Miércoles 21 de Mayo de 2025, 14:53
Pese a que bancos y consultoras destacan que la economía argentina transita una senda de recuperación sólida —impulsada por la caída de la inflación, condiciones de crédito más favorables y un ambicioso programa de reformas del Gobierno—, en su último informe de mayo, el FocusEconomics advierte que este repunte viene acompañado de una revisión al alza en las proyecciones de inflación y del dólar para fines de 2025.
El crecimiento económico superó el 6% interanual promedio durante los primeros dos meses de 2025, con sectores clave como minería, manufactura, comercio minorista y servicios financieros liderando el repunte. Del último informe del que participaron más de 50 bancos y consultoras se desprende que subió una décima la estimación de crecimiento del PBI (4,9%) y el dato anticipa que estará muy por encima del promedio regional para 2025.
Según las proyecciones, se espera que el PBI de Argentina crezca más del doble que el promedio de América Latina en 2025, gracias al apoyo del FMI, la reducción de la inflación y las tasas de interés, y las reformas gubernamentales orientadas a mejorar el clima de negocios. Y en ese consenso, el crecimiento de 2025 fue revisado al alza en 1,4 puntos porcentuales desde junio de 2024.
Los consultados por FocusEconomics detectan una expansión del PBI del 4,9% en 2025 —lo que representa un aumento de 0,1 puntos porcentuales respecto al mes anterior— y del 3,5% en 2026.
Por su parte, en abril,
la inflación descendió al 47,3% desde el 55,9% registrado en marzo, lo que representa el nivel más bajo desde abril de 2021. Desde un pico cercano a 300% a comienzos de 2024.
Ahora se espera que la inflación continúe disminuyendo en los próximos meses debido a una política fiscal restrictiva, una menor depreciación del tipo de cambio, una mayor competencia entre empresas, la reducción de las restricciones a las importaciones, la caída de los precios internacionales de las materias primas y una alta base de comparación. Los precios “vienen moderándose gracias a la apreciación del peso, la disciplina fiscal y la liberalización del mercado”. Se estima que 2025 cierre con una inflación de 30,1% (un punto porcentual más que hace un mes), y del 18,7% (baja de una décima respecto del sondeo anterior) para 2026.
"Esperamos que el proceso de desinflación continúe en los próximos meses, con una inflación interanual que caería al 30% hacia fin de año, debido a una menor transmisión a precios de lo esperado tras el levantamiento de los controles de capital en abril", señalaron analistas de BBVA.
Según los datos de alta frecuencia disponibles, la inflación mensual estimada para mayo ronda el 2,5% durante las primeras semanas del mes. "Además, se observan señales positivas adicionales: los precios de las naftas cayeron un 4% y el Gobierno redujo los aranceles sobre teléfonos celulares y otros productos tecnológicos. Por lo tanto, se espera que la inflación continúe desacelerándose en los próximos meses. Por esta razón, asignamos un sesgo bajista a nuestra proyección de inflación anual del 35% para 2025", añadieron desde BBVA.
Nuestro consenso: Los panelistas de FocusEconomics prevén que los precios al consumidor aumenten un 43,9% en promedio en 2025 —un alza de 1 punto porcentual respecto al mes anterior— y un 24,8% en promedio en 2026.
Respecto de la política monetaria, el Banco Central redujo su tasa de política monetaria del 32,00% al 29,00% a fines de enero, en respuesta a la caída de la inflación y una postura fiscal restrictiva. Con ello, el recorte acumulado desde finales de 2023 asciende a 104 puntos porcentuales. El consenso apunta a que continuará la flexibilización monetaria en la medida en que la inflación siga descendiendo, lo cual favorece el acceso al crédito y la inversión. Los panelistas de FocusEconomics proyectan que la tasa de política monetaria se ubique en 26,93% a fines de 2025 y en 18,56% a fines de 2026.
En cuanto al tipo de cambio, el consenso estima que el peso cerrará 2025 en $ 1329,6 por dólar, y 2026 en $ 1559,6.
Riesgos y desafíosPese al panorama optimista, existen riesgos latentes, según los analistas. La sequía continúa afectando al sector agrícola, y la caída en exportaciones de combustibles y productos agropecuarios en marzo es reflejo de ello. "Además, aunque la inflación muestra señales positivas, aún se mantiene en niveles altos en comparación internacional", indicaron.
A mediano plazo, los fundamentos macroeconómicos presentan una evolución favorable. Entre 2024 y 2026, se proyecta un superávit fiscal promedio del 0,2% del PIB, una reducción del endeudamiento público al 77,6% del PIB, y una inflación promedio anual que, aunque elevada (96,2%), muestra una clara tendencia descendente. /
Clarín