Miércoles 26 de Marzo de 2025, 20:18

Santi Maratea.
Santiago Maratea irrumpió con gran fuerza en el mundo de las redes sociales como influencer, pero fue principalmente reconocido por las millonarias colectas solidarias que organizaba para ayudar a quienes lo necesitaban. Sin embargo, esa etapa quedó atrás y su carrera tomó un nuevo rumbo como futbolista de la división reserva del club Colegiales, un cambio que significó más que jugar al fútbol.Si bien Maratea confesó que la colecta que organizó para ayudar a Independiente de Avellaneda con las millonarias deudas que tenía le abrió miles de puertas en el mundo del fútbol, de chico, siempre fue un apasionado del deporte.
Esta tarde conversó con DDM y, entre otras cuestiones, explicó cómo su decisión de formar parte de Colegiales lo ayudó a dejar de fumar, a cuidar más de su salud y sobre todo, priorizar su bienestar.
Santiago comenzó contando cómo fue que decidió incursionar en el fútbol: "Me gusta desde muy chico, aunque tuve una etapa antideportista a los 15 años y de rechazo al running. Sin embargo, en un momento sentí la necesidad de volver a conectar con mi cuerpo, con el deporte en equipo y con la competencia".
"Empecé a entrenar y me di cuenta de las limitaciones que tenía, lo que me llevó a entrenar más, a cuidarme más y a descansar más. Pero lo más importante fue que dejé de fumar. Llevo un año y medio sin cigarrillo y me costó muchísimo". Y agregó, sobre el punto de inflexión que fue en su vida y que lo llevó a dejarlo: "Estaba haciendo un ejercicio que no me salía, lo intenté nuevamente y volvió a no salirme. En ese momento, di media vuelta, agarré el bolso, me fui al auto y me fui del club. Llegué a mi casa, me senté solo y dije: ’No fumo más en mi vida’".
"Cuando fumas, te baja la autoestima, te sentís muy limitado. Te pones un límite a vos mismo", siguió su relato.
Además, dejó un mensaje reflexivo y de lucha para el público que consume tabaco:
"Fumaba muchísimo. Estaba todo el día con un cigarrillo en la mano, me iba a dormir con uno, me despertaba y me lo volvía a fumar. No fumaba poco, era preocupante; todo en mi casa, el auto y la ropa tenían olor a cigarrillo. Fue la mejor decisión de mi vida".
"A mi papá le diagnosticaron cáncer de pulmón. Yo sabía que diciéndole que dejara de fumar no lo iba a lograr, pero tal vez si yo lo dejaba, podría influir. Me pasaba que pasábamos horas tomando café, con cigarrillos en la mano", concluyó sobre cómo influyó la muerte de su padre.
/Pronto
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