Adolfo Cambiaso y otro festejo para la historia: con su hija Mía, de 22 años, fueron campeones del Abierto Británico

Domingo 20 de Julio de 2025, 16:10

El abrazo Mia y Adolfito tras ganar el Abierto Briánico y hacer historia.



Adolfito Cambiaso es historia pura del polo. El crack de Cañuelas es el mejor polista de todos los tiempo y se cansó de conquistar títulos y romper récords en Argentina y en el mundo. Y a los 50 años, lejos de relajarse y disfrutar de sus merecidos laureles, sigue buscando nuevos desafíos y aprovechando para darse gustos y cumplir nuevos sueños. Así lo hizo este domingo junto a Mía, la mayor de sus hijos, en el Cowdray Park Polo.

Allí, en la cancha del coqueto y prestigioso club, ubicado en el condado de Midhurst, a unos 80 kilómetros al suroeste de Londres, los Cambiaso protagonizaron un festejo que quedará en los libros grandes de este deporte. La dupla, en compañía de Paco de Narváez y el inglés Hugo Taylor, se coronó en el Abierto Británico, el torneo de alto handicap más importante de Europa, gracias al triunfo de La Dolfina Scone por 9 a 8 sobre Kazak, liderado por Nicolás Pieres y Francisco Elizalde, en el duelo decisivo.

Con el triunfo se transformaron en la primera pareja de padre e hija en levantar el trofeo. Además, Adolfito conquistó su noveno título y se convirtió en el argentino más ganador del certamen, al romper el empate con Eduardo Moore. Y Mía, con apenas 22 años, se consagró por primera vez y es apenas la tercera mujer, y la primera argentina, en salir campeona en este evento, después de Nina Clarkin (2003) y Kayley Smith (2023).

El festejo dejó claro cuánto significó la victoria para Cambiaso, que ganó, por ejemplo, 18 veces el Argentino Abierto, la cita más importante del polo. Y no porque sumó una corona más a sus vitrinas. El líder de La Dolfina, que fue reemplazado por Tomás Panelo tras lesionarse la mano derecha, quería hacer historia con Mía. Por eso, se lo vio muy emocionando, celebrando primero con un grito que le salió del alma, arrodillado al costado de la cancha, y luego, fundiéndose en un emotivo abrazo con su hija y su mujer María Vázquez. /Clarìn