“Me vuelo el frasco”: la cronología de 10 horas de terror en un gimnasio de Moreno

Miércoles 04 de Junio de 2025, 17:13

El policía Gabriel Fernando Danielo (39) mató a Marcela Fabiana Heredia (46) y luego se suicidó en Moreno



“Solo te voy a pedir que les digan a mis hijos que me perdonen, yo no voy a salir, ya tomé la decisión, me vuelo el frasco”. Esta fue una de las últimas frases del oficial inspector Fernando Gabriel Danielo (39) antes de pegarse un tiro en la cabeza y luego de mantener más de 10 horas en vilo a otros policías en un gimnasio de Moreno.

El derrotero comenzó a las 0.24 de este miércoles, cuando Anabel Viviana Florentín (35), ex pareja y madre de los hijos de Danielo, se presentó en la Comisaría de la Mujer y Familia de Moreno.

Allí, la mujer denunció a Danielo por violencia de género. Le había pegado y quebrado el tabique. Si bien estaban separados hacía tiempo, seguían conviviendo en la misma casa. Esa denuncia cambió la relación entre ambos y fue el inicio de un día que finalizó con dos muertes, más 10 horas de tensión y la participación de fuerzas especiales de la policía bonaerense.

Un nuevo protocolo del Ministerio de Seguridad indica que cada vez que haya una denuncia por violencia de género, a través de una plataforma digital la justicia puede acceder a su contenido.

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Marcela Heredia, la actual pareja de la ex mujer de Gabriel Danielo, fue asesinada por este policía en el interior de un gimnasio.

Cuando desde la fiscalía de turno entendieron que la mujer denunció a su ex pareja, quien era inspector de la Policía de la Ciudad, con trayectoria en la Policía Federal y con conocimiento en el uso de armas de fuego, se activó el protocolo de “alto riesgo”.

La justicia ordenó de inmediato la medida de exclusión de hogar y comunicó a la Policía de la Ciudad la decisión tomada en base a la denuncia.

Fuentes policiales confirmaron a Clarín que el Ministerio de Seguridad porteño recibió la información de la fiscalía interviniente. Tenían la orden de desarmar a Danielo. Antes de lograr hacerlo, el hombre fue hasta el gimnasio de Florentín, donde ocurrió la tragedia.

Qué pasó en el gimnasio

Eran cerca de las 16.30 cuando en la puerta del gimnasio Imperio, ubicado en Roque Sáenz Peña al 2200, esquina Centenario, en Moreno, Danielo se cruzó con Marcela Fabiana Heredia (46).

Heredia era la actual pareja de Florentín e intentó evitar que Danielo ingresara al gimnasio
. Como respuesta, el hombre le disparó al menos una vez. La mató en el acto. El cuerpo de la mujer estuvo al menos ocho horas tirado en la puerta del local.

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El frente del gimnasio Imperio, donde fue asesinada Heredia y se quitó la vida el policía Danielo.

La locura de Danielo continuó cuando tomó de rehén a su ex pareja, la propietaria del gimnasio y a quien él amenazó con su pistola reglamentaria Bersa Thunder.

Alertados de lo ocurrido, primero llegaron al lugar oficiales de la Comisaría Primera de Moreno y el policía porteño entonces liberó a Florentín. Pero como el femicida se atrincheró, alrededor de las 17.40 arribó personal de la Fuerza de Operaciones Especiales (FOE) de la policía bonaerense.

Horas en vilo

Un negociador comenzó el diálogo con Danielo aproximadamente a las 18.45.
El hombre estaba armado y se rehusaba a entregarse.

El local es en un primer piso y tiene solo una puerta de ingreso, lo que dificultó el trabajo de los policías de las fuerzas de elite. La negociación para que Danielo se entregue continuó y comenzaron a llegar al lugar sus padres, hermanos, amigos y hasta su jefe de la Comisaría Vecina 2B porteña.

“Ingresar era la última instancia, porque era una persona armada y preparada para disparar, lo que genera un riesgo para sí mismo como para terceros”
, explicó a Clarín una fuente policial.

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Un fuerte operativo policial se montó alrededor del gimnasio en el que se produjeron dos muertes.

Por los parlantes del gimnasio la policía le hizo escuchar audios de sus familiares y amigos. Nada hizo que el atrincherado cambie su actitud.

“Solo te voy a pedir que les digan a mis hijos que me perdonen, yo no voy a salir, ya tomé la decisión, me vuelo el frasco”
, les decía a los policías que intentaban calmarlo.

A su vez, el inspector Danielo entregó una carta en la que describía la relación que tenía con su ex pareja Florentín.

El hombre solo tenía un último pedido: hablar por teléfono con la madre de sus hijos para “decirle que era una hija de p... y que por ella se iba a matar”
, según reconstruyó una fuente.

La decisión final

Las horas corrían y la tensión continuaba tanto dentro del gimnasio Imperio, como en las adyacencias. Danielo seguía amenazando con dispararse.

“Ya está, ya tomé esta decisión y no hay vuelta atrás. Me van a dar 25 años y a la cárcel no voy”.
El policía era consciente de que iban a imputarle el homicidio de Heredia y que la cárcel era un destino inevitable.

Agotadas todas las instancias de negociación, a las 2.27 se tomó la decisión de ingresar al lugar para reducir a Danielo. Los policías de los grupos especiales entraron al lugar. En el fondo, detrás de una puerta, se escuchó un solo estruendo.

Cuando abrieron la puerta encontraron al inspector Danielo tirado en el baño, con un disparo en el costado derecho de la sien, en gravísimo estado.

Fue trasladado en una ambulancia al Hospital Lucio Mariano y Luciano de la Vega, donde murió esta madrugada.

La fiscal Betiana Gullerón, a cargo de la Fiscalía N° 2 de Moreno, estuvo presente durante todo el procedimiento policial. La funcionaria ordenó una serie de medidas, entre ellas la operación de autopsia de Danielo y Heredia.

Veinte años como policía

Gabriel Fernando Danielo tenía 39 años y hacía dos décadas que era policía. Se inició en la Policía Federal, donde estuvo casi 12 años. En 2017 realizó el traspaso a la Policía de la Ciudad.

En la fuerza porteña estuvo en la Dirección de Pacificación Barrial, luego pasó a la Comisaría Vecinal 10C en abril de este año y en menos de un mes fue trasladado a la Comisaría Vecinal 2B, en Recoleta.

De acuerdo a las fuentes, no poseía denuncias previas a la de Florentín y tenía apercibimientos y notificaciones por cuestiones menores, como llegadas tarde al puesto de trabajo. /Clarín