Narcos tucumanos: en tres días cayeron un guía y una pareja que usaba a sus hijos como pantalla

Jueves 24 de Abril de 2025, 05:49

ATRAPADOS. Uno de los operativos en los que se detuvo a comprovincianos que se dedicaban al tráfico de droga desde Orán, Salta.



Tucumán continúa consolidándose como un eje clave en la lucha contra el narcotráfico en el norte argentino. En apenas 72 horas, Gendarmería Nacional decomisó 77 kilos de cocaína en dos operativos ejecutados en el puesto de control de El Naranjo, en el cruce de las rutas 9 y 34. 

Con estos procedimientos, el total de droga incautada en lo que va del año asciende a 254 kilos, superando ya el 50 por ciento de lo incautado durante todo 2024, cuando se secuestraron 497 kilos.

El primer golpe al narcotráfico se produjo el viernes por la mañana, cuando los efectivos de Gendarmería detuvieron a dos camionetas sospechosas. En una requisa minuciosa, descubrieron que las ruedas de los vehículos contenían ocultos 51 kilos de cocaína. 

Tres personas fueron detenidas: una pareja oriunda de Santiago del Estero y un hombre de origen tucumano. Por el momento, la Justicia Federal de Salta mantiene en reserva sus identidades.

De acuerdo a las hipótesis de los investigadores, la droga habría sido cargada en la ciudad salteña de Orán y trasladada a Tucumán, que actuaría como punto de enfriamiento antes de la redistribución hacia Córdoba y Buenos Aires. 

La modalidad, señalan, corresponde a una organización con capacidad para mover estupefacientes en grandes cantidades.

El segundo procedimiento fue realizado el domingo en el mismo punto de control. Allí, gendarmes detectaron 21 kilos de cocaína escondidos en el interior de un vehículo ocupado por una familia tucumana. La pareja, que habría viajado también a Orán para adquirir la droga, quedó detenida. Sus hijos menores fueron puestos bajo el resguardo de sus abuelos.

Este tipo de modus operandi no es nuevo en la región. En septiembre del año pasado, en General Pizarro (Salta), se interceptaron dos camionetas Toyota Hilux con 110 kilos de cocaína también ocultos en ruedas adulteradas. 

Los detenidos en ese caso fueron Hugo Gregorio Márquez (63), su pareja Alicia Lidia Molina (70) y su hijastro Sergio Alberto Rodríguez (35). La droga fue rastreada hasta una vivienda en Yerba Buena, frente al shopping El Portal, lo que refuerza la hipótesis del rol logístico de Tucumán en la red de distribución.

Además, en investigaciones anteriores se desmanteló un taller clandestino en Río Seco, donde se adaptaban llantas para ocultar droga. Por ese caso, fueron detenidos el empleado judicial Lucas Luna Sosa, Damián Exequiel Chico y Héctor Raúl Prado, todos tucumanos. 

La pesquisa reveló que Mariano Santillán –hermano de un comisionado de Villa Matoque, Santiago del Estero– era uno de los principales operadores, encargado de trasladar cocaína desde Aguas Blancas o Salvador Mazza hasta Tucumán para luego distribuirla al resto del país.

La reiteración de operativos exitosos en El Naranjo no sólo evidencia la eficiencia de los controles, sino también la magnitud del tráfico que por años atravesó Tucumán casi sin oposición, empleando métodos sofisticados como las ruedas modificadas, y la participación de actores con vínculos institucionales, lo que convirtió a la provincia en una base operativa clave para organizaciones narco.

Mientras la Justicia Federal continúa investigando los vínculos y responsabilidades detrás de estas maniobras, los especialistas advierten sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de control interno, profundizar la inteligencia criminal y resaltar el rol de Tucumán como enclave estratégico para frenar el ingreso de la cocaína al NOA y al resto del país, gracias al Operativo Lapacho.