Domingo 25 de Mayo de 2025, 12:36
El concierto de Lali Espósito en el estadio de Vélez comenzó con fuerte contenido político por parte del público: miles de fanáticos saltaron al grito de “El que no salta, votó a Milei”, una consigna que se replicó en distintos sectores del estadio durante su primer recital de la gira. El video del momento se viralizó rápidamente en redes sociales, donde generó polémica y debate.
El show, que marcó el regreso de Lali a los escenarios y el inicio de su nueva gira, también estuvo cargado de señales políticas. En los puestos de merchandising se ofrecían remeras con la frase “no vayas a atender cuando el demonio twitee”, una referencia directa a Javier Milei y sus ataques en redes sociales contra la artista.
Me daría vergüenza cantar "El que no salta votó a Milei" con el Vélez al 50%. Mi regalando las entradas iba la gente. Plateas y campo por la mitad. ¡VERGONZOSO!
— Marcos Palazzolo (@marcalpalazzolo) May 25, 2025
Estas cosas pasan cuando te haces kirchnerista y avalás la corrupción de la condenada a prisión. #LaliEnVelez #lali pic.twitter.com/rZQj7nkbqo
Recital de Lali Espósito en Vélez: "El que no salta votó a Milei" pic.twitter.com/p7fQWobIaq
— Agencia El Vigía (@AgenciaElVigia) May 25, 2025
Si bien Lali ha recibido duras críticas del Presidente y sus seguidores, esta vez optó por canalizar el conflicto como parte de su propuesta artística. Sin embargo, para muchos, la cantante estaría aprovechando el enfrentamiento con el mandatario como una estrategia para sostener su popularidad y vender su música. En otras palabras, colgándose de la figura de Milei —a quien dice rechazar— para obtener rédito comercial y visibilidad en un mercado cada vez más competitivo como la música urbana.
NO VAYAS A ATENDER CUANDO EL DEMONIO TUITEE JAJAJAJAJJAJAJA
— TUGO News (@TugoNews) May 24, 2025
Que el gordo pelotudo del Presidente NO VEA ESTAS REMERAS DE LALI pic.twitter.com/y7CLj90GIe
Unas 50 mil personas asistieron al recital que sirvió como presentación en vivo de su sexto álbum, el más rockero hasta la fecha. Pero más allá de lo musical, el espectáculo quedó marcado por la tensión política que atraviesa a la figura de Lali, ahora convertida en una referente cultural crítica del gobierno, pero también cuestionada por quienes ven en sus gestos una jugada oportunista.