Defensa quiere trasladar el sable corvo de San Martín a Granaderos: está en el Museo Histórico

Miércoles 28 de Mayo de 2025, 07:17

Es el principal tesoro del Museo Histórico Nacional desde que lo donó a la institución Manuela Rosas; un nuevo pedido de ese regimiento del Ejército Argentino reedita una vieja disputa



El sable corvo del general José de San Martín, legado en 1896 por Manuela Rosas y su familia al Museo Histórico Nacional (MHN), que en ese entonces dirigía su fundador, el historiador Adolfo P. Carranza, fue reclamado por el Ministerio de Defensa, confirmaron  desde la Secretaría de Cultura.

En 1897, un decreto del presidente José Evaristo Uriburu oficializó con un decreto la donación de la hija de Juan Manuel de Rosas al MHN, donde se lo exhibió por siete décadas. En tiempos de la proscripción del peronismo, el sable fue apropiado en dos oportunidades por integrantes de la Resistencia Peronista, y fue recuperado en ambas ocasiones. Durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía, la custodia del arma fue otorgada al Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, y allí permaneció por 48 años hasta que en 2015, con motivo de las celebraciones por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, fue restituido al MHN.

Actualmente, se exhibe acompañado de la espada del general Miguel Estanislao Soler, un espadín ceremonial del general Matías Zapiola, otro del general Gregorio Las Heras, el sable del general Eustoquio Frías, la espada del general Lucio Norberto Mansilla, la espada ceremonial del general Enrique Martínez y el sable del general José Antonio Álvarez de Arenales.

San Martín había comprado el sable -que se destaca por su sencillez- en Londres, en 1811. Por pedido del padre de la patria, tras su muerte, fue legado a Juan Manuel de Rosas. “El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de Independencia de la América del Sud le será entregado al General la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que tratan de humillarla”, dispuso en 1844.

En su carta, Manuela Rosas reconoció que el “verdadero hogar del sable del Libertador debiera ser en el seno del país que libertó”. Si el arma se traslada al Regimiento de Granaderos, el MHN perdería uno de sus principales tesoros.

Antecedentes de un reclamo

Los rumores comenzaron a correr cuando el presidente Javier Milei recibió, a inicios de mayo, acompañado por su hermana, Karina Milei, la Orden Ecuestre Militar de los Caballeros Granaderos de los Andes de parte del Regimiento de Granaderos a Caballo.

Personal del MHN escuchó en la sede que en agosto el sable corvo volvería a manos del Regimiento, que depende del Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, en una suerte de quid pro quo institucional. En otras gestiones, ese regimiento del Ejército Argentino había reclamado el sable corvo como propio.

Desde la Secretaría de Cultura, confirmaron que Defensa solicitó semanas atrás la documentación probatoria de que el sable corvo es propiedad del MHN. 

Cuando se les acercó la carta que certifica la donación hecha por Manuela Rosas de Terrero y su familia, que está en el archivo del MHN, Petri habría desistido del pedido. No obstante, el Presidente Javier Milei podría decidir, por decreto, el traslado del sable corvo a Granaderos.

La prensa consultó sobre el destino del sable sanmartiniano a los voceros del Ejército Argentino y del Ministerio de Defensa, que derivaron la inquietud a Casa Rosada, desde donde comunicaron que no tenían información al respecto.

“El lugar más adecuado”

Para el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Claudio Morales Gorleri, el lugar más adecuado para preservar y exhibir el sable corvo es el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.

“Cuando el sable fue entregado por Juan Manuel de Rozas, sobrino del Restaurador, a quien San Martín se lo legó en su testamento, el Regimiento de Granaderos estaba disuelto y su recreación fue en 1903 -dice el historiador-. El presidente Figueroa Alcorta dispuso su guarda en el Museo Histórico Nacional, pero ese sable corvo tiene una vinculación simbólica con el Regimiento y con todo el Ejército Argentino, siendo la insignia de la continuidad histórica desde San Lorenzo en 1812 hasta hoy. El sable fue robado dos veces del Museo, en el Regimiento nunca estuvo en riesgo. El decreto de traslado desde el Museo en 1967 decía: ‘… ser la Unidad que creara y la que más íntimamente está ligada en el sentir popular y a su vida gloriosa’. Granaderos es el lugar más propicio porque, además del entorno, lo visitan año a año miles de niños, delegaciones nacionales y extranjeras; lo que contribuye a la educación patriótica, asunto tan degradado en nuestro sistema educativo".

Morales Gorleri recuerda que en 2015 fue llevado nuevamente al MHN, con custodia de Granaderos. 

“Ocasionando una logística de traslado diaria y una manifiesta disminución de la seguridad -señala-. El General Espejo, en su libro El cruce de Los Andes lo cita a su jefe, San Martín, diciendo: ‘De lo que mis muchachos son capaces de hacer solo lo sé yo, quien los iguale habrá, quien los exceda no’. Resguardado por sus muchachos tiene que estar el sable”.  /La Nación