Así está hoy Lavezzi: el Pocho pasó de cadete a multimillonario y sex symbol
Jueves 04 de Mayo de 2023, 09:33
Ezequiel Lavezzi cumple 38 años. Su vida es desde muy pública a indescifrable.El Pocho Lavezzi nació en Villa Gobernador Gálvez, una localidad cercana a la ciudad de Rosario y se inició como jugador en el Club Infantil Sol Naciente, para luego pasar a las inferiores del Club Atlético Coronel Aguirre y luego a Rosario Central, donde de un momento a otro dejó de ser tenido en cuenta por el entrenador de la divisional en la que estaba.
Su talento era indiscutible y consiguió la oportunidad de una prueba en Boca, donde tras ser aceptado discutió con Jorge Griffa por el puesto en el que debía jugar y se fue. Las frustraciones lo hicieron pensar en abandonar el sueño de futbolista, hasta que por insistencia de su hermano mayor, Diego Lavezzi, aceptó una prueba en Estudiantes de Buenos Aires, donde debutó como profesional a los 17 años, en la Primera B Metropolitana. En ese tiempo, cuando la idea de convertirse en jugador se diluía, el Pocho trabajaba como ayudante de electricista de su hermano.
De esa época, el sitio Lástima a Nadie, Maestro, retrata al Pocho de la siguiente manera: “De Villa Gobernador Gálvez a una pensión en San Telmo. Se iba a Constitución y de ahí en subte a Retiro. Si entrenaban en la cancha de Estudiantes bajaba en Caseros, sino seguía hasta Hurlingham. Así todos los fines de semana el Loco bajaba del tren, agarraba Belgrano hasta Urquiza y de ahí le pegaba derecho hasta la cancha. Venía sin tatuajes y con un bolso lleno de goles y gambetas”.
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Y esa brillante e imperdible nota escrita por Juan Stanisci agrega: “El Loco llegó a Caseros para jugar en inferiores. En solamente cuatro partidos lo subieron a Primera. Una mañana entrenando se le acercó El Negro Rodríguez, el técnico de Estudiantes, y le dijo que ese fin de semana iba a debutar. Fue contra Platense en el estadio Ciudad de Caseros. El Loco, que antes y después sería El Pocho, entró con la 16 y en un par de gambetas le cambió la cara a un equipo que venía flotando en la mitad de la cancha. En el barrio de Caseros volvía la esperanza”.
En 2004, cuando tenía 19 años, su pase fue comprado por el Genoa de Italia, que a su vez lo cedió a préstamo por una temporada a San Lorenzo, donde fue figura del título Clausura 2007, el primero de los 12 campeonatos que lograría en su carrera a nivel clubes.
Un año después, el 11 de mayo de 2005, Ezequiel Lavezzi se convertiría en padre de Tomás, quien hasta ahora es su único hijo, vive en Santa Fe y está a punto de cumplir 18 años.
Esta es una de las historias menos conocidad de la vida de Ezequiel Lavezzi, quien no habla de la relación que tuvo con la mamá de su hijo más allá de alguna mención como la que hizo el 15 de octubre de 2017, cuando en un mensaje público escribió: “Feliz día gordita hermosa!!”, en referencia a su mamá, quien aparecía en la foto de posteo, mientras que a continuación decía: “Feliz día para todas las mamás argentinas, en especial a Valeria y Débora (mamá de Tomi)”.
En 2007, el Pocho dio el gran salto de su carrera deportiva cuando fue transferido al Napoli de Italia por seis millones de euros. Allí se convirtió en ídolo y ganó la Copa Italia en 2012.
Fue entonces que e Pocho comenzó a amasar una fortuna incalculable y a convertirse en un sex symbol. Su primer contrato en el club del Sur de Italia fue por una suma que superaba el millón de euros anual, mientras que en su segundo periodo su sueldo ascendió a los 2.5 millones anuales. De Napoli, donde logró el pico de su carrera, pasó al PSG, que pagó 30 millones de euros por su ficha, ya con la obsesión de ganar la UEFA Champions League, lo que no pudo ser. En su estadía en París, Lavezzi ganó la Ligue 1 dos años seguidos y la copa de Francia en el 2014.
Era tal el magnetismo que generaba la figura de Lavezzi que las marcas comenzaron a verlo como el modelo ideal de sus productos. Joyas, perfumes, indumentaria de lujo, automotrices y otras tantas firmas se agolpaban detrás de él, que sacaba el máximo provecho de su éxito con contratos publicitarios pocas veces vistos y una búsqueda permanente de su nuevo look donde los tatuajes y la elegancia comenzaban a ser su marca registrada.
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Ezequiel Lavezzi debutó en la Selección el 18 de abril de 2007 cuando en un amistoso ante Chile disputado en la era Basile reemplazó a Rodrigo Palacio al minuto 62 del partido que finalizó empatado sin goles. Pocho había tenido, sin embargo, gran experiencia en las juveniles, a las que había sido convocado por Hugo Tocalli cuando jugaba en el Ascenso con Estudiantes de Caseros. En su paso por las distintas categorías de la Albicelete logró una gran relación con Lionel Messi y se hizo muy amigo de Ángel Di María.
En febrero de 2008, Lavezzi fue convocado a la selección olímpica por el técnico Sergio Batista y tuvo buenas actuaciones en amistosos. En agosto de 2008 comenzó su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde anotó dos goles, uno ante ante Australia y otro ante Serbia, y se consagró campeón.
En 2014, Ezequiel Lavezzi vivió su época consagratoria en la Selección que fue subcampeona del mundo con Alejandro Sabella. De entonces, además de lo deportivo en Brasil, se recuerda su increíble reacción con el DT, cuando le tiró agua con una botella en plena charla durante un partido.
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En octubre de 2009 Ezequiel Lavezzi, junto con su hermano Diego, crearon la Asociación Civil Niños del Sur (Ansur), una entidad sin fines de lucro que asiste en forma integral a niños y preadolescentes en situación de necesidad de Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe, Argentina
A través de Ansur, los chicos acceden a una multiplicidad de programas de educación formal y no formal que trabajan en forma interdisciplinaria para potenciar la integralidad y el refuerzo de sus competencias individuales y colectivas. Han realizado campañas de vacunación y brindan asistencia integral, desde almuerzo y merienda diaria, apoyo escolar, taller de educación para la vida, computación e inglés, música, plástica, actividades recreativas y educación física; atención sanitaria y asistencia psicológica. Además de acciones extra programáticas y solidarias.
Según reportes oficiales, solo por su actividad como futbolista, Ezequiel Lavezzi ganó cerca de 100 millones de dólares en tiempos donde no se pagaban las cigras descomunales de hoy. Sin embargo, el Pocho supo cómo hacer florecer lo que ya era una riqueza impresionante e invirtió parte de su dinero en inmuebles.
En Buenos Aires es dueño de una decena de propiedades, entre casas y departamentos, algunos de máximo lujo como un penthouse en las Torres Horizons en Vicente López, dos en las Torres Horizons de la Avenida del Libertador y un piso de oficinas en Alrío y otro en la torre Wave del mismo barrio.
En Rosario, por su parte, adquirió otro piso en las exclusivas Torres Maüi, y en Uruguay tiene una chacra frente al mar. ¿Eso es todo? No, porque Ezequiel Lavezzi suma como parte de sus inversiones departamentos en Nueva York, París y Milán.
Más allá de sus inversiones, el Pocho volvió a relacionarse con el fútbol desde el rol de comunicador como comentarista de partidos de la Champions League para cadenas internacionales e incluso como entrevistador de El juego sagrado, una serie previa al Mundial Qatar 2022 en la que entrevistó a algunos de los astros que fueron a la Copa del Mundo.
El retiro y el saludo de su hijo hoy, día de su cumpleaños N°38
El Pocho Ezequiel Lavezzi se retiró del fútbol a fines de 2019. Fue sorpresivo, ya que muchos creían que aún tení mucho para dar como futbolista. “Me retiré porque se me habían ido las ganas. Llegué a un punto en el que no tenía más ganas de entrenarme, a pesar de que tenía ofertas de Europa, América y China”, contó Lavezzi en su momento con declaraciones a Sky Sport.
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Hoy, el carismático exfutbolista cumple 38 años y su hijo, tomás, le dedicó un sentido posteo. “Feliz cumple, pá. Gracias por todo lo que hacés por mí. Que la vida nos siga llenando de hermosos momentos y nos mantenga unidos siempre. Mis mejores deseos para vos, te amo”. /TN
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