Sábado 02 de Noviembre de 2024, 05:31

EL LUGAR. En el predio donde el gremio textil iba a edificar un hotel hoy funciona un club y se levantan viviendas de la comunidad originaria de la zona, que se apoderó de las tierras cedidas por el gobierno.
A pesar de ser uno de los Destinos turísticos más populares de Tucumán, El Mollar no cuenta con un hotel. Todo el movimiento que habitualmente desborda la villa veraniega cada año, se basa en el funcionamiento de hosterías, hospedajes, casas de veraneo y campings. Esta carencia puedo haberse superado hace muchos años, pero el único proyecto de este tipo que apuntó a El Mollar quedó trunco en medio de una polémica entre un gremio y la comunidad Indígena de la zona.
Esta historia comenzó en 1989, cuando el gobierno entregó tierras a la Asociación Obrera Textil de la República Argentina (AOT) para que montara un espacio destinado al esparcimiento turístico, que comprende un terreno de tres hectáreas emplazado en un sector conocido como Las Lomitas, a la altura de la hostería de la Mutualidad Provincial.
Carlos Infante, integrante de la conducción actual del gremio, con el cargo de vocal, fue uno de los que impulsó el proyecto.
“Al conseguir el terreno comenzamos a analizar las posibilidades. Pero tomó fuerza cuando descubrimos que muchos tenían el valle de Tafí como uno de los principales destinos de vacaciones”, rememoró.
“Al haber escuchado ese planteo, con el apoyo de toda la comisión directiva viajé a Tucumán. Ahí descubrí por qué había tanto interés de nuestros compañeros de todo el país. Quedé maravillado con el paisaje y el lugar. Mi entusiasmo contagió a los otros miembros de la comisión y en poco tiempo comenzamos a trabajar en la construcción”, afirmó el gremialista.
Durante dos o tres años estuvieron manejando distintos proyectos. “A partir de 2009 comenzamos a trabajar fuerte. Era un movimiento muy importante porque se sumaban compañeros de todas las provincias. Pusimos un alambrado y después cavamos un pozo. Al poco tiempo, comenzamos a sufrir ataques. Nos rompían las cercas y nos llenaban de piedra los pozos. En diciembre de 2011 la Comunidad Indígena directamente usurpó nuestras tierras”, afirmó Infante.
El 29 de diciembre de 2011, los apoderados del gremio formalizaron la denuncia por usurpación y pocos días más tarde hizo lo propio Enrique Mamaní, titular por entonces de la Cidem, con el cargo de cacique.
En su exposición, el dirigente indígena reconoció lo que describió como una recuperación de los terrenos que estaban destinados a la construcción de viviendas para los comuneros.
En febrero de 2012 el caso se judicializó, cuando el gremio elevó el acta notarial donde el Gobierno les cedía el terreno para la construcción de un hotel y un informe rubricado por el juez de paz de El Mollar, Vicente Juan Ramón, donde constataba la toma de tierras por los comuneros.
En mayo de 2012, la comunidad ya había instalado en ese lugar el club Los Sauces y varias viviendas, por lo cual la Justicia dictó una medida cautelar para que desalojaran el predio, orden que nunca fue acatada.
La causa se demoró por los excesivos planteos de ambas partes, hasta la actualidad, que encuentra al expediente en poder del Juzgado Civil y Comercial III, que desde mayo del año pasado está en situación de emitir una resolución, cuya demora se relaciona con una documentación que habrían presentado los miembros de la Cidem para que sea estudiada.
“Esta traba fue un golpe enorme. De tanto ir, nos terminamos encariñando con el proyecto. Con la plata que habíamos destinado para su construcción, terminamos haciendo un hotel en Iguazú, para que nuestros afiliados pudieran disfrutar de las Cataratas. El plan sigue vigente, pero necesitamos que la Justicia se expida sobre el asunto”.
El dirigente sindical agregó que nunca pudo comprender la posición de los comuneros, ya que "nuestra idea era generar puestos de trabajo con la construcción primero y la atención después. Es incomprensible que se opongan a que parte de su comunidad progrese, sin contar el movimiento económico que puede generar la instalación de un hotel”, destacó.
Vicente enfatizó en que la AOT no bajará los brazos. “Hemos visto como una gran noticia que el gobernador Osvaldo Jaldo se haya interesado en poner orden en el valle de Tafí. En los próximos días viajaremos a Tucumán para plantearle nuestra inquietud”, adelantó.Mientra tantoi, desde la comunidad originaria que hoy conduce Margarita Mamaní, siguen sosteniendo su derecho a disponer de esas tierras y descreen de las promesas de progreso de quienes les disputan la propiedad.
“Esas propiedades son una de las tantas que los políticos entregaron en los últimos tiempos. Lo hacían a través de comodatos, sin tener en cuenta que no hay papel más importante que nuestros derechos ancestrales”, afirmó la conductora del Cidem.
“Al ser nuestros dominios, que por legado histórico y tradición nos pertenecen, los comuneros de la zona decidieron destinarlos para construir la sede del club Los Sauces y viviendas para los integrantes de nuestro pueblo”, agregó.
“Esa promesa de que se trata de un proyecto que generará trabajo a nuestra comunidad es mentira. Ya nos pasó con el Club Náutico, que nos prometieron hasta darnos un espacio para una radio comunitaria. Nunca cumplieron y ahora ese lugar se transformó en el único country de El Mollar”, comparó.
Y concluyó remarcando que “nosotros también queremos que la Justicia resuelva esta causa cuanto antes. Nos estamos quedando sin tierras, pese a que somos los únicos propietarios históricos de ellas”.
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