Venden vinos "truchos" de una famosa marca argentina

Miércoles 30 de Abril de 2025, 07:15

La polémica surgió a raíz del video de un consumidor que comparó la versión original al de la copia. La bodega aseguró que su equipo de Legales ya se encuentra detrás del caso.



Aunque los casos de falsificación de vinos en Argentina no son frecuentes ni generalizados, un reciente video viral reavivó las alertas entre consumidores y especialistas del sector. Fue Diego Merena, consultor empresarial y entusiasta del vino, quien expuso en su cuenta de Instagram una posible falsificación de una reconocida etiqueta nacional.

En la publicación, Merena mostró dos botellas del mismo vino -El Enemigo Malbec 2022- y destacó las sutiles diferencias entre ambas, que daban muestra de la falsificación. 

"Compré una botella de Enemigo Malbec 2022 y cuando lo abrí y lo puse en la copa no era el vino de Alejandro Vigil y Adrianna Catena", explicó. Además de la prueba, también señaló que las letras de la etiqueta frontal eran distintas y que en la contraetiqueta había errores ortográficos, además de que el nombre "Adrianna" aparecía mal escrito como "Adianna".

“Hago este video para alertar de que esto está circulando y que ninguna otra persona vuelva a comprar un vino que no es”, agregó en la publicación. La misma rápidamente se volvió viral: fue compartida más de 700 veces y recibió más de 1.600 comentarios.

El Enemigo: una etiqueta prestigiosa y popular

El vino mencionado pertenece a la línea El Enemigo, creada por el reconocido enólogo Alejandro Vigil -referente en Bodega Catena Zapata- junto a Adrianna Catena, hija del pionero Nicolás Catena. Ambos fundaron Bodega Aleanna, con viñedos distribuidos en distintas zonas vitivinícolas de Mendoza como Gualtallary, El Cepillo, Los Chacayes y Agrelo.

Si bien la bodega es conocida por sus vinos de alta gama -entre ellos los premiados Gran Enemigo- también ofrece versiones más accesibles, disponibles en supermercados, con precios que rondan entre los $15.000 y $20.000.

Qué hacer ante un caso de falsificación

En nuestro país, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) es el organismo encargado de fiscalizar y recibir denuncias sobre fraudes en el rubro. En los últimos años, los casos documentados fueron escasos. Uno de los más significativos data de septiembre de 2022, cuando en un operativo conjunto con la Policía Federal y la AFIP se decomisaron 1.900 botellas que se vendían como vinos premium sin serlo.

Desde el INV informaron que actualmente no hay denuncias activas relacionadas con el caso difundido en redes. Aun así, los expertos ofrecen herramientas en su sitio web para verificar la autenticidad de los vinos, como un buscador de etiquetas y un sistema para ingresar el número de análisis que figura en las contraetiquetas.

Además, cualquier irregularidad puede denunciarse en las delegaciones del organismo. En la Ciudad de Buenos Aires, se puede acudir a la sede ubicada en Avenida Paseo Colón 922 o comunicarse al (011) 4349-2865.

Tecnología contra el fraude: desde códigos QR hasta "huellas dactilares"

La falsificación de productos, incluso en el mundo del vino, representa una amenaza seria para los productores, tanto en términos económicos como de reputación. Por eso, muchas bodegas están incorporando tecnologías que ayudan a garantizar la autenticidad de sus productos.

En Argentina, por ejemplo, Rutini implementó un sistema de etiquetas con código QR y patrones únicos en su línea Trumpeter. Al escanear el código, el usuario accede a una plataforma vinculada a Ethereum, donde puede confirmar la autenticidad de la botella.

El INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) también se sumó a esta cruzada. Desde el instituo participan en el proyecto TRACEWINDU, que busca desarrollar métodos para identificar características únicas de cada vino, creando una especie de “huella dactilar” que impida su falsificación.

Aunque estas tecnologías aún están en fase experimental, representan una alternativa prometedora para proteger tanto a productores como a consumidores. Asegurar el “ADN” de una botella es un desafío en marcha, pero las herramientas comienzan a estar al alcance.  /Ámbito