Jueves 24 de Octubre de 2024, 07:08
En tiempos de globalización e inmediatez muchos medio deportivos del mundo replicarán la frase “un arquero detuvo cuatro remates de cinco en una definición por penales”. El protagonista de esa proeza tan infrecuente es Leandro Brey, el responsable de cuidar el arco de Boca frente a Gimnasia y Esgrima La Plata en uno de los cuartos de final de la Copa Argentina. Lo que hizo es histórico: nunca un arquero del club azul y oro había atajado cuatro penales en una serie. Ni siquiera tres.Después de lo que se dijo en lo previo sobre la chance de que Sergio Romero fuera desplazado del equipo por bajo rendimiento, hubo una confirmación: en su reemplazo ingresó el chico de 22 años surgido en Los Andes, toda una decisión fuerte del director técnico Fernando Gago.
Y la determinación del entrenador terminó derivando en un Brey héroe, minutos después de que tuviera un alto porcentaje de responsabilidad en el gol que estableció el empate del Lobo (anotado por Marcos Rojo en contra). Que la pelota terminara en el fondo de su arco fue consecuencia de la única mala salida suya, la de cuando salió a cortar un balón aéreo, y de la mala fortuna posterior. Pero exhibiendo fortaleza mental, el joven arquero se reseteó apenas finalizó el partido, infló el pecho y pareció duplicar su tamaño al hacerse casi invulnerable para los ejecutantes del equipo platense en la serie.
Entonces, Brey se puso la capa de héroe y voló. Hacia la izquierda, para contener los remates de Rodrigo Castillo, Franco Troyansky y Leonardo Morales, y hacia la derecha para desviar el de David Zalazar. Y a cada uno de ellos lo celebró con la espontaneidad y la frescura del pibe de 22 años que es. Sólo uno de los cinco disparos logró que la pelota traspasara la línea, el de Pablo De Blasis. El primero de la tanda. Después, Leandro resolvió cuatro seguidos.
Consumado el logro, Brey fue rodeado por sus compañeros. Entre los primeros en llegar para abrazarlo y felicitarlo estuvo Chiquito Romero, justo el hombre que perdió el puesto en la sana competencia, al menos para este partido. Más tarde, Leandro mostró más espontaneidad frente a las cámaras: “Estoy muy contento. Quiero felicitar al grupo porque se hizo un gran esfuerzo. No merecimos ir a penales, pero sacamos esa cuota de carácter que tenemos siempre”, valoró. Y reveló que no había habido azar en la definición: “Todos los penales estuvieron estudiados. Salieron bien. Yo soy del día a día. Hay que trabajar, y estoy agradecido por la oportunidad”.
Brey venía de lucirse en la instancia previa, cuando Boca eliminó a Talleres también por penales. Aquella noche terminó 8-7, pero patearon los 11 futbolistas, incluido el joven arquero, que anotó el suyo y contuvo uno. Pero lo de este miércoles fue mucho más destacado. De hecho, hay un solo antecedente en la Copa Argentina, el de Marcos Fasanella en la disputa de 2011/2012, cuando Excursionistas eliminó a Argentino de Merlo. Aquel encuentro finalizó con el mismo resultado que el de Boca y Gimnasia: 1 a 1 en el tiempo regular y 2-1 en el desempate por tiros.