Para ello, Nueva Chicago deberá remitir mensualmente a la AFA un panorama médico, al tiempo que deberá notificar fehacientemente el alta médica definitiva.
En el fallo, el Tribunal admite haber valorado el descargo formulado por Perales, en el que negó "intención lesiva" y calificó el contacto como "desafortunado" y con el que intentó la morigeración de la sanción destacando su "corrección deportiva y ausencia de antecedentes", pero que optó por aplicar una "sanción ejemplar y proporcional, en atención a la gravedad objetiva del daño causado".
Cuándo y cómo se produjo la lesión
El partido de la grave lesión correspondió a la fecha 14 de la Primera Nacional, y se disputó en el estadio 23 de Agosto de San Salvador. Sobre el final del encuentro que terminó en victoria del local por 2-1, Callegari quiso salir jugando desde el fondo con pelota dominada cuando recibió desde un costado la zancada de Perales, quien intentó sacarle la pelota con demasiada vehemencia, sin medir la brusquedad de su cruce.
La acción, rápida, dejó a Callegari en el piso y revolcándose del dolor, y a Perales recibiendo de inmediato la tarjeta roja en mano del árbitro Llobet, que no dudó en expulsar al agresor, sin todavía detenerse en el daño que había sufrido el zaguero.
La secuencia fue confusa y dramática porque los jugadores de Gimnasia le protestaban al referí mientras los futbolistas de Chicago se acercaban a mirar el tobillo izquierdo de Callegari, colgando en forma escalofriante de la pierna del defensor, que gritaba víctima de la bronca y el estupor. Un pequeño tumulto terminó con el propio árbitro cayendo sobre la humanidad del capitán de Chicago.
El árbitro expulsó de inmediato a Perales, el agresor de Callegari. Foto: Captura TV.
El partido tuvo que ser demorado durante unos minutos mientras los médicos del club de Mataderos atendían a Callegari y el entrenador Walter Perazzo disponía su reemplazo. Chicago perdía 2-1 y necesitaba recuperarse mentalmente para tratar de buscar el empate contra un rival que se quedaba con 10 jugadores.
Pero la cabeza de todos, incluida la de los propios jugadores del Lobo Jujeño, se había quedado con lo que le había pasado al pobre Callegari, de quien se aguarda un primer parte médico aunque se presume que pasará un largo tiempo fuera de las canchas tratando de recuperarse.
Según medios jujeños, la fractura del tobillo de Callegari no fue expuesta por lo que el futbolista pudo viajar a Buenos Aires, donde se le realizarán los estudios pertinentes. /Clarin