Martes 30 de Septiembre de 2025, 12:15
El Concejo Deliberante de Yerba Buena abrió este lunes una discusión clave para el futuro urbanístico del municipio: la posible aprobación de un nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU). La normativa vigente, la Ordenanza 613, data de 1994 y, según el oficialismo, quedó desactualizada frente a las transformaciones sociales, territoriales y demográficas registradas en las últimas tres décadas.
La oposición, en cambio, cuestionó la urgencia del tratamiento y pidió mayores estudios técnicos antes de avanzar con el dictamen, que cuenta con más de 225 páginas.
Desde el bloque oficialista, el intendente Pablo Macchiarola defendió la necesidad de modernizar la norma: “No podemos seguir con un código con más de 30 años, lleno de excepciones. Queremos poner blanco sobre negro en cuestiones como alturas máximas, zonas protegidas y reglas claras para los proyectos”, aseguró.
En sintonía, el concejal Simón Padros destacó el trabajo liderado por la arquitecta Isabel Salas, al que calificó como “superador”. “Este COU cuida más las alturas, prohíbe construir sobre medianeras y protege la naturaleza. Es mucho más conservador que el actual”, afirmó.
Por su parte, sectores opositores remarcaron la falta de estudios complementarios.María Decoud Griet (Creo en mi ciudad) denunció que no hubo consultas a organismos como Recursos Hídricos o la SAT, y que tampoco se realizaron relevamientos de tránsito, agua, cloacas ni impacto ambiental. “Esto no es un código de ordenamiento urbano, es un código de edificación. Quieren aprobarlo por una cuestión política, sabiendo que tienen los votos”, criticó.
El proyecto fija límites concretos para las construcciones: en algunos sectores se permitirá un máximo de cinco pisos, mientras que en el casco histórico sólo se autorizará planta baja y un piso. Además, establece restricciones de hasta 250 metros para barrios privados y prioriza el desarrollo de viviendas por encima de los locales comerciales.
El oficialismo presentó la iniciativa en diciembre de 2024, luego de casi dos años de elaboración. Según Padrón, el retraso en su aprobación es “vergonzoso” y el debate debe saldarse en el recinto. En contraste, el concejal Apud pidió que la ordenanza vuelva a comisión “para un estudio más profundo”, aunque reconoció que el oficialismo podría imponerse por el voto de desempate del presidente del Concejo.
Algunos ediles fueron más allá en sus objeciones. El concejal Aráoz advirtió que la propuesta responde a “presiones de desarrolladores inmobiliarios” y alertó: “Este proyecto viene a terminar de destruir Yerba Buena y San José, convirtiéndola en una ciudad vertical”.
Con posturas firmes de ambos lados, la votación se anticipa ajustada: un posible empate en cinco votos que dejaría en manos de la presidencia del Concejo la definición de lo que podría convertirse en la ordenanza más trascendente de los últimos 30 años para Yerba Buena.