Lunes 22 de Septiembre de 2025, 13:16
La torre Eiffel se iluminó durante dos horas con las banderas de Palestina e Israel, una junto a la otra. Una operación silenciosa, no anunciada el domingo a la noche, pero que revela que "los dos estados" son el verdadero objetivo del reconocimiento de Francia del estado palestino. Otras 51 banderas palestinas ondeaban en las alcaldías francesas este lunes al mediodía, a pesar de la prohibición del ministerio del Interior y la insistencia en el pedido del partido socialista.Un día tan histórico como simbólico para Palestina en Francia, frente a un proyecto que tiene otro sueño: frenar la guerra, devolver la paz a los palestinos y desarmar a Hamas.
Francia reconocerá este a Palestina, en un movimiento que encabezó el presidente Emmanuel Macron y enfurece a Israel y a Estados Unidos.
El Reino Unido, Canadá, Portugal y Australia anunciaron el domingo el reconocimiento formal del Estado de Palestina. Seis países más —Francia, Bélgica, Luxemburgo, Malta, San Marino y Andorra— seguirán su ejemplo, antes de los discursos de los líderes mundiales ante la Asamblea General de la ONU, el martes.
Son 143 los países que reconocen hasta ahora el estado palestino.
La cumbre de los dos estados
Francia junto a Arabia Saudita convocaron para este lunes a decenas de líderes mundiales a las 15:00 (hora de Nueva York) y a la hora de la cena francesa para recabar apoyo para una solución de Dos Estados.
Varios países van a reconocer formalmente un Estado palestino. Una medida que podría provocar duras respuestas israelíes y estadounidenses.
Un "circo"
Israel y Estados Unidos boicotearán la cumbre, declaró el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, describiendo el evento como un "circo". "No creemos que sea útil. Creemos que, de hecho, está recompensando el terrorismo", declaró a la prensa el jueves.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha rechazado los
reconocimientos, así como la idea de un Estado palestino. Se ha
comprometido a responder a su regreso de la ONU. Algunos ministros del
gobierno están presionando a Israel para que se anexe parte de
Cisjordania como respuesta.
La bandera palestina, en la alcaldía de Saint-Denis.
La línea roja, la furia de Israel y Estados Unidos
Es esta “la línea roja” para los países árabes y el sueño israelí de los Acuerdos comerciales de Abraham. Arabia Saudita ha advertido que la anexión de Cisjordania tendría "importantes implicaciones". Emiratos Árabes Unidos, con quien Israel mantiene relaciones, también ha calificado la anexión como una "línea roja".
Después del ataque israelí a los negociadores de Hamas en Doha, Qatar visitó la Corte Internacional de Justicia para analizar cómo demandar a Israel por crímenes de lesa humanidad. “Lo es si uno quiere asesinar a los negociadores en un conflicto”, según Javier Ruiz, abogado litigante en la corte de La Haya.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. calificó los reconocimientos de "performances": "Nuestro enfoque sigue siendo la diplomacia seria, no los gestos performativos. Nuestras prioridades son claras: la liberación de los rehenes, la seguridad de Israel y la paz y la prosperidad para toda la región, que solo es posible sin Hamás".
El gobierno estadounidense también ha advertido de las posibles consecuencias para quienes tomen medidas contra Israel, incluyendo contra Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron, es el anfitrión de la cumbre de Nueva York.
Israel también está considerando medidas bilaterales específicas contra París, según han declarado funcionarios israelíes.
La cumbre se produce tras el lanzamiento de una ofensiva terrestre por parte de Israel en la ciudad de Gaza y en medio de escasas perspectivas de un alto el fuego, tras casi dos años de guerra en Gaza.
Los países occidentales que reconocen un Estado palestino han expresado una creciente urgencia por actuar ahora, antes de que la idea de una solución de dos estados se desvanezca para siempre. Israel ha denunciado los pronunciamientos como un "premio al terrorismo", tras el ataque del 7 de octubre, y mientras Hamas aún mantiene rehenes israelíes.
La Asamblea General aprobó este mes una declaración de siete páginas, que describe "pasos tangibles, con plazos concretos e irreversibles" hacia una solución de dos estados, a la vez que condena a Hamas y le pide que se rinda y se desarme.
Estos esfuerzos provocaron críticas inmediatas de Israel y Estados Unidos.
Los próximos pasosFrancia defiende el movimiento que la imposibilidad de conseguir un alto al fuego en Gaza, la no liberación de los rehenes, la no distribución de ayuda humanitaria a los civiles y el desplazamiento permanente de la población civil inspiró.
“La Declaración de Nueva York no es una promesa vaga para el futuro lejano, sino una hoja de ruta, que comienza con las principales prioridades: un alto el fuego, la liberación de rehenes y la entrada sin trabas de la ayuda humanitaria a Gaza”, declaró a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot.
“Una vez logrado el alto el fuego y la liberación de rehenes, el siguiente paso es un plan para el día después, que estará en la agenda de las conversaciones del lunes” dijo Barrot.
Francia ha impulsado la iniciativa, con la esperanza de que el anuncio de Macron en julio de que reconocería un Estado palestino iniciara un movimiento, dominado directamente por naciones más pequeñas que, por lo general, son más críticas con Israel.
Algunos de los países que reconocen un Estado palestino han afirmado que habrá condiciones. Otros han afirmado que la normalización de las relaciones diplomáticas será gradual y dependerá de cómo la Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania, avance en sus promesas de reforma.
Israel ha declarado su desconfianza en que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de 89 años, cumpla las promesas de reforma y modernización, descriptas en una carta a Macron a principios de este año.
Abbas, el príncipe Mohammed y Starmer no asistirán
Abbas y decenas de funcionarios palestinos no asistirán en persona a la conferencia. Estados Unidos, un firme aliado de Israel, se negó a expedirles visados. Participará por videoconferencia.
El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán, no asistirá, a pesar de ser coanfitrión del evento. La Asamblea General acordó el viernes por consenso, sin votación, que comparecería por video en la reunión del lunes.
La persuasión de Francia
Francia tiene la comunidad judía más importante de Europa y la musulmana con medio millón y seis millones aproximadamente.
El reconocimiento de Palestina crea tensiones. Macron debió salir a persuadir, incluyendo la cláusula de que Hamas jamás podrá ser gobierno en la Franja y deberá desarmarse.
“El objetivo de Hamas no es en absoluto crear un Estado palestino", dijo Emmanuel Macron el domingo por la mañana, en la cadena norteamericana CBS, pocas horas antes de su llegada a Nueva York para la Asamblea General anual de la ONU.
"Su objetivo es destruir a Israel, convencer al mayor número posible de personas de que no tienen ninguna posibilidad de lograr la paz y la estabilidad, y en concreto un Estado palestino", continuó el presidente francés.
"Por eso, si queremos detener esta guerra y aislar a Hamas. Este reconocimiento y el plan de paz que lo acompaña son una condición previa", dijo.
Antes había practicado ese ejercicio en el canal 12 de Israel. El gobierno israelí lo acusó de no tener significancia y peso su decisión.
Las declaraciones de Macron responden con matices a la advertencia del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien a finales de julio calificó de "irresponsable" el anuncio de Francia sobre el próximo reconocimiento de Palestina y el resurgimiento de la solución de dos estados.
Los dos discursos de Macron
Emmanuel Macron pronunciará dos discursos esta semana. El primero, programado para el lunes, alrededor de las 9 de la noche hora francesa, durante la reunión extraordinaria de la ONU, confirmará el reconocimiento de Palestina por parte de Francia y otros nueve países.
Con él se pretende sentar las bases de su "multilateralismo efectivo". El presidente busca así despertar la preocupación por Gaza durante los cinco días de desfiles oratorios de jefes de Estado en la Asamblea General, en la que participará en cuanto se inaugure al día siguiente, martes.
Además de Estados Unidos, Macron será el único presidente del Consejo de Seguridad que hablará en la Asamblea de la ONU.
La cumbre de Medio Oriente
La conferencia de Oriente Medio este lunes, escenario del reconocimiento de Palestina, podría compararse con una repetición del rimbombante "no" de Dominique de Villepin a la invasión de Irak de 2003.
Lanzada por París hace un año, en colaboración con Arabia Saudita en la última Asamblea General, y reforzada por la aprobación de la Declaración de Nueva York por 142 Estados miembros el 12 de septiembre, la iniciativa ha avanzado mucho. Nueve Estados —Reino Unido, Bélgica, Australia, Canadá, Portugal, Andorra, Luxemburgo, San Marino y Malta— se han comprometido a reconocer a Palestina junto con Francia.
Estados Unidos, resignado al desaire a su aliado Netanyahu, ha intentado constantemente empañar el evento. En una afrenta histórica a las tradiciones y el prestigio de la ONU, denegó la visa a Abbas.
Ante la falta de un posible acercamiento con Israel, que se dedica a ampliar el conflicto en la región y está involucrado en una ofensiva masiva y terriblemente mortífera en Gaza, la cuestión palestina sigue sin resolverse, quizás reducida esta semana a un ejercicio simbólico.
Starmer, ausente
La ausencia en la ceremonia del Reino Unido, un peso pesado en los debates, también limita el impacto de su reconocimiento del Estado palestino, pocos días después de la pomposa visita de Estado de Estados Unidos a Londres.
Keir Starmer, el primer ministro británico, había anunciado que reconocería a Palestina si Israel se negaba a un alto el fuego en Gaza y a comprometerse con una solución pacífica que condujera a una solución de dos estados.
Cumplió su palabra, satisfaciendo así a la mayoría de los diputados laboristas. Pero fue desde Londres, donde proclamó el reconocimiento británico el domingo por la tarde, evitando así simbólicamente comparecer ante la ONU en un frente unido contra Estados Unidos e Israel. Se diferenció de la conferencia organizada por Francia. /
Clarín