La intendenta Rossana Chahla junto a vecinos de diez barrios tucumanos puso en marcha el presupuesto participativo

Sábado 31 de Mayo de 2025, 08:09

INNOVACION. La iniciativa impulsada por la intendenta Rossana Chahla fue bien recibida por los vecinos de los primeros diez barrios en los que se pondrá a prueba.



La Municipalidad de San Miguel de Tucumán puso en marcha el Presupuesto Participativo 2026, un ambicioso programa de inversión ciudadana que permitirá a los vecinos definir en qué se destinará una parte del presupuesto municipal. Con una jornada informativa realizada en el Centro Integrador Comunitario (CIC) Vial III, en calle Benigno Vallejo al 3.900, más de 10 barrios de la zona suroeste —agrupados en el denominado “Distrito 12”— participaron del acto inaugural del mecanismo de democracia directa.

Esta iniciativa, impulsada por la intendenta Rossana Chahla y reglamentada el año pasado bajo su administración, busca profundizar la transparencia y fomentar la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones. “La escucha activa es el punto de partida de cada transformación. Estoy convencida de que una ciudad se construye escuchando”, sostuvo Chahla, en un mensaje directo a los referentes barriales que se acercaron al evento.

El Presupuesto Participativo es una herramienta de gestión pública que promueve la intervención de los ciudadanos en la planificación del gasto municipal. Según lo estipulado en la Ordenanza N° 5027/19, la ciudad capitalina ha sido dividida en 20 distritos, cada uno con derecho a proponer y votar proyectos de infraestructura, servicios o equipamiento comunitario que serán financiados con fondos municipales.

Durante el acto inaugural, la secretaria de Gobierno Camila Giuliano explicó que los vecinos del Distrito 12 —que abarca barrios como 2 de Septiembre, Presidente Perón, Villa Cabildo, Mutual Policial, El Manantial (Cooperativa 2 de Abril), ATEP II, entre otros— tendrán la oportunidad de elegir entre iniciativas como playones deportivos, centros culturales, corredores seguros, bibliotecas o salones de usos múltiples. “Es un proceso democrático en el que la ciudadanía decide en qué se invierte el dinero que proviene de sus propios impuestos”, enfatizó Giuliano.

Según el cronograma oficial, entre los meses de junio y septiembre los vecinos podrán presentar ideas y anteproyectos. En octubre se abrirá el período de deliberación pública y votación, donde se seleccionarán las propuestas más relevantes para cada distrito. La votación será secreta, universal y voluntaria, con el objetivo de reflejar las verdaderas prioridades de cada comunidad.

Una vez seleccionadas, las iniciativas serán elaboradas formalmente por una comisión ad-hoc conformada por un representante de la Municipalidad, un vecino del distrito y un miembro de alguna institución pública. Los proyectos aprobados pasarán luego al Concejo Deliberante para su validación definitiva, tras lo cual se iniciará su ejecución en 2026.

Para garantizar su implementación, la ordenanza establece que se destine un 2,5% del presupuesto general anual al Presupuesto Participativo. En su segundo año, esta cifra aumentará a 3,5% y, a partir del tercero, alcanzará el 5%. Cada secretaría del municipio deberá aportar las partidas necesarias para concretar las obras seleccionadas.

La iniciativa generó reacciones positivas entre los vecinos presentes. Martín Gómez, residente del barrio San Francisco, expresó su satisfacción: “Es muy bueno que sepamos en qué se invierte lo que pagamos de impuestos. Hoy se ven mejoras en los barrios populares: iluminación, pavimento, poda. Eso antes no pasaba”. Por su parte, Betina, del barrio Viviendas, remarcó: “Vivo ahí hace 25 años y es la primera vez que alguien se ocupa de verdad de las necesidades. Ahora podemos expresarnos y proponer”.

Con el lanzamiento del Presupuesto Participativo 2026, San Miguel de Tucumán se suma a otras ciudades del país que ya aplican esta metodología de gestión pública. El objetivo no solo es democratizar el presupuesto, sino también fomentar una ciudadanía activa y comprometida con la mejora de su entorno.

Con este nuevo paso, la capital tucumana refuerza su compromiso con una gobernanza moderna, inclusiva y transparente, donde la voz de los vecinos es escuchada y transformada en obras concretas.