agardecidos con todas las personas que se acercaron a ayudar a que mi hija pueda seguir adelante con este deporte que ama y para el que tiene condiciones. Le pega hasta con los ojos cerrados. Para mí va a ser número uno”, dijo Darío.
Para que Brisa pudiera practicar el deporte que tanto ama, Darío le armó una cancha de golf en su casa. “Hice la cancha con una alfombra y una lona. En esos pocos metros mi hija praticó durante mucho tiempo”, relató. Sin descuidar el estudio, gran parte del día la pasaba sobre ese “paño sintético” dejando volar su imaginación, pensando que pisaba la mejor cancha del mundo.
Como Darío vio las cualidades de Brisa y las ganas de crecer que tenía, adaptó uno de sus palos para que su hija pudiera usarlo porque no tenían plata para comprar uno para chicos. “Agarré uno de mis palos y lo corté. Al principio jugó con ese, pero con el tiempo me dijo ‘papá dame un palo del que usan los grandes que yo puedo jugar con esos’. Le hice caso y siguió jugando muy bien con palos para adultos”, confió.
Para que dejara de espiar detrás de los árboles a los jugadores y pudiera praticar en una cancha de golf de verdad, uno de los socios del club le pagó la cuota, lo que le permitió a Brisa ingresar al campo dejuego que durante años no pudo pisar.
Además, hace dos años un chico le prestó los palos y cuando empezó a ganar torneos, otros socios del club se los regalaron. “Estamos muy agardecidos con todas las personas que se acercaron a ayudar a que mi hija pueda seguir adelante con este deporte que ama y para el que tiene condiciones. Le pega hasta con los ojos cerrados. Para mí va a ser número uno”, dijo Darío.
La nena de 12 años con algunos de los trofeos que ganó. (Foto: Instagram/brisacabreraok).
Brisa está muy esperanzada en poder conseguir la plata y viajar para perfeccionarse. Mientras tanto sigue practicando y soñando con llegar a las grandes ligas, pero siempre agradecida a esa cancha de alfombra que le confeccionó su papá en su casa donde se comenzaron a visualizar sus mejores tiros.
Cómo ayudar a Brisa
Los papás de Brisa abrieron una cuenta en Mercado Pago para todas las personas que puedan colaborar:
Claudia Faviana Carranza
CVU: 0000003100009345199075
Alias: todosporbrisa
CUIT/CUIL: 27203535576
Mercado Pago /TN
Los papás de Brisa abrieron una cuenta en Mercado Pago para todas las personas que puedan colaborar:
Claudia Faviana Carranza
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Alias: todosporbrisa
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