Jueves 05 de Junio de 2025, 18:11

Devyn Aiken, una mujer de 30 años de la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania, Estados Unidos.
Devyn Aiken, una mujer de 30 años de la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania, Estados Unidos, decidió practicarse un procedimiento quirúrgico para cambiar su apariencia, por lo que se vio en la necesidad de ahorrar durante diez años.De acuerdo con la información revelada por la joven a través de su cuenta de TikTok, la cirugía estética que planeaba hacerse desde que era una adolescente costaba alrededor de 11.000 dólares.
Tras varios meses intentando reunir los recursos económicos necesarios, en noviembre de 2024, la estadounidense finalmente pudo someterse a una rinoplastia con el cirujano Mark Ginsburg para empezar de cero con su vida.
Una vez que la mujer salió del quirófano, los detalles de su proceso de recuperación fueron revelados en redes sociales y algunos medios locales, en los que meses después contó que el procedimiento le había permitido ver con claridad lo que quería.
Una historia de amor que llegó a su fin
Devyn se casó con su pareja cuando tenía 23 años, pero con el paso del tiempo la joven sintió que el matrimonio la había atrapado, sin embargo, en ese momento dejar a su esposo no era una opción debido a que ella consideraba que la sociedad la señalaría por hacerlo.
A pesar de ello, prefirió permanecer unida al hombre por alrededor de siete años, pese a que cada vez era más evidente la distancia y las diferencias entre ambos, lo que hacía de su relación una situación complicada.
No obstante, dos meses después de que la mujer se realizara la cirugía estética por la que había ahorrado una década, publicó un video en la plataforma de TikTok en el que mostraba su nuevo departamento, donde según ella tendría un “nuevo capítulo de felicidad y prioridad”.
En ese sentido, la joven subrayó que luego de pasar entre tres y cuatro semanas recuperándose y esperando que la hinchazón de su cara bajara, tuvo tiempo para darse cuenta de que era “suficientemente fuerte” para hacer las cosas sola.
Tan pronto como Devyn pudo salir de la cama, solicitó el divorcio, al asegurar que dos años antes tanto ella como su esposo habían decidido separarse, lo que además la había motivado a practicarse el procedimiento.
Hasta el momento se sabe que la mujer está esperando que el proceso de divorcio con su pareja culmine, ya que en repetidas ocasiones ha mencionado que ese paso es el que le hace falta para “tener su brillo”.
/La Nacion
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