Corrientes: aplastante triunfo del radical Valdés con 52% y papelón del candidato de Javier Milei que quedó en el cuarto lugar con 8%

Domingo 31 de Agosto de 2025, 22:36

Juan Pablo Valdés (izq.) junto a su hermano, el gobernador Gustavo Valdés



El festivo ritmo de chamamé comenzó a escucharse por los parlantes del Comité Central de la UCR, minutos antes de las 20. Habían pasado dos horas del cierre de las elecciones a gobernador, y todo era optimismo en el radicalismo, que desde hace cinco lustros gobierna -con o sin aliados- los destinos de esta provincia.

Cuando los votos comenzaron a contarse, comenzó a confirmarse el triunfo del oficialismo, que encabeza el gobernador Gustavo Valdés y que llevó a su hermano, Juan Pablo Valdés, como candidato a sucederlo hasta 2029. Con el 11 por ciento de los votos escrutados se confirmaba el triunfo oficialista en primera vuelta, con un 52 por ciento de los votos, muy por encima de sus rivales, el peronista Martín Ascúa (Limpiar Corrientes), con el 20 por ciento, el exgobernador Ricardo Colombi (Eco), con el 17 y el candidato libertario, Lisandro Almirón, que sólo cosechó el 8 por ciento de los votos, en un nuevo fracaso del armado nacional que encabezan Karina Milei y el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem.

El nuevo gobernador tiene 42 años, es intendente de Ituzaingó desde 2021, viene de una familia política y creció a la sombra de su hermano, el gobernador. Durante la campaña, Valdés recibió críticas de la oposición, que cuestionaban su designación y hablaban de “nepotismo”. Con una cuidada exposición durante la campaña, sin tomar riesgos, se convierte así en gobernador a partir de diciembre, y extiende el dominio de la UCR en la provincia, que comenzó en 1999, por tres décadas.

Los primeros resultados del escrutinio oficial comenzaron a difundirse después de las 21. Un rato antes, el secretario general de la gobernación, Carlos “Mono” Vignolo, expresó sin medias tintas que estaban “contentísimos” por el resultado, aunque pidió “paciencia” hasta tener los números oficiales. Junto al gobernador Valdés llegaban a festejar sus pares Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco). 

No llegaron por el mal clima, los mandatarios Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), para completar una foto victoriosa con gobernadores del centro política. Otros dirigentes que llegaron al bunker fueron la diputada mendocina Pamela Verasay, el legislador misionero Martín Arjol y el ex libertario Oscar Zago, aquel que protagonizara ese intercambio de empujones con Almirón, en plena sesión de la Cámara baja. Ya con el triunfo en el bolsillo, la militancia radical se trasladó a la bella Costanera correntina para seguir el festejo.

Por la baja participación en otras elecciones provinciales, este domingo en Corrientes también tenía el foco puesto en ese ítem electoral. En el último comicio a gobernador, en 2021, el presentismo fue del 73,5 por ciento, en aquel caso con un aplastante triunfo de Gustavo Valdés, que obtuvo un 76,5 por ciento de los votos, a más de cincuenta puntos de su principal rival, el peronista Fabián Ríos.

Finalmente, el porcentaje de participación superaba el 73 por ciento, y de ese modo, mejoraba el nivel de participación respecto de otras provincias, como Santa Fe, donde apenas osciló en la mitad del padrón. El mal tiempo en algunas localidades, como Virasoro, donde granizó, complicó la votación hacia el cierre del comicio.

Cerca de un millón de correntinos (950.576 son los habilitados según el padrón) estuvieron habilitados para elegir 15 diputados provinciales, cinco senadores e intendentes en 73 localidades, incluida esta ciudad capital. Pero la expectativa estaba puesta en el sucesor de Valdés, muy activo durante la campaña para asegurar la continuidad de su proyecto. De hecho, se postuló a senador provincial y se comportó como si fuera el principal candidato del oficialismo.

Dispuesto a dar la pelea mediática, Ascúa afirmó, a las 18.30, que estaba “en la segunda vuelta”. En diálogo con Radio 10, sostuvo que todo se trataba de una maniobra del oficialismo para instalar la idea de una victoria sin discusiones. Los resultados, con el correr de la noche, lo dejaron fuera de la carrera por la gobernación.

Enemigo íntimo de Valdés, Colombi reconoció la derrota a las 21.35. “El aparato tuvo mucho peso. Ahora tienen que gobernar. Felicitaciones a todos”, dijo el tres veces gobernador, mascullando la derrota.

Por la mañana, el gobernador Valdés llegó a la escuela Sarmiento para emitir su voto. Subió al primer piso y sin fila, entró al cuarto oscuro a emitir su voto. Al salir, y ante un enjambre de periodistas, se mostró confiado en la victoria y negó las acusaciones vinculadas a los incidentes del jueves en la caminata de Karina Milei por la peatonal céntrica. “Ellos pidieron que la Policía no esté. Y después la Policía actuó” , afirmo el mandatario. Se mostró “muy confiado” en el resultado de las elecciones, y criticó a sus rivales: “Nunca tuve memoria de una campaña tan sucia”, lanzó. Luego, ante una pregunta de la prensa, comparó los casos del niño desaparecido Loan con la violenta muerte del fiscal Alberto Nisman. “La Justicia federal y todos los correntinos seguimos buscando a Loan, como a Nisman”, dijo.

Cumpliendo su promesa de denunciar cualquier irregularidad, Almirón envío esta mañana a la prensa un audio en el que afirma que en “muchas mesas de la capital ” las mesas no abrieron, ya que la empresa Andreani, encargada de la distribución de las urnas y que reemplazo en esa tarea al Correo Argentino, está “capacitando en el momento” a sus empleados.

La Casa Rosada enfrentaba un escenario que se presenta adverso, una semana antes de las cruciales elecciones bonaerenses y aún bajo los efectos shockeantes por la difusión de audios protagonizados por Diego Spagnuolo que vinculan a Karina Milei y otros miembros del gobierno, como el subsecretario y responsable del armado nacional libertario, Eduardo “Lule” Menem.

En medio del desconcierto, no se vieron presencias nacionales en el bunker libertario, aunque sí estuvo Virginia Gallardo, la modelo y vedette que encabezará las listas de LLA a diputados nacionales, en octubre, y que durante el sábado dio su apoyo a la lista libertaria en un local céntrico.

De los cuatro principales candidatos a gobernador, el único que votó en esta ciudad fue Almirón. El peronista Ascúa lo hizo en la escuela número 93 de su ciudad, Paso de los Libres, a la misma hora y Colombi sufragó en Mercedes, su pago chico.

El menor de los Valdés sufragó en la localidad que gobierna, Ituzaingó, a diferencia de su hermano el gobernador, que tiene domicilio en esta ciudad. Sin declaraciones difundidas por su comando electoral, el candidato oficialista viajó a esta ciudad para esperar, junto a su hermano y el resto del oficialismo, los resultados, primero en la Casa de Gobierno, después en la sede central del Comité provincia de la UCR, cerca de la Casa de Gobierno.

“Es el día para cambiar la historia de Corrientes”, había dicho Ascúa al emitir su voto. “El correntino va a expresar con su voto lo que siente por esta provincia”, afirmó Colombi al salir de la votación.

Minutos antes de las 11, Almirón llegó junto a su familia y dos de sus hijas adolescentes a emitir su voto. Antes de votar y repartir ejemplares de la Constitución nacional a los fiscales, Almirón se despachó a gusto con la prensa, con críticas directas al Gobierno, al filo de la violación de la veda electoral. Así, criticó el sistema de seguridad provincial, cuestionado por el caso Loan, fustigó el “poco transparente” sistema electoral correntino y hasta la cesión a Andreani de las tareas de logística de la elección. Aclaró que había recibido un llamado de Martín Menem por la mañana, y que “tanto Karina Milei como en la Casa Rosada están pendientes de la elección”. Cerca suyo, Ricardo “Caito” Leconte, candidato y miembro de la mesa chica libertaria, se quejaba por un ataque con clavos miguelito que impidió la salida de militantes libertarios en la localidad de Herlitzka.

“Ganamos en primera vuelta”, repetían como un mantra cerca de los Valdés, en base a encuestas que lo ubicaban al menor de los hermanos en unos 45 puntos porcentuales, con una diferencia de cerca de veinte puntos por sobre sus perseguidores, suficientes votos como para ganar sin necesidad de una segunda ronda.

Es precisamente el resultado que esperaba el gobernador, que luego de ocho años al frente de la provincia, y con buenos índices de aprobación, jugó su propia carta como cabeza de la lista de candidatos a senadores provinciales, mientras se mete en la discusión nacional con su flamante ingreso al bloque de gobernadores Provincias Unidas. La presencia en el cierre de campaña de cinco gobernadores de ese grupo, entre ellos Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, e Ignacio Torres, de Chubut, más el exgobernador cordobés, Juan Schiaretti, fue un espaldarazo que el oficialismo esperaba repetir el domingo por la noche.

Tanto Ascúa, que recibió el apoyo de Cristina Kirchner y del peronismo orgánico –estuvo Guillermo Moreno como figura invitada en el cierre de campaña- como Colombi, creían que podrán forzar un balotaje y abrir un nuevo escenario de cara a la segunda vuelta, el 21 de septiembre. Con una campaña agresiva, que incluyó arrancar y romper afiches callejeros del oficialismo, el peronista Ascúa apostó a denunciar la “corrupción” del gobierno de Valdés, con su promesa de “limpiar” la provincia, e intentó asociar a la administración correntina con el caso del niño Loan Peña, desaparecido desde junio del año pasado. “Habla de corrupción y se sacó fotos con Cristina Kirchner antes de que la condenaran”, lo chicaneaban a Ascúa en la gobernación correntina.

Con menos énfasis en hechos de presunta corrupción, pero con idéntica distancia, Colombi cuestionó la decisión de Valdés- su antiguo delfín político- de designar a su hermano, de 42 años, como sucesor en el esquema oficialista, que liderado por el radicalismo viene gobernando la provincia de manera ininterrumpida en lo que va del siglo.

“Podemos ganar, empatar o perder, pero competimos”, dijo el candidato libertario y defendió así la decisión de presentarse con listas propias, luego de las frustradas negociaciones entre Valdés y la Casa Rosada para ir aliados a estas elecciones.

Tres días después de los incidentes al paso de la secretaria general de la Presidencia, los libertarios seguían pensando que fueron sectores cercanos al gobernador los que provocaron los incidentes antes y durante la caminata de Karina Milei y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, por la peatonal Junín. “Querían joderla a Karina”, afirmaba una importante voz libertaria. En el gobierno provincial lo desmienten, y aseguran que quienes llegaron allí con pancartas y a los gritos contra “el 3 por ciento” de supuestas coimas y los recortes en discapacidad pertenecen al Movimiento Evita y sectores del kirchnerismo.

Voceros del oficialismo especularon que el episodio de violencia podría generar “una corriente de simpatía” por la lista encabezada por Almirón, aunque afirmaban que el efecto de mejora electoral “será mínima”. La preocupación del oficialismo se centraba en la posibilidad, que de todos modos veían improbable, de que Colombi terminara segundo y logre forzar una segunda vuelta. “Puede aglutinar a la oposición”, reconocen desde el oficialismo, en relación al antiguo cacique de la UCR, de quien sospechan podría haber iniciado contactos con otras fuerzas de cara a una hipotética segunda batalla. /La Nación