A Mariana Eva la devolvieron con su familia paterna, pero Patricia y José fueron enviados a la Regional de Inteligencia Buenos Aires (RIBA), dependiente de la Jefatura II de Inteligencia, que funcionaba en el marco de la Jefatura del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea.
Luego, Patricia -que llevaba ocho meses de embarazo- fue trasladada a la Escuela de Mécánica de la Armada (ESMA), donde el 15 de noviembre de 1978 tuvo un hijo en cautiverio, Rodolfo Fernando, en un parto asistido por el obstetra del Hospital Naval Jorge Luis Magnacco.
El niño fue apropiado por una familia perteneciente a la Fuerza Aérea. Rosa lo buscó por décadas hasta que en abril de 2000, a partir de una denuncia anónima, se pudo reencontrar con su nieto, Guillermo Pérez Rosinblit.
La denuncia decía que el agente civil de Inteligencia en la RIBA, Francisco Gómez, y su esposa, Teodora Jofré, tenían un hijo inscripto como propio con una falsa partida de nacimiento firmada por el médico de la Fuerza Aérea, Pedro Alejandro Canela. Después de ser visitado por su hermana, el joven aceptó realizarse los análisis genéticos, que confirmaron su verdadera identidad.
En 2005, Gómez y Jofre fueron enjuiciados por apropiación ilegítima y sustitución de identidad, recibieron condenas de a siete y tres años respectivamente. Magnacco fue condenado a 10 años.
Gómez volvió a ser condenado en 2016 a 12 años de prisión por haber sido partícipe secundario en el secuestro de Rosinblit y Pérez Rojo. Murió en abril de 2020; .