Sábado 24 de Mayo de 2025, 08:05
Una familia de la localidad de Tunuyán, Mendoza vivió una angustiante experiencia al verse obligada a pagar una suma considerable para recuperar un peluche esencial para su hijo, quien tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA).El peluche, que es parte integral de la rutina diaria del niño, se perdió cerca de la plaza departamental de Tunuyán. Al tratarse de un objeto de apego que lo acompaña a la escuela, terapia y otras actividades, resultó fundamental tratar de encontrarlo.
A pocos minutos de extraviarse el peluche, la familia apeló a la solidaridad de los vecinos e hizo una publicación en las redes sociales pero no obtuvieron respuesta. Frente a la creciente angustia de su hijo, optaron por ofrecer una recompensa.
La familia, desesperada por el bienestar emocional del menor, hizo una publicación en las redes sociales y ofreció una recompensa de 100.000 pesos. Sin embargo, la situación se complicó cuando una pareja exigió 200.000 pesos para devolver el juguete.La familia, al no obtener resultados con su llamado a la comunidad, se enfrentó a una serie de mensajes falsos y amenazas. La madre del niño relató que la pareja que contactó a la familia aseguró tener el peluche, pero advirtió que lo harían desaparecer si no se cumplía con el pago exigido.
Esta situación de extorsión llevó a los padres a aceptar la demanda, a pesar de que la cifra superaba ampliamente la recompensa inicial.
La entrega del peluche se llevó a cabo en una vivienda del Barrio Bombal, en Tunuyán, donde la familia realizó el pago y finalmente recuperó el objeto.La madre, visiblemente afectada por la experiencia, expresó su alivio al tener de vuelta el peluche y ver a su hijo sonreír nuevamente. “Después de una larga negociación tengo el peluche. Mensajes, llamadas, ofertas, condiciones", expresó.
“Fue increíble todo lo que provocó colocar recompensa”, comentó al medio Los Andes. Ante el hecho ocurrido, la comunidad que se mostró solidaria quedó impactada por el giro que tomó la situación
Este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de las familias que dependen de objetos específicos para el bienestar de sus hijos con necesidades especiales.
La comunidad de Tunuyán, que inicialmente se mostró solidaria, se vio sorprendida por el giro que tomó la situación, transformándose en un caso de extorsión que dejó a la familia emocionalmente agotada. /
El Tribuno Jujuy