Le fue concedida al abogado defensor de la mujer, cuya identidad y edad no trascendieron, la posibilidad de ver el video. Al verlo, dio crédito a la segunda de las hipótesis:
quien aparecía bailando desnuda en el video era efectivamente la nieta de la docente. La menor fue convocada e interrogada en Cámara Gesell.
"Antes de declarar, sus padres -el hijo de la imputada y la madre de la menor- hablaron con ella. Ella se puso muy mal. Por suerte, reconoció los hechos, les explicó cómo fue, cuándo fue, dónde lo hizo y con qué teléfono", declaró Ferraris, el abogado defensor.
El teléfono de la filmación era un teléfono de la abuela de la nena, un teléfono en desuso que estaba como repuesto eventual. El video fue filmado durante la madrugada del Día del Padre, cuando la menor estaba en casa de su abuela. Luego, intentó allí mismo subirlo a YouTube, acción que disparó la alerta reiterada que recibió la ONG estadounidense.
Y agregó Ferraris:
"En Cámara Gesell lo que dice es que había otras niñas, más grandes que ella, que en la escuela se filmaban y hacían este tipo de contenido. Incluso describe el lugar de la escuela en el que lo hacían con los teléfonos". Tomó intervención en el caso la Unidad Fiscal del Valle de Uco.
La docente quedó en libertad luego de las siete horas de detención, aunque bajo fianza. Mientras tanto, con notoria expeditividad, la Dirección General de Escuelas barajó su penalidad y rebajó el cargo de la mujer, de vicedirectora a maestra, con funciones administrativas en una escuela terciaria. Una semana después, la suspendieron sin goce de sueldo, lo cual se prolongó hasta ahora. Previo al grave desentendido, la mujer se encontraba concursando para el cargo de directora titular y con la jubilación en vistas para dentro de los próximos dos años.
Según trascendió en la prensa local, el fiscal Pablo Fossarolli pidió el último jueves el sobreseimiento de la docente. También trascendió que restan los resultados de determinadas pericias informáticas confirmatorias. Por lo pronto, la Cámara Gesell no volverá a realizarse, por lo que todo indicaría que el curso hacia el sobreseimiento es el que cobra mayor fuerza.
"Tupungato es un lugar muy pequeño, es un pueblo. Todo el pueblo sabe. Por ende, saben quién es la nieta. Sobre todo a ella le han arruinado la vida y a la niña también, porque la niña tuvo que pasar por una cámara Gesell, peritos, todo el bullying que sufrió en la escuela. Ese rótulo lo tiene. De hecho, ellos están evaluando irse de ese pueblo. La mujer que defiendo no puede salir a la esquina a tomar un café ni a hacer las compras", se lamentó el abogado defensor. /
Clarín