En
una de sus primeras entrevistas desde su llegada a Avellaneda, Marcos
sorprendió al hablar con total sinceridad sobre el conflicto que lo sacó
de Boca.
"¿Por
qué me fui de Boca? Todo empezó en el partido contra Independiente, que
me sentí mal. Al otro día me entrené pero Herrón me sacó, dijeron un
montón de barbaridades, muchas mentiras. Mi hija es fanática de Boca y
entiende todo, me hicieron cargo de muchas cosas que no fueron así. Con
Herrón discutimos por cosas de fútbol, nada más. Ahí tuvimos unos días
libres antes del Mundial de Clubes y se empezaron a decir un montón de
cosas, yo pensé que iba a jugar allá".
"Un
día lo crucé a Román en la cancha, me acerqué. Tenía confianza con él
para preguntarle si tenía algún problema conmigo, y me dijo que no, que
había confianza y que no pasaba nada. Así que seguimos bien, llegó
Miguel (Russo), viajamos a Estados Unidos y llegó Ayrton (Costa). Ahí
Miguel me dijo que iba a ser suplente, y que no me iba a tener en
cuenta. Es duro lo que me dijo. No me lo esperaba. Me dijo que no tenía
la edad y que no podía jugar a ese nivel. Le dije que lo aceptaba y no
pasaba nada pero que cuando llegar a la Argentina iba a buscar otro
lugar, y quedó todo ahí".
"Pasó
el primer partido y contra el Bayern estaba sentido Ayrton, me preguntó
si podía jugar, y le dije que sí... Pero no terminé jugando. Contra
Auckland yo estaba medio sentido y les dije que prefería no arriesgar.
Ahí Miguel se enojó y tuvimos una discusión, me di cuenta de que no iba a
jugar más y lo hablé con el Consejo de Fútbol para arreglar mi salida".
Marcos Rojo y su nueva vida en racing
"El
cariño de la gente lo sentí desde el primer momento", contó Marcos en
declaraciones a ESPN, donde relató cómo fueron estos días vertiginosos
en los que aceptó el desafío propuesto por Gustavo Costas y Diego Milito.
Es uno de esos jugadores que los hinchas quieren en su equipo. "Al día
siguiente de firmar fui a verlo contra Tigre y me decían eso, los mismos
que me puteaban me pedían fotos", contó entre risas el ex defensor de
la Selección Argentina, que sólo está habilitado para jugar por la Libertadores o Copa Argentina.
Una
de las primeras cosas de las que habló Rojo fue de la expulsión contra
Peñarol, que lo dejará al menos fuera de la ida ante el Fortín. "El
árbitro Wimar Roldán estaba mal predispuesto, no lo insulté en ningún
momento. Gustavo (Costas) estaba cerca mío y escuchó todo. Cuando me
sacó la tarjeta amarilla me di vuelta y ahí insulté, camino al banco,
pero no le dije nada a él", se defendió Marcos, sorprendido y con
bronca.
El
futbolista surgido en Estudiantes de La Plata confía en que la Academia
llegará lejos: "Racing es candidato a campeón, apenas llegué me di
cuenta de la intensidad que tienen y cómo quieren ganar esta copa. Es un
lindo desafío que tenemos todos. Ahora se viene un duelo muy difícil
con Vélez, puede pasar cualquier cosa". /Clarín