Viernes 11 de Julio de 2025, 10:25
Desde la antigüedad, la adrenalina y la pasión por las competiciones han estado unidas a las apuestas deportivas. Pero, pocas personas conocen cuál fue el deporte en el que se realizaron por primera vez las predicciones sobre el futuro.
Conocer un poco más sobre esta disciplina y cómo fue la cuna de una actividad de entretenimiento considerada como milenaria, permite indagar más sobre el origen de la civilización. Además, sirve para entender cómo iniciaron las primeras manifestaciones organizadas llamadas hoy en día como deportes.
La antigüedad y los primeros datos sobre apuestas
Conocer cuál fue el deporte más antiguo en el que se hicieron apuestas deportivas es un viaje de enriquecimiento histórico. Aunque sigue siendo complicado definir la primera disciplina donde se llevaron a cabo las predicciones, los datos arqueológicos indican que, civilizaciones pasadas, tanto de Grecia como de Roma, crearon las primeras manifestaciones del deporte, en las cuales, casi con total seguridad, también se hacían apuestas deportivas.
La Mesopotamia brinda muchos indicios sobre lo que pueden ser las actividades donde se podían haber involucrado los pronósticos. A pesar de no existir un registro histórico como hoy en día, algunos pasatiempos como los juegos de dados eran ya comunes.
También, había carreras de carros, una forma de competencia que surgió un poco más tarde que otros deportes. Las mismas eran una fuente de emociones para las culturas pasadas y con una alta probabilidad de apuestas para indicar quién ganaría al final.
La naturaleza de una competencia en la que hay perdedores y ganadores, fue lo que dio origen a las apuestas deportivas a favor de un atleta.
Pero, en la antigua Grecia hay datos más sólidos sobre los deportes organizados, lo que deja aún más claro que pudieron existir apuestas deportivas en ese momento. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos, iniciados cerca del 776 a.C., no representan solamente una fiesta religiosa o atlética, sino también un evento de importancia social.
Si bien es cierto que no existen registros sobre la existencia de casas de apuestas o una forma de hacer apuestas legales en los Juegos Olímpicos, tal como hoy en día, el prestigio por ganar deja claro que sería imposible que no hubiera apostadores indicando posibles resultados.
El placer de vencer o el miedo a perder eran dos elementos que hacían que los observadores se animaran a poner en juego sus bienes o reputación para mostrar su apoyo a los competidores.
Disciplinas como las carreras a pie, la lucha, el boxeo y el lanzamiento de jabalina y disco, son deportes que tienen una alta posibilidad de ser objeto de apuestas deportivas hechas de manera informada en dicha época.
La antigua Roma y la popularidad de los eventos deportivos
Roma llevó las apuestas deportivas a otro nivel. Tras su atracción por los eventos deportivos, no solamente continuaron con las prácticas de los griegos, sino que las hicieron más emocionantes para los espectadores.
Durante la expansión romana se comenzaron a ver carreras de carros y peleas de gladiadores, que se efectuaban especialmente en el Circo Máximo. Se trataba de eventos de gran relevancia que hacían que miles de fanáticos se acercaran a verlos.
En este orden de ideas, las apuestas deportivas experimentaron un rápido crecimiento, pues al haber deportes organizados, la gente invertía grandes cantidades de dinero o hasta propiedades para indicar un posible resultado.
Los carros participantes representaban a varios conjuntos, tales como los blancos, rojos, verdes, azules, etc. Además, contaban con una comunidad de seguidores que no tendrían ninguna duda en predecir un resultado a favor de su equipo preferido. La brutalidad de las peleas de gladiadores también generó suficientes expectativas en el mundo de las apuestas, enfocándose en quienes quedarían con vida en el terreno de juego.
Haciendo a un lado las carreras de caballos y los deportes de lucha, también existieron otras formas de hacer apuestas en directo en la antigua Roma. Esta actividad de entretenimiento pasó a formar parte de la sociedad de alto prestigio, tanto así que, emperadores como Calígula eran conocidos por ser adictos a las apuestas.
Aunque los registros históricos no revelan información tan detallada como se quisiera, la presencia de los juegos de azar y una cultura fanática de las competencias deja claro que las apuestas deportivas tuvieron que existir de alguna manera.
Reflexiones sobre el primer deporte donde se hacían apuestas
Evaluando la información disponible, no es sencillo indicar que exista un deporte como tal en el que se hicieron las primeras apuestas deportivas.
Pero, las carreras de carros y las luchas de gladiadores durante la antigua Roma y Grecia son las disciplinas que más apuntan a serlo. La facilidad con la que había que predecir un marcador (victoria o derrota) y la gran cantidad de fanáticos de dichos eventos hacen de ellas la oportunidad ideal para que las personas pusieran a prueba su capacidad para intuir un resultado y usar la suerte.
Sin embargo, no se puede dejar de lado la posibilidad de que existieran otras competencias primitivas, tales como las carreras a pie o torneos de fuerza en los que también pudo haber apuestas deportivas.