Crítica situación de la seguridad privada en Tucumán: vigiladores precarizados y sueldos bajísimos

Miércoles 03 de Septiembre de 2025, 10:05





La situación de los trabajadores de la seguridad privada en Tucumán se ha convertido en un verdadero escándalo laboral, señala el portal Prensa Argentina. Tres empresas que prestan servicios al Estado provincial –Cóndor, Watchman y Centinelas– fueron denunciadas por el Sindicato Unidos Trabajadores Custodios Argentinos (SUTCA) por el incumplimiento sistemático de las escalas salariales y la utilización de pagos en negro.

Empresas denunciadas

Cóndor: paga con la escala salarial de mayo 2024, abonando solo la mitad del sueldo en blanco a través de cuenta bancaria, mientras que el resto se liquida en negro, sin figurar en recibos ni aportes.

Watchman:
utiliza la escala de abril 2024 y obliga a los trabajadores a cobrar parte de sus salarios en efectivo en la empresa. Además, pagan horas extras fuera de recibo y por montos inferiores a los establecidos, llegando incluso a otorgar un incremento irrisorio de apenas $100.

Centinelas: hasta el mes pasado abonaba $1650 por hora, con trabajadores en negro y jornadas de 12 horas diarias. El sueldo promedio rondaba los $400.000, muy por debajo del mínimo legal que, según la escala vigente, debería superar $1.500.000.

El sindicato remarcó que el Siprosa y el Gobierno de Tucumán, como responsables solidarios bajo el artículo 30 de la Ley de Contrato de Trabajo, deben garantizar que los trabajadores cobren de acuerdo a la escala salarial vigente.

Según el último convenio, un vigilador debería percibir $1.359.210 brutos y $1.206.443 netos por 200 horas mensuales, con jornada de 8 horas y un franco semanal. Sin embargo, la realidad dista mucho de esa cifra: los custodios tucumanos cobran salarios de miseria, sin aportes, ART ni derechos básicos.

La denuncia pone de relieve un mecanismo perverso: empresas que facturan al Estado montos completos pero pagan a los trabajadores menos de la mitad de lo que corresponde, complementando con dinero en negro. Esto genera un doble perjuicio: al trabajador, que ve vulnerados sus derechos, y al sistema previsional, que deja de percibir aportes legítimos.

Desde la Delegación Tucumán de SUTCA, encabezada por Sebastián Carrión, se advirtió que si las autoridades no actúan, el gremio avanzará con medidas legales y gremiales contra empresas y tomadores de servicio. “Vamos a trabajar para que el dinero que se cobra llegue al trabajador como corresponde. Si los organismos estatales y las empresas no cumplen, caeremos con todo el peso de la ley”, señalaron.

El reclamo cuenta con el acompañamiento de la Secretaría General nacional de SUTCA, Silvia Diez, y de la Agrupación Nacional 9 de Julio. Además, el sindicato confirmó que intervendrán sus abogados en la causa para llevarla hasta las últimas consecuencias.

La seguridad privada es un sector estratégico y esencial, pero en Tucumán se encuentra sumido en prácticas laborales propias de otra época. La denuncia contra Cóndor, Watchman y Centinelas revela que cientos de trabajadores están atrapados en un régimen de precarización estructural que exige respuestas urgentes de la justicia laboral, el Gobierno provincial y el propio Estado como contratante. /Prensa Argentina