La aparición de vacas muertas en las afueras de una ciudad salteña generó una ola de versiones

Jueves 04 de Septiembre de 2025, 07:42

PELIGRO AMBIENTAL. Los animales murieron por una enfermedad, aseguró el dueño del predio, quien describió el abandono de las osamentas en el lugar como una práctica habitual.



Un impactante hallazgo encendió las alarmas en Rosario de Lerma, Salta: al costado de las vías del ramal C-14, cerca del Parque de la Salud y a metros del acceso principal por la ruta 23, fueron encontrados 18 vacas lecheras y 6 ovejas muertas, algunas en avanzado estado de descomposición y otras recientemente fallecidas. Los cuerpos permanecen esparcidos y sin resguardo, en un sector lindero a zonas habitadas.

La denuncia partió de personas que transitaban el lugar y de un grupo de deportistas que entrena en la zona. Según relataron, la escena era de extrema crudeza: animales hinchados, huesos esparcidos y carroñeros sobrevolando el campo. Inmediatamente se dio aviso a la Policía Rural y a la comisaría local, que notificó a la Fiscalía Penal, la cual dispuso la intervención de un grupo especial de investigaciones.

El dueño del establecimiento agrícola al que pertenece el predio explicó, de manera informal, que los animales habían muerto por una enfermedad y que era práctica habitual trasladar los cuerpos hasta ese sector para dejarlos allí. Sin embargo, esta versión no cuenta con confirmación oficial ni diagnóstico veterinario, lo que incrementó la preocupación entre los vecinos.

Especialistas consultados advirtieron que la acumulación de animales muertos a cielo abierto representa no solo un acto de abandono, sino también un grave peligro sanitario: la descomposición libera bacterias y fluidos que contaminan el suelo y las napas, los carroñeros pueden diseminar restos infectados, e incluso los vientos transportar partículas peligrosas.

La alarma es mayor por la cercanía a barrios y espacios públicos, lo que expone a la población a eventuales contagios.

Para los habitantes de la zona, no se trata de un hecho aislado. “Cada vez que muere una vaca, la tiran ahí y listo. Lo hacen desde hace años y nadie controla nada”, denunció un vecino. Otros calificaron la postal como un “horror y muestra de desidia” en pleno 2025.

La Fiscalía busca establecer si existió negligencia del propietario, si los animales murieron por enfermedad, envenenamiento u otra causa, y por qué no se activaron protocolos sanitarios de disposición segura de cadáveres. Hasta el momento, no se ordenó el retiro de los restos ni se informó sobre medidas preventivas para la comunidad.