Jueves 05 de Junio de 2025, 10:17
El drama de
Alejo Arias (26) y su familia que lo aguardaba en Mendoza terminó esta madrugada.
El joven argentino que había sido detenido el 14 de julio de 2023 por la policía de Nayib Bukele en El Salvador, finalmente fue liberado y regresó a la Argentina este jueves por la madrugada.El abogado defensor
Miguel Ángel Pierri, quien siguió todo el proceso a pedido de los padres de Alejo, escribió en su cuenta de X. "Sandra y Mauricio felices, llegó!!"
El operativo de retorno se manejó en confidencialidad, intervino la Cancillería y hubo gestión de funcionarios políticos del gobierno de
Javier Milei. Esta madrugada, Alejo se reencontró con sus padres
Sandra y
Mauricio, y en casa lo espera su única hermana
Agostina.
"Recé todos los días para volver a escuchar su voz, ver su cara, tocarlo", le había dicho a Clarín su mamá, Sandra González, el año pasado mientras esperaba novedades de su hijo.
Alejo Arias cursó el secundario en el colegio Santa María de Oro, de orientación técnica. Después, empezó a estudiar Radiología en la Universidad de Congreso, en el centro de Mendoza. Y, como su padre, trabajaba en una pinturería.
Alejo Arias González (24) estuvo casi dos años detenido.
Según su familia, Alejo viajó a El Salvador, el 6 de marzo de 2023 por una oferta laboral legal. Sus empleadores, que eran colombianos, le pagaron el pasaje en avión desde Santiago de Chile a El Salvador y le iban descontando el costo ticket aéreo con lo que trabajaba allá.
La familia asegura que Alejo no sabía que sus empleadores eran parte de una organización colombiana de microfinancieras ilegales que habría enviado 20 millones de dólares a Colombia. El argentino había vendido su auto, un Fiat 128 para pagarse su estadía allá. El trabajo lo consiguió a través del novio colombiano de una prima que vive en la provincia argentina de San Luis.
Casi dos años incomunicado
El joven argentino fue detenido el 14 de julio de 2023 y, junto a otros colombianos, acusados de delitos de lavado de dinero y activos, receptación y agrupaciones ilícitas.
Fue trasladado a una cárcel de El Salvador bajo el estricto régimen carcelario de Nayib Bukele, el presidente que está implementando una férrea política de seguridad contra las maras.
Las imágenes que llegan de las cárceles de El Salvador, cuyo presidente es Nayib Bukele, son de alto impacto, estremecedoras, dan miedo.
Alejo Arias, el mendocino que estuvo casi dos años detenido en El Salvador.
El mendocino quedó incomunicado. Primero estuvo dos semanas en El Penalito, algo así como una comisaría, un galpón donde los reos esperan ser trasladados a alguna de las cárceles del país. Luego lo llevaron al Centro Penal de Jucuapa, en el distrito Usulután, cerca de la costa, a 200 kilómetros de la capital de El Salvador, un centro de detención de mediana seguridad, “en el que no hay maras pero sí hacinamiento”, según describió Mauricio Arias, padre de Alejo.
"Vimos su cara en un video, lo llevaban con la cabeza baja, flaquito, deprimido", avanza Mauricio. Con el mismo uniforme que el resto de los presos, Alejo vestía una remera blanca y un short del mismo color. Fue la última vez que vieron la imagen de sus hijos, porque nunca le permitieron contacto telefónico ni presencial con su familia en Argentina.
Sus abogados, con Miguel Ángel Pierri a la cabeza, que tomó el caso "ad honorem", y apoyado por Walter Mata en El Salvador, pidieron que interviniera la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la condición humanitaria de Alejo empezó a ser monitoreada por la cancillería argentina.
Alejo Arias, el mendocino detenido en El Salvador desde el 14 de julio de 2023.En abril de 2024, fue trasladado a un centro de detención más abierto, el Penal Occidental de Santa Ana, a 62 kilómetros de la capital, donde el personal del consulado argentino puede acceder con menos protocolos.
Pasó dos cumpleaños detenido y sin siquiera poder hablar con alguien de su familia. Esta madrugada, en un operativo silencioso, el argentino llegó al país y esta tarde vuelve a su casa en Rivadavia, una ciudad dedicada al agro, a 60 kilómetros de la ciudad de Mendoza.
/Clarín