"Cuando uno hace un análisis para ver dónde estamos, la discusión muchas veces se circunscribe, insuficientemente, a la cuestión del tipo de cambio. Y está claro que a este tipo de cambio no le sobra mucho, aunque tampoco es el tipo de cambio real del final de la convertibilidad o de la tablita de Martínez de Hoz, contra eso todavía tiene aire, pero no le sobra nada", apuntó.
"Está finito porque este programa intentó arrancar con un colchón al que se lo terminaron comiendo, porque la inflación fue por arriba de la devaluación", explicó el especialista.
En diálogo con Radio Mitre, Melconian destacó sin embargo la importancia de mantener el orden fiscal, otra variable que influye directamente en el aspecto cambiario.
"Después hay muchos otros acontecimientos que seguir para hacer un análisis serio. La cuestión del tipo de cambio tiene que ver directa o indirectamente con la política fiscal de un país, en Argentina no se puede tener más déficit fiscal, y esa es una gran lección aprendida a futuro", aseveró.
Entre los otros elementos a considerar, el ex líder del Banco Nación señaló el costo del sueldo en dólares, el volumen de importaciones, el flujo de capitales, así como la condición de las tasas de interés y del valor del dólar a nivel global, entre otros aspectos.
"También es importante la institucionalidad, la credibilidad y el comportamiento de su clase dirigente, ahí estamos menos diez", reclamó.
"Estoy en contra de torturar para bajar la inflación"En otra parte de la entrevista, Melconian hizo referencia a la caída de la inflación y de cuál sería el número de noviembre, que en el Ejecutivo aspiran en mantener a la baja.
"Yo tuve problemas grandes con otros Gobiernos por calcular inflación, así que quiero aclarar que no somos el INDEC, lo que tenemos son aproximaciones. La inflación estaba en el rango del 4% y ahora está en el rango del 3%. Si en noviembre viene 2,9%, mejor, pero no cambia nada", indicó.
"En lo que no estoy de acuerdo es en torturar para bajar al 1% o 2% mensual, si esta caída se va a dar sobre la base de fijar cambio o tarifas, va a terminar siendo peor el remedio que la enfermedad. Antes de presentar un programa de estabilidad hay que acomodar precios relativos, porque sino, eso queda latente a futuro. Si lo que buscan es acomodar los números con tortura fiscal o monetaria, no salimos más", cerró. /
El Cronista