Martes 30 de Septiembre de 2025, 08:16

Burger King pone el cartel de venta en Argentina: qué empresas suenan para quedarse con el negocio
El grupo Alsea decidió desprenderse de Burger King en la Argentina y encargó al banco BBVA la búsqueda de un comprador.
La operación forma parte de una desinversión regional que también abarca a México y Chile, aunque no implica la salida del grupo, que continuará al frente de Starbucks.
Burger King, que llegó al país en 1989 y hoy cuenta con más de 110 locales, enfrenta un mercado cada vez más competitivo.
Además de McDonald’s y Mostaza, en los últimos años crecieron las hamburgueserías artesanales y nuevas cadenas que diversificaron la oferta.
Entre los posibles interesados en la marca figuran fondos de inversión y grupos gastronómicos locales, como los dueños de Kentucky o Inverlat, que ya opera con KFC y Wendy’s.
La cadena pelea actualmente el segundo puesto del mercado argentino de hamburguesas. /El Economista
Los interesados
El mercado de fast food local se sacude: Burger King podría cambiar de dueño en la Argentina. El grupo mexicano Alsea, operador de la marca de hamburguesas desde hace más de una década, decidió poner en venta sus 116 locales en el país.
La decisión forma parte de una estrategia de desinversión más amplia que también abarca las operaciones de Burger King en Chile y México. A nivel global, el camino ya fue probado: hace un año, Alsea concretó la venta de la franquicia en España al fondo inglés Cinven.
La movida, sin embargo, no significa la salida total del holding mexicano del mercado argentino. La compañía continuará con el manejo de Starbucks, una de las marcas más dinámicas de su portafolio.
Quiénes son los interesados en quedarse con Burger King
Entre los posibles candidatos aparece DGSA, empresa argentina que maneja las pizzerías Kentucky y ya incursionó en el fast food con las marcas Sbarro y Chicken Chill. Su experiencia en la operación de locales de alto volumen la posiciona como un competidor serio.
También figura Inverlat, un fondo de inversión con historial en el rubro: en la última década controló las licencias de Wendy’s y KFC en el país, lo que le dio un conocimiento profundo del mercado local y sus particularidades.
Otro jugador que suena con fuerza es el grupo ecuatoriano Int Food, que desembarcó en 2018 precisamente al adquirir Wendy’s y KFC en la región. Su interés en ampliar su portafolio en Sudamérica podría convertirlo en un candidato natural para quedarse con Burger King.
También habría fondos internacionales observando la operación, lo que abre la puerta a un desembarco de capitales externos que busquen aprovechar el potencial de recuperación del consumo a mediano plazo.
La definición de quién se quede con la cadena marcará el futuro inmediato del segundo jugador global del negocio de las hamburguesas en la Argentina, en un tablero cada vez más competitivo y con márgenes más ajustados.
El grupo mexicano encargó al banco BBVA la tarea de encontrar un comprador entre fondos de inversión, cadenas gastronómicas locales y jugadores internacionales del rubro, según informó La Nación.
La situación de Burger King hoy en Argentina
Fundada en 1954 en Miami, Burger King es hoy la segunda cadena de hamburguesas más grande del mundo, con más de 17.000 locales en un centenar de países. En la Argentina aterrizó en 1989, con su primer local en Belgrano. Tres décadas más tarde, ya tiene presencia en 11 provincias, desde Buenos Aires hasta Tucumán.
Pero el negocio local enfrenta tensiones. Una es la ofensiva de rivales históricos. McDonald’s mantiene el liderazgo, mientras que la argentina Mostaza se consolidó en los últimos años como competidor de peso con una estrategia agresiva de expansión y precios.
Además, el avance de las hamburgueserías gourmet cambió la lógica del negocio: propuestas artesanales, menús diferenciados y locales con ambientación más cuidada captaron a un segmento de consumidores dispuesto a pagar un poco más a cambio de una experiencia distinta. Este fenómeno obligó a las grandes cadenas a innovar en productos, delivery y comunicación.
El panorama se completa con la irrupción de otros jugadores de comida rápida, como las cadenas de pollo frito y opciones híbridas que amplían la oferta gastronómica. En ese contexto, competir ya no se trata solo de vender hamburguesas, sino de ganar terreno en un mercado mucho más diversificado.
Otro punto clave es la caída del consumo. Según datos de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), desde marzo el consumo en el rubro se redujo un 20%. La apreciación cambiaria, que encareció los precios en dólares, la merma del turismo y la pérdida de poder adquisitivo aparecen entre las principales causas que explican la crisis.
En la Ciudad de Buenos Aires, con cada vez más mesas vacías, en general los restaurantes porteños atraviesan un panorama complicado y encendieron las alarmas por la fuerte retracción del consumo. La situación ya provocó el cierre de varios locales que no pudieron sostener sus costos frente a la caída de la demanda. /iProfesional
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10