Miércoles 28 de Diciembre de 2022, 12:00

Acompañada por su hija menor, Antonia Macri, estuvo en José Ignacio y fue la invitada estelar en el casamiento de unos amigos
Cada año, cuando el calendario desprende sus últimas jornadas y el futuro se tiñe con los colores de las fiestas, Juliana Awada (48) despeja su agenda para disfrutar de la inmensidad todavía desolada de las playas de Punta de Este. Por lo general, lo hace acompañada por su marido, Mauricio Macri (63), y por sus hijas, Valentina “Tini” Barbier (19) y Antonia Macri (11). Sin embargo, esta vez, después de alentar a la selección argentina de fútbol en Qatar, el ex presidente se quedó en tierras árabes hasta el final de la Copa del Mundo y ella voló a Uruguay el fin de semana largo del 8 junto con la menor de sus herederas.
El trip tuvo algo de “viaje de chicas” y también acompañar a
sus amigos Solange Mayo –dueña de la marca de trajes de baño S-Mode– y
el broker agropecuario Tomás Hinrichsen, que pusieron broche de oro a su
historia de amor con un espectacular party de boda en La Huella.
Durante los festejos que duraron dos días, Juliana se mostró muy feliz y
sonriente. Abanderada del estilo chic relajado, para el casamiento
eligió un solero de inspiración bohemia y estampa botánica, tal como se
vio en la foto que subió a su cuenta de Instagram, en la que tiene dos
millones de seguidores.
LAS OLAS Y EL VIENTOAunque
se desconoce dónde paró en esta oportunidad, por lo general la
diseñadora suele recalar en la chacra ubicada también en José Ignacio
que es propiedad del padre de su hija mayor, Bruno Barbier, con quien
tiene una excelente relación. Lo que sí es certero es que eligió las
playas más alejadas de la zona para tomar largos baños de mar y pasar el
tiempo con amigos entrañables, como Gloria Confalonieri y su marido,
Dicky Smith Estrada, con quienes compartió charlas y muchas risas.
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Aunque no hay certeza de dónde paró esta vez, Juliana suele recalar en la chacra que el padre de su hija mayor, Bruno Barbier, tiene en José Ignacio.
Para el casamiento de su amiga Solange Mayo con el broker agropecuario Tomás Hinrichsen, en La Huella, eligió un solero de inspiración bohemia y estampa botánica, con escote cruzado.
Tras sus días en la playa, Juliana volvió a hacer las valijas y ya está instalada en Cumelén, en Villa La Angostura.
Siempre espléndida, la ex primera dama nadó con un bikini triángulo monocromo, que después al dejar la playa acompañó con pareo a tono, sombrero y cartera de fibras naturales y anteojos de sol XL. Tal como se sabe ?y ella misma cuenta en Raíces (Grijalbo)?, el libro que publicó en octubre pasado y en el mismo revela secretos, recetas y claves de lifestyle, sigue un plan de alimentación saludable, que incluye jugos de frutas y verduras de todo tipo cosechados de su propia huerta orgánica, carnes magras, semillas y grasas “de las buenas”. También medita y hace mucho ejercicio. Por ejemplo, practica yoga, natación, juega al tenis con sus amigas todas las semanas y anda en bicicleta. Esta vez, mientras disfrutaba del mar, aprovechó para hacer una sesión casera de algaterapia, con algas que encontró a su paso: entre otras bondades, se dice que combaten los radicales libres y que son un excelente elemento antiage natural.
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En octubre, Juliana sacó su primer libro, Raíces, en el que revela los secretos, recetas y claves de su estilo de vida saludable.foto: Marcelo Rodríguez
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Su hija menor, Antonia, fue su gran compañera de viaje.
La diseñadora completó su look con pareo a tono, sombrero de ala, canasto de fibras naturales y anteojos de sol XL.foto: Marcelo Rodríguez
Su marido, Mauricio Macri, en Qatar, durante las instancias finales del Mundial.
CAPÍTULO PATAGÓNICOTras sus días esteños, Juliana volvió a hacer las valijas y se instaló en Cumelén, en Villa La Angostura (Neuquén), un destino del que se enamoró hace más de una década, cuando iba de visita con Mauricio –que entonces era el jefe de Gobierno porteño– a lo de Nicolás Caputo y que se convirtió definitivamente en su lugar en el mundo cuando el año pasado inauguraron Casa Negra, su propio refugio en Cumelén. Rodeada por bosques y con una vista soñada al lago Nahuel Huapi, el domingo 18 vibró allí con la final de Argentina-Francia y le dedicó varias historias en su Instagram a la Selección. Una, en especial, al capitán del equipo, al que le escribió: “Te lo merecés, Leo”.
Entre chapuzón y chapuzón, Juliana hizo una sesión casera de algaterapia, ante la mirada divertida de sus amigas.foto: Marcelo Rodríguez
Estuvo rodeada por amigos entrañables, entre los que estaban Dicky Smith Estrada y Gloria Confalonieri, con los que compartió caminatas y largas charlas. Superactiva, cada vez que se encuentra en su paraíso patagónico, Juliana se convierte en gran guía de caminatas, salidas en kayak, desafíos de paddle board y bicicleteadas (una de las últimas fue a cerro Bayo). También dedica tiempo a cocinar, otra de sus pasiones.
La tapa de la revista ¡Hola! de esta semana /La Nación
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