Lunes 26 de Mayo de 2025, 20:20

En un control rutinario sobre la intersección de las rutas 9 y 34, Gendarmería descubrió cocaína oculta en una camioneta que se dirigía al este tucumano. El hallazgo se dio gracias a la sospecha que despertó una rueda removida.
En el puesto de la Patrulla Fija “El Naranjo”, ubicado en el kilómetro 1.438, el día parecía transcurrir como cualquier otro: control de vehículos, documentos en regla, saludos breves. Pero una Toyota Hilux rompió esa monotonía con una rueda que no encajaba del todo en la escena.
El vehículo, proveniente del norte, tenía como destino la localidad tucumana de Burruyacú. Nada parecía fuera de lugar hasta que los ojos entrenados de los gendarmes del Escuadrón 45 “Salta” notaron lo que no se dice, pero se ve: la huella del apuro, el rastro reciente de una rueda removida.
Fue entonces cuando la inspección pasó de rutinaria a quirúrgica. Y ahí estaba: cocaína, fraccionada, prolijamente acondicionada y oculta en el compartimento de una de las ruedas. Diez kilos en total. Diez kilos que viajaban en silencio, casi al margen del radar, en una camioneta que quiso pasar como una más.
El procedimiento terminó con el secuestro de la droga y la intervención de la justicia federal. Una vez más, la paciencia y el ojo agudo hicieron la diferencia en una ruta por donde la ilegalidad insiste en transitar con disfraz de normalidad.
En un cruce clave del norte argentino, el trabajo de rutina volvió a ser noticia. Porque a veces —como esta vez—, una rueda que no encaja puede esconder mucho más que un desperfecto mecánico. /
El Ocho
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