Cristina Kirchner saludó desde el balcón a una militancia que la aplaude pese a los delitos: video

Miércoles 11 de Junio de 2025, 00:46

Condenada a seis años de prisión, Cristina Fernández eligió el balcón como escenario de su victimización, sostenida por un núcleo de seguidores que ignoran los hechos.



Cristina Fernández de Kirchner volvió a aparecer públicamente tras la condena firme, esta vez desde el balcón de su departamento en Constitución, donde saludó a una multitud de militantes que se congregaron en las inmediaciones para expresarle apoyo tras la ratificación de su condena a seis años de prisión por corrupción en la causa Vialidad.

La ex presidenta, condenada por defraudación sistemática al Estado argentino, evitó toda autocrítica y optó por victimizarse ante sus seguidores, a quienes volvió a movilizar con discursos emocionales. En un gesto que buscó teatralizar un supuesto "renacer del peronismo", Cristina y su hijo Máximo Kirchner saludaron a una militancia que parece más dispuesta a negar la realidad judicial que a aceptar el fallo de la Corte Suprema.

"Miren lo que lograron, activaron las células dormidas del peronismo", exclamó una voz entre la multitud, mientras se compartían imágenes de la concentración en redes sociales. La escena, sin embargo, pone en evidencia una vez más el fenómeno del culto a la personalidad que domina a una parte del electorado peronista, incapaz de procesar los hechos probados por la Justicia.

Lejos de representar un acto de reflexión o aceptación de su situación judicial, la convocatoria fue una nueva muestra del blindaje político que Cristina aún mantiene entre sus seguidores más leales. Mientras tanto, el resto del país observa cómo una dirigente condenada por corrupción es defendida con fervor militante, como si se tratara de una heroína perseguida y no de una funcionaria que, según el fallo judicial, perjudicó gravemente las arcas del Estado.

Mientras la ex presidenta se prepara para cumplir su condena en prisión, la pregunta que queda flotando es si su núcleo duro está dispuesto a convivir con la verdad, o seguirá alimentando un relato que niega la justicia y el daño institucional cometido.