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Bienes embargados, sin jubilación de privilegio y con la lupa del ARCA, ¿de qué vivirá Cristina?
Viernes 13 de Junio de 2025, 07:01
Si bien tiene una larga condena que cumplir, muchos analistas descuentan que será en arresto domiciliario aunque serán los jueces los que tendrán la última palabra al respecto, y eso no cambia el hecho de que quedará en la ruina y sin un peso como vaticinó la dirigente del PRO, Laura Alonso una década atrás.
Los chocolates onerosos de Rapanui; las joyas y, en especial, las perlas que solía comprar sin escatimar el precio, su devoción por los relojes de precisión y de lujo como el Rolex de oro con incrustaciones de brillantes, valuado en u$s35.000, su espléndido vestuario, toda una vida al servicio del lujo como si intentara competir con el magnate Donald Trump desde su posición de "abogada exitosa" y "arquitecta egipcia".
Tendrá que devolver cifras difíciles de pensar y cuantificar para cualquier argentino de a pie que intenta llegar a fin de mes y, en ocasiones, no lo logra. 85.000 mil millones de pesos y, encima, Milei le pidió a la justicia civil que se actualice ese número por el tiempo pasado y la inflación que licuó todos los pesos robados al Estado nacional.
Por ejemplo, por la causa Vialidad debiera devolver voluntariamente, en principio, y, obligadamente, si no lo hace por motu propio, $84.000 millones en bienes que hayan sido adquiridos como consecuencia de la administración fraudulenta por la que se la encontró culpable.
Cristina posee $249 millones en el sistema bancario y bursátil. Un automóvil de gama media y algunos bienes que fueron debidamente declarados ante la Oficina Anticorrupción cuando se despidió de la vicepresidencia en 2023, además del usufructo de propiedades en Recoleta y El Calafate.
Con este "blanco", y actualizado por la inflación, Cristina podría alcanzar una cifra levemente superior a los $600 millones. Lejos de los $84.000 que buscará rescatar el fiscal Luciani.
Llegado a este problema financiero sin solución, en apariencia, Cristina pasará a ser una mujer que deberá ser sostenida por sus hijos y, probablemente, ese haya sido el esquema pensado desde el primer momento ante un final que era previsible, pero que se demoró mucho tiempo.
Todo el período presidencial de Mauricio Macri y de Alberto Fernández para juzgar hechos anteriores a la gestión de Cambiemos.
La lujosa vida de la familia política patagónica más famosa continuó su derrotero, pero las declaraciones juradas de Cristina mostraron cambios significativos.
Néstor Kirchner no era un desarrollador inmobiliario. Esa rara especie de empresarios que en varios países tienen una influencia desmesurada en el ordenamiento estatal. Solo hay que fijarse el derrotero político de Donald Trump en EE.UU. o familias muy poderosas como los Caputo, con gran influencia y predicamento en distintas gestiones presidenciales.
Néstor no construía, pero adquiría casas y terrenos y, casi que los coleccionaba. Cuando llegó a la Casa Rosada contaba con 14 casas, 3 departamentos, 2 locales y un terreno. Pertenecer al poder, casi siempre tiene sus beneficios, no solo se sirve al ciudadano y al prójimo. Cuando dejó la presidencia declaró 16 casas, 13 departamentos, dos locales, seis terrenos y sumó dos vehículos.
Y ¿su esposa, hoy viuda? Tenía 3 casas y un departamento. En 2006 adquirieron la sociedad anónima "Los Sauces", que en la actualidad sigue bajo investigación por presunto lavado de dinero y, en 2008, obtiene el control de "Hotesur", otra sociedad anónima que acumula fojas de expedientes por la misma razón que Los Sauces.
Al fallecer Néstor, Cristina declaró públicamente que los "Bienes, depósitos y dinero al final del año" (2012) alcanzaron los $48.213.189,81. Esa cifra subió a $77.303.100,23 en 2015, cuando finalizó su segundo mandato, parte de la "década ganada".
Lo fue en términos patrimoniales personales porque dejó el poder a Federico Pinedo que se lo trasladó a Mauricio Macri, y se fue a alguna de sus 24 inmuebles provenientes de "la herencia": Si la desglosamos, había 11 departamentos, 5 lotes de terreno, 4 casas y 4 locales.
En 2017 se lee otra declaración jurada presentada en la Oficina Anticorrupción porque fue elegida senadora por la provincia de Buenos Aires. Faltaban todas las propiedades sobre los que poseía el 50% de la titularidad, con excepción de un lote en El Calafate en el que tenía el 25%.
Pero, como enseñan en las escuelas de perito mercantil, lo que entra por un lado, sale por el otro. En un balance y la declaración jurada el que vio incrementar su patrimonio fue el diputado nacional, Máximo Kirchner, que explicó un aumento de la titularidad de los bienes obtenidos a través de "la herencia", que pasó del 25% al 50%.
De esta manera, el ítem "Bienes, depósitos y dinero al final del año" de la primera declaración jurada de Máximo Kirchner disponible, que corresponde al año 2014, casi llega a los $36 millones. En 2023, cuando dejó su banca de diputado, reportó una cifra cercana a los $4.720 millones.
Sin embargo, los bienes de sus hijos también podrían ser embargados en caso de que Cristina no pueda restituir los fondos que la Justicia le solicita. En ese caso, sumaría un problema adicional a su situación financiera.
El abogado constitucionalista Lorenzo Barone explicó que la ejecución de esta medida recaería en el Poder Judicial que debería identificar bienes suficientes para cumplir con la sentencia. "El Estado, como acreedor, buscará los bienes necesarios para ejecutar el pago ordenado por la justicia", explicó el experto a Cadena 3.
En ese sentido, aseguró que los bienes transferidos a sus hijos como anticipo de herencia también podrían ser reclamados por mediante un procedimiento judicial: "Los acreedores tienen derecho sobre los bienes del causante, pero se requiere un proceso para revertir ese patrimonio al titular original".
Algo que, de hecho, pasó en 2016, cuando tanto Máximo como Florencia fueron embargados por el juez Julián Ercolini. La medida fue sobre dos hoteles y más de 10 inmuebles que formaban parte de la herencia de Néstor y que fueron cedidos por Cristina.
Desde noviembre del 2024 Cristina no percibe su jubilación de privilegio, ni tampoco la pensión que percibía por Néstor Kirchner. Es que el Gobierno de Milei hizo efectiva la baja.
A través de la Resolución 1092/2024 publicada en el Boletín Oficial, ANSES indicó entonces que las asignaciones "devienen jurídicamente incompatibles para quien haya cometido un delito en ejercicio de la misma función pública". Se trata de la suma de 21.827.624 pesos.
La resolución se conoció días después de que la Cámara Federal de Casación Penal confirmara la condena a la ex presidenta "a la pena de seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos accesorias legales y las costas del proceso, por considerarla autora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública". Es la misma condena que este martes quedó firme, luego del fallo de la Corte Suprema.
Pese a los recursos legales y pedidos que elevó la exmandataria en todo este tiempo, mediante sus abogados, no volvió a cobrar la jubilación de privilegio. Y es posible que, confirmada la sentencia por la Corte Suprema, no vuelva a hacerlo. De hecho, a modo de mensaje, el miércoles el Gobierno instó al exvicepresidente Amado Boudou -también con condena firma- a que devuelva $236 millones percibidos como jubilación de privilegio.
Tampoco podrá contar con la renta de sus hoteles en la Patagonia. La familia Kirchner cuenta con dos sociedades que también están bajo investigación judidicial: Hotesur, que tiene el Hotel Alto Calafate, y Los Sauces, compradas en 2008 y 2006, respectivamente. Ambas tienen embargos de la Justicia, por lo que la exmandataria no podría disponer de la renta de estos inmuebles.
Por eso, se señala al comienzo que todo es ingenuo y surrealista en las familias del poder en la Argentina si se intenta obtener una comparación con gente común y es casi naif decir que ahora Cristina deberá ser sostenida por sus hijos, Máximo y Florencia.
Porque lo que se contó en esta nota es el blanco. Existe otra cara de la moneda, el ingreso "en negro", de la que se habla desde hace años y no prosperan las pruebas.
Si se dice comúnmente que se "robaron un PBI", las retroexcavadoras que utilizó el fiscal, Guillermo Marijuan, en Santa Cruz, en 2016, para encontrar tesoros escondidos y enterrados como solían hacer los narcos colombianos porque no tenían donde guardar la plata, deberían ser utilizadas nuevamente o buscar otras maneras más sofisticadas de dar con un tesoro disimulado, encubierto, que habría hecho las delicias de Robert Louis Stevenson si viviera en la actualidad. /iProfesional