Miércoles 03 de Mayo de 2023, 08:27
SIGUE LA BUSQUEDA. Tras el alivio por la sentencia, los deudos de la joven aseguraron que seguirán buscando a Daiana Garnica.
“Quiero pedir justicia porque si Darío Suárez queda en libertad pueden existir otras Daianas en el futuro”. La frase pertenece a Eliana Garnica, hermana de Daiana, la joven de 17 años que fue vista por última vez en Alderetes en mayo de 2017.
El único acusado por el crimen es su vecino Darío Suárez (46 años), que fue condenado a prisión perpetua por la desaparición y posterior muerte de la menor.
En su exposición final, Eliana le habló a Suárez para pedirle que confiese qué hizo con su hermana. “Por favor Darío, toda una familia sufre todos los días porque no tenemos a mi hermana; si dentro tuyo te queda algo de ser humano por favor: ¡decinos dónde está Daiana! Si confesás vas a tener una paz interior, y quizás esta familia pueda perdonarte”, rogó ganada por el llanto.
A pesar de eso, el acusado hasta el final sostuvo su inocencia. “Soy inocente y no tengo nada que ver con la chica ni con nadie. Ellos me conocen bien y jamás le haría daño a nadie”, aseguró, en lo que fue la primera vez que el imputado decidió hablar desde que arrancó el proceso, el 12 de abril.
Horas después, el tribunal conformado por los jueces Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, dispuso sentenciar por unanimidad a Suárez a la pena de prisión perpetua al considerarlo autor material de privación ilegal de la libertad y homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer ejerciendo violencia de género.
Además de la sentencia, los vocales ordenaron que Suárez sea sometido a la medida de prisión preventiva por un lapso de seis meses en el penal de Villa Urquiza o hasta que quede firme la condena.
“El señor enfrenta la pena mayor que prevé nuestro Código Penal, por lo tanto es creíble que cualquier oportunidad puede ser aprovechada para darse a la fuga. Es una presunción que podemos tener y que justifica la medida cautelar”, sostuvo el juez Ibáñez.
Darío Suárez
Tras asistir al veredicto, la sala del fuero penal fue escenario de un momento de conmoción, llantos y abrazos entre los miembros de la familia Garnica.
Pero la condena no les sirvió para alcanzar la paz que esperaban ya que todavía no encontraron a la joven. “Esta sentencia no alivia el dolor. Pensaba que iba a tener un alivio si él (Suárez) decía qué hizo con Daiana, pero no fue así”, afirmó Susana Cisneros, la madre de la víctima.
“No creo que en algún momento se quiebre y diga lo que pasó; la verdad que hoy desconozco al Darío Suárez que yo conocí en aquellos tiempos. Estoy contenta con el accionar de la justicia, pero esta lucha, esta pesadilla y este dolor siguen”, lamentó la nujer.
Ramón Garnica, el padre de Daiana, también afirmó que continuará investigando hasta saber dónde está su hija. “Era necesario que se condene a esta persona y que no se olvide que tiene que empezar a pagar por esto; pero eso no me quita la esperanza de saber qué pasó, voy a seguir buscando a mi hija”, cerró.
El abogado querellante, Carlos Garmendia, dijo estar conforme con el resultado ya que los jueces otorgaron la pena solicitada por la parte acusadora conformada por él, la abogada Stella Maris Chávez y los auxiliares fiscales Gerardo Arch y Osvaldo Martínez Terán. “Entiendo que el tribunal ha visto lo mismo que hemos visto junto con la Fiscalía en todo este proceso y que no hay ninguna otra posibilidad de que lo que finalmente hizo Darío con Daiana es darle muerte”, sentenció.
Finalmente dijo que aguardará hasta poder leer los fundamentos del fallo para entender porqué los jueces tomaron esa decisión.
La familia de Daiana insiste en la teoría de que Suárez no actuó solo. “Hay algunas cosas que quedaron pendientes, Darío sabe con quién lo hizo, ya se sabrá”, dijo su padre en una entrevista.
Susana afirma que el condenado está encubriendo a alguien más. “Estoy segura y confirmo que él no lo hizo solo, hay alguien detrás de él. Está cubriendo a gente y ahora se va a tener que comer esto solo por no hablar”.
Sin embargo, la esperanza de encontrar a su hija es aún mayor, al punto de estar dispuesta a recibir información del paradero aunque sea de manera anónima. “Nosotros abrimos nuestros corazones como familia, pueden confiar en nosotros. Si alguien quiere hablar y decir la verdad lo puede hacer anónimamente”.
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