Miércoles 10 de Septiembre de 2025, 18:41

Paula Jasolvec González (49) recibió tres disparos y cortes en la cara y la cabeza.
Paula Jasolvec González (49) sobrevivió al ataque de Santiago Coll, su hijo de 23 años, en Lanús. Pero hoy, casi tres meses después del traumático hecho, expresó: “Estoy muerta en vida. Yo morí el 13 (de junio), con mi marido”.Paula estaba entrando a su casa y vio como un hombre encapuchado se le vino encima para atacarla. Era su hijo. Cuando pudo reponerse, se dio cuenta de quién era el agresor. Después, recibiría la terrible noticia de que su pareja, Omar Parapugna, había sido asesinado esa misma noche, también por su hijo.
El joven los sorprendió en la casa familiar, mató a su padrastro e intentó asesinar a su madre, que estuvo internada en terapia intensiva varias semanas en el Hospital Evita. Allí, también estuvo internado Santiago Jasolvec por haberse autoinfligido una herida en el cuello.Desde entonces, Paula busca respuestas a la tragedia. “Nunca vimos que algo le pasaba, tenía psiquiatra”, aseguró. Ella vive con el dolor de la pérdida y las marcas de las puñaladas en el rostro y la cabeza. Además, le queda otro terrible recordatorio del crimen: los restos de bala alojados en el cuerpo.
Actualmente, Santiago sigue hospitalizado, sin recordar nada de lo que pasó, y Paula Jasolvec tiene sentimientos encontrados porque aún ama a su hijo, pero él atentó contra su vida y mató a su pareja.
Por ahora, no hay un diagnóstico certero de lo que desencadenó esta tragedia. Se cree que el joven sufrió un brote esquizofrénico, pero no está claro.El viernes 13 de junio, comenzó como “un día normal” para Paula Jasolvec, pero hoy lucha por encontrar palabras para comenzar a describir el horror. “Ni yo sé. Viví como una película”.
“Sé que a las 6 de la tarde, entro a pilates, recibo un mensaje de mi hijo, (me dijo) que me espera. Mi marido no me responde cuando le digo que ya venía”, relató.
Santiago volvió a insistir, vía mensaje, y le preguntó si pasaba “algo con el auto”, que había tenido una falla anteriormente, y se ofreció a ir a buscarla. Sin embargo, Paula llegó a su casa a las 19:15, le puso llave a la puerta del garaje y, de la nada, sintió que alguien le disparaba. Recibió un tiro en la columna, otro en un ojo, pero no recuerda en qué parte del cuerpo impactó la tercera bala.
“No sé de dónde saqué fuerzas. Digo ‘chorros, chorros, chorros’. En la lucha, recibo otro disparo y ahí es cuando me caigo. Ya no puedo llegar a entrar a mi casa”, detalló.
El hombre se abalanzó sobre ella, le puso el arma en la cabeza y ella forcejeó para detenerlo. Tomó un impulso, lo manoteó y descubrió que conocía a su atacante: “Y ahí veo la cara de mi hijo y me desarmo, porque no entendía nada. No entendía nada y yo estaba esperando que venga Omar a ayudarme, como mi marido venía siempre".
Pero Omar Humberto Parapugna, su pareja, estaba en una reposera muerto, con varios disparos.
Paula logró decir en voz audible el nombre de su hijo y, a pesar de estar embargada por el desconcierto, logró reaccionar para escribir con su sangre el apellido de Santiago (Coll) en el auto. “Yo sentía que me moría”, aseguró. Pero con este último mensaje, esperaba que el crimen no quedaría impune. En ese momento, el joven escapó.
Paula no sabe si su pareja, Omar Parapugna, fue asesinado antes o después de que su hijo la atacara. Sin embargo, cuando llegaron los agentes de la Policía, encontraron el cuerpo del hombre dentro de la casa.“Yo no tengo respuestas todavía”, lamentó Paula Jasolvec a casi tres meses del hecho. Sin embargo, no tiene dudas de que exigirá justicia. “No puedo decir lo que siento. Tengo unos sentimientos encontrados. No puedo hablar. Yo necesito saber bien qué le pasó a mi marido. Yo hoy hablo por mi marido, no por mi hijo", sostuvo.
Mientras que los investigadores manejan la hipótesis de un brote psicótico, la madre de Santiago Coll siente que un evento pudo haber activado la cuenta regresiva.
“Todo ocurre el 15 de marzo, cuando él tiene un choque. Él fue irresponsable y dio de baja el seguro. Chocó a una persona. Por suerte, no hubo accidentados”, relató Paula.
La mamá de la persona lastimada amenazaba a Santiago y le exigía que pagara en efectivo los gastos por el choque: “Yo misma lo presionaba para que pagara las deudas. También le decía a Santiago, empezá a moverte, pagá, hablá. Le dije, ‘yo no quiero que me sigan amenazando’“.
Paula Jacolvec hizo silencio, mientras contenía las lágrimas, como si temiera que su insistencia le hubiera generado un desequilibrio a Santiago. Si ocurrió algo más o el chico tenía síntomas, la familia no lo detectó. “Nunca lo vimos. Nunca lo vimos”, aseveró.
Y explicó: “Por lo que yo tengo entendido, la psiquiatra de Santiago era buenísima. ¿Qué pasó? Yo no tenía los medios para pagarle a una psicóloga. Yo nada más le hacía el acompañamiento psiquiátrico. Había que hacerle un acompañamiento psicológico".A pesar de haber tenido el aplomo para contar todo lo que vivió ese día y lo que ha tenido que pasar desde entonces, Paula se quebró al contestar cómo atraviesa esta situación. “Yo estoy muerta en vida. Yo morí el 13 con mi marido. Yo hoy estoy acá por Andrés, mi otro hijo. Por eso no te puedo decir qué siento por Santiago. Necesito que la justicia y la medicina me lo aclaren", reconoció.
Y cerró: “Tengo miedo (de mi hijo). Obvio que tengo miedo”.
/TN
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