Jueves 08 de Mayo de 2025, 17:50

Prevost adoptó el nombre de León XIV y se espera que continúe, en parte, el legado de Francisco, especialmente en temas como el cuidado del medio ambiente, el acompañamiento a los pobres y la apertura hacia los migrantes.
Con 69 años, Robert Francis Prevost fue elegido este jueves por 133 cardenales como el nuevo papa de la Iglesia católica, convirtiéndose en el primer pontífice originario de Estados Unidos. El anuncio se realizó desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde apareció sonriente y con las manos alzadas. Su elección llega tras el fallecimiento de Francisco, ocurrido el mes pasado a los 88 años.
Prevost adoptó el nombre de León XIV y se espera que continúe, en parte, el legado de Francisco, especialmente en temas como el cuidado del medio ambiente, el acompañamiento a los pobres y la apertura hacia los migrantes. De hecho, el sitio especializado collegeofcardinalsreport.com destaca que León XIV comparte con su antecesor esa visión pastoral y el impulso a una Iglesia “en salida”.
También respaldó la reforma que permite que los católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil puedan recibir la comunión.Inicialmente fue destinado como misionero a la diócesis de Chulucanas, en Perú, una zona marcada por conflictos y minería ilegal.
Allí inició un trabajo sostenido en defensa de los derechos humanos y el medioambiente junto a su congregación, los agustinos. “Es muy conciliador, pero con las cosas también muy claras, esa es la imagen que me llevo de él”, afirmó un excolaborador suyo.
En Chiclayo, reemplazó a obispos ligados al Opus Dei, un cambio que, según especialistas como el profesor Fernando Ardito de la PUCP, respondió a la intención de Francisco de diversificar liderazgos en la Iglesia. “En Chiclayo había una tradición de obispos del Opus Dei y el papa quería cambiar eso”, recordó. El giro no fue aislado: en Lima también fue desplazado el cardenal Cipriani, del Opus Dei, reemplazado por Carlos Castillo, discípulo de Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación.
Prevost también coincide con Francisco en su postura a favor de los migrantes y del encuentro con las personas en sus territorios. “Francisco era italiano nacido en Argentina y dominaba los dos mundos.
Aquí podemos hablar hasta de tres mundos: nació en Estados Unidos, estudió en Roma y pasó 40 años de misionero en el Perú. Conoce las periferias”, destaca el chiclayano José Guadalupe.
Pese a estas coincidencias, se trata de una figura más hermética en sus opiniones públicas. La prensa peruana lo describe como un personaje reservado, poco afecto a los gestos grandilocuentes y prudente en sus declaraciones. Nacido en Chicago, fue ordenado sacerdote en 1982, lideró la Orden de San Agustín y, hasta la muerte de Francisco, estuvo al frente del Dicasterio para los Obispos. Habla español e italiano y tiene un doctorado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma.
En contraste con su continuidad en temas sociales,
Prevost mantiene posturas más conservadoras en relación con la comunidad LGBTQ+.
En una conferencia de 2012, criticó la “simpatía” que, según él, promueven los medios occidentales hacia “estilos de vida homosexuales” y “familias alternativas”. Aún no está claro si como papa mantendrá esa visión o adoptará una línea más inclusiva, como lo hizo su predecesor.La apuesta de Francisco por una relativa apertura —en ocasiones más verbal que práctica— en campos como la homosexualidad o el rol de la mujer en la Iglesia, así como su acercamiento a las comunidades migrantes, generó tensiones internas. El descontento de los sectores más conservadores llegó a alimentar rumores sobre un posible cisma eclesiástico, escenario que León XIV también deberá gestionar con diplomacia.
Los retos del nuevo Santo Padre son múltiples.
A su propia agenda deberá sumar la continuidad del trabajo iniciado por Benedicto XVI y profundizado por Francisco en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia y la prevención de nuevos casos. En ese sentido, su trayectoria no ha estado exenta de controversia: fue denunciado por una organización civil por supuestamente encubrir casos de abusos cometidos por dos sacerdotes de la diócesis peruana de Chiclayo, que dirigió hasta 2023. Sin embargo, la diócesis negó estas acusaciones y el periodista Pedro Salinas, quien investigó abusos dentro del movimiento Sodalicio de Vida Cristiana, las calificó como “absolutamente falsas”.
A estos desafíos internos se suman los conflictos globales.
León XIV también deberá posicionarse frente a guerras abiertas como las de Ucrania y Gaza, donde Francisco intentó mediar en favor de la paz.
En sus primeras declaraciones, el nuevo papa manifestó su anhelo de un mundo "desarmado" y comprometido con la paz.Fue electo en un cónclave que comenzó el 7 de mayo y concluyó al día siguiente, tras alcanzar la mayoría de dos tercios requerida entre los 135 cardenales menores de 80 años. Es el quinto papa elegido en solo dos días desde el año 1900. La decisión fue anunciada mediante la tradicional fumata blanca que emergió del Vaticano y fue recibida con expectativa en la Plaza San Pedro.
León XIV asume el papado en un momento de fuertes tensiones internas: el rol de las mujeres, los derechos de los fieles LGBTQ+, el celibato sacerdotal, el manejo de abusos sexuales y el lugar de los laicos en la toma de decisiones siguen siendo temas de debate. El nuevo papa deberá decidir si profundiza el camino sinodal e inclusivo iniciado por Francisco o si traza un rumbo más tradicional. /Perfil
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