Sábado 06 de Septiembre de 2025, 06:44

APREHENDIDO. Diego Luciano “Cachito” Fernández será acusado de hurto, sumando una causa más a su largo prontuario judicial.
La Justicia tucumana dispuso la aprehensión de Diego Luciano “Cachito” Fernández (28 años), el joven atacado por una jauría de unos 15 perros en Yerba Buena. Sin embargo, la medida aún no se concretó porque un médico no firmó el alta hospitalaria, condición necesaria para trasladarlo bajo custodia.
La fiscalía lo acusa de hurto, tras hallarse en la vivienda una mochila con naranjas, elemento que dio un giro en la investigación.
El incidente ocurrió el martes, cerca del mediodía, cuando Fernández ingresó a la casa de María Cristina Salinas, en calle La Madrid al 2700. Apenas entró al predio, los perros lo atacaron ferozmente, provocándole heridas en distintas partes del cuerpo, además de la amputación parcial de sus órganos genitales. Fue atendido en el hospital Carrillo y luego derivado al Centro de Salud, donde se le aplicó un tratamiento especial para prevenir infecciones.
El rescate del joven fue posible gracias a vecinos y dos hombres que rompieron el portón para auxiliarlo. Las imágenes del ataque se viralizaron rápidamente en todo el país.
Desde el inicio, el caso generó polémica por las diferentes versiones sobre cómo Fernández entró a la vivienda.
La madre del joven aseguró que la dueña de casa lo conocía, que le encargaba mandados y hasta le permitía cortar el césped, y que en esta ocasión le había autorizado a ingresar para sacar naranjas.
La propietaria, en cambio, declaró ante la Policía y la fiscalía que Fernández saltó la tapia, cayó sobre un tunal y causó daños en su propiedad.
Si bien nunca lo acusó de robar objetos de valor ni de amenazarla, un día después aportó un indicio clave: una mochila con naranjas, hallada tras el ataque. Esa prueba fue suficiente para que la fiscala María del Carmen Reuter ordenara la aprehensión del joven por hurto.
El caso tambiéndividió opiniones en el barrio.
Para algunos vecinos, Fernández es conocido por sus problemas de adicción y reiterados robos. “Ese chango robaba lo que podía para comprar drogas. Ojalá ahora, además de meterlo preso, lo ayuden a recuperarse”, expresó
Josefina Riera.
Otros señalaron la falta de previsión judicial. “Si se hubiera muerto, la única con problemas sería la dueña de los perros”, advirtió el comerciante Lautaro García.
La polémica se alimenta también por los antecedentes del joven. Según fuentes judiciales, en los últimos nueve años acumuló 27 causas penales: una por violencia de género, dos por atentado y resistencia a la autoridad y el resto por delitos contra la propiedad. Pese a ello, nunca recibió condena.
Este intento de aprehensión sería la segunda detención de Fernández en apenas ocho días. El jueves anterior, la Policía lo había acusado de robar una computadora en un local comercial de Yerba Buena. El aparato fue hallado en un negocio de reparaciones, donde supuestamente pretendía venderlo. No obstante, la Justicia dispuso su liberación por falta de pruebas.
La fiscal Reuter deberá definir en las próximas horas la situación procesal de Fernández, quien continúa internado bajo custodia policial. La acusación de hurto, sumada a sus antecedentes, podría complicar su panorama judicial y reabrir el debate sobre la actuación de la Justicia frente a personas con adicciones y reiteradas detenciones sin condena.
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10