El auge de la construcción de barrios cerrados que experimentó Yerba Buena en las últimas décadas cambió la fisonomía de una ciudad que hoy encandila por la naturaleza, la calidad de vida, el espíritu deportivo y los servicios comerciales, especialmente gastronómicos.
Más de medio centenar de desarrollos inmobiliarios de enormes dimensiones otorgan beneficios para quienes residen en ellos, pero perjudican y complican al resto de los yerbabuenenses en diversos sentidos. Principalmente porque incomunican y fragmentan la “Ciudad Jardín”. Por estos motivos, el proyecto de ordenanza de un nuevo Código de Planeamiento Urbano (CPU) contiene una regulación más exhaustiva, moderna e integrada para este tipo de barrios.
La propuesta desarrollada durante casi dos años por el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) se encuentra bajo estudio del Concejo Deliberante y busca reemplazar el desactualizado CPU vigente, que data de 1994 (Ordenanza 613). Pensando en la ciudad de los próximos 25 años, se hizo una proyección integral y plural para atender requerimientos actuales y futuros que permitan controlar y encauzar el crecimiento de la ciudad.
La principal novedad para los desarrollos inmobiliarios de barrios privados (contemplados en el capítulo 4 de la propuesta, que fija los lineamientos para las “urbanizaciones especiales”) es que se les pone un límite de 250 metros para asegurar la conectividad de la ciudad y evitar barreras físicas enormes como ocurre en la actualidad. Se consignó que si una urbanización especial excede esa longitud, se deben abrir calles públicas intermedias y cederlas al municipio, dotándolas de infraestructura.
Evitar taponamientosEl secretario de Planificación y Obras Públicas, Esteban Auad, reconoció que hoy Yerba Buena “está minado” de barrios privados y de otras urbanizaciones especiales. “Eso hizo que la ciudad se vaya desconectando o fragmentando. No se previó la apertura de las calles”, declaró. De todos modos, hizo la salvedad de que todo se desarrolló cuando la población de la ciudad era la mitad (el Censo 2022 arrojó 82.000 habitantes).
El presidente de la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante, Franco Marigliano, remarcó que el nuevo CPU “no puede solucionar” las complicaciones que tiene actualmente la ciudad a causa de este tipo de desarrollos inmobiliarios, pero remarcó que sí servirá para planificar lo que se viene. “El código plantea toda una trama vial que el día que compres (lotes) vas a saber por dónde van las vías. No van a aparecer barrios privados gigantes que van a taponar (la circulación)”, ejemplificó.
Otro cambio significativo que se plasmó en la propuesta del DEM es que los conjuntos inmobiliarios deberán “abrir lotes hacia la vía pública a fin de evitar frentes cerrados continuos que generen condiciones urbanas no convenientes”. De esta manera, el Municipio busca dar vida a las calles y evitar que haya nuevos “paredones muertos” como sucede, por ejemplo, en calle Bascary, entre avenida Perón e Higueritas: de ambas aceras hay cercos de unos 200 metros de barrios privados. El proyecto, sin embargo, plantea que en casos inferiores a 80 metros de longitud serán las autoridades municipales las que evaluarán la aplicación de la disposición.
El proyecto fija también que “todo proyecto que se desarrolle en una parcela que se vea afectada por la prolongación de calles o colinde con cursos de agua, deberá solicitar factibilidad urbanística ante el Departamento Ejecutivo Municipal”.
El concejal Marigliano afirmó que están revisando y haciendo ajustes en cada capítulo de la iniciativa que busca reemplazar el CPU actual, que data de 1994 (Ordenanza 613). Estimó que en algunas semanas tendrían listo el dictamen y estimó que el cuerpo deliberativo que conduce Javier Jantus podría convocar a una sesión especial en unos 30 días.
Puntos claves1. El Departamento Ejecutivo Municipal desarrolló durante casi dos años un nuevo Código de Planeamiento Urbano para Yerba Buena.
2. La iniciativa fue girada hace unos meses al Concejo Deliberante para su estudio. Estiman que en pocas semanas podría obtener dictamen favorable.
3. El oficialismo municipal considera que a fin de mes se podría estar sesionando para tratar la nueva ordenanza, que busca reemplazar a la de 1994.