Fiebre por el dólar: ahorristas compran U$S 400 millones diarios ante expectativa de devaluación

Viernes 03 de Octubre de 2025, 08:38

La demanda por dólares es récord del año, e incluso supera a las crisis de la gestión Alberto Fernández. El dato positivo: la mayor parte queda depositada



Mientras el mercado sigue con preocupación cómo Toto Caputo sigue gastando los "sojadólares" para contener el tipo de cambio, del otro lado del mostrador hay otros datos más elocuentes sobre la gravedad de la crisis financiera: ya está en niveles récord la demanda de dólares por parte de los ahorristas.

Fuentes del sistema bancario consultadas por iProfesional estimaron que en las últimas jornadas la volatilidad del mercado y la incertidumbre política llevaron la compra de billetes verdes hasta u$s 400 millones diarios.


Para tener una dimensión de lo que significa esa demanda, es más del doble de lo que se registró en julio, el pico de dolarización de este año, cuando por el "efecto aguinaldo" y las vacaciones de invierno se llegó a una demanda de u$s5.432 millones, sumando dólares en efectivo y otras salidas netas de divisas.

Es también, una cifra alta si se la compara contra el peor momento del gobierno peronista, que durante la corrida de octubre 2020 soportó una salida de u$s500 millones semanales, lo que llevó a Alberto Fernández a cerrar la ventanilla que permitía a los ahorristas comprar a la cotización oficial u$s200 mensuales por persona.

En los bancos comentan que es habitual que haya un aumento de la demanda en cada inicio de mes, por el efecto del cobro de salarios. Pero nunca con los números que se están viendo en estos días, algo que todos los ejecutivos atribuyen a la expectativa generalizada de devaluación.

Además, agregan que las medidas restrictivas, como la supresión del "rulo" para la venta de divisas en el mercado paralelo -una medida que disparó la brecha cambiaria- y la prohibición de la venta de dólares a los ahorristas a través del canal de las billeteras virtuales, sólo empeoran la situación porque, a los ojos de los ahorristas, torna más verosímiles los rumores sobre la implantación de alguna variante del "cepo".

Una dinámica insostenible

¿Cuánto durará esta situación? Los ejecutivos manifiestan su escepticismo sobre que pueda continuar a este ritmo sin que Caputo adopte alguna medida o sin que se produzca una crisis devaluatoria.

Un nivel sostenido de u$s400 millones diarios implicaría, en un mes, unos u$s8.000 millones. Con un agravante: ya se empieza a notar en el mercado la pérdida de fuerza de la oferta de divisas por el fin del "tax holiday" de los productores sojeros. Esto implica que, sin una oferta que le haga frente a la demanda, habrá más presiones al alza del tipo de cambio.

Y, aun cuando la balanza comercial tuviera un superávit holgado -algo que parece muy improbable, porque la expectativa devaluatoria incentiva el adelanto de importaciones y desincentiva la exportación-, tampoco sería un escenario tranquilizador. Para tomar una referencia, la demanda minorista de dólares de octubre podría igualar al aporte de divisas del sector petróleo y gas de todo el año.

Este jueves, después de tres jornadas consecutivas en las que el Tesoro puso órdenes de venta para fijar un "sub techo" de $1.425, se exacerbaron las versiones sobre la insostenibilidad del esquema de bandas. La cotización actual se ubica a apenas un 4% de distancia del techo de la banda.

Y, como quedó en claro por el comportamiento del Tesoro, se quiere evitar a toda costa esa situación, porque implicaría que, nuevamente, el Banco Central se vea obligado a vender todo lo que el mercado le exija. Después de la semana turbulenta en la que sacrificó u$s1.100 millones de las reservas -con una espiralización en los volúmenes-, hay un convencimiento interno de que no se puede correr el riesgo de otra corrida similar.

El rendimiento decreciente del "efecto Bessent"

Lo que, además, exacerba la preocupación, es el hecho de que la tendencia dolarizadora continúa firme aun después de los mensajes de apoyo del gobierno estadounidense.

De hecho, el comentario generalizado en el mercado es que se está produciendo un "rendimiento decreciente" en el efecto tranquilizador de Scott Bessent. La primera vez que el secretario del Tesoro escribió un tuit para apoyar al plan económico argentino, se produjo un rebote en las cotizaciones de los bonos de deuda soberana.

Luego, cuando Bessent posteó una entrevista televisiva -en la que atribuía la volatilidad financiera argentina no a la desconfianza en el plan económico sino a que los mercados "miran el espejo retrovisor y se asustan"-, ya el efecto fue menor.

Y cuando se produjo el anuncio oficial de que el 14 de octubre el mismísimo Donald Trump recibirá a Javier Milei en Washington, el desplome continuó, ante las dudas que se habían generado sobre si la ayuda económica realmente se llegaría a concretar.

El último tuit de Bessent, en el que comentaba que el miércoles había tenido una conversación con Caputo y que se reuniría con él en Washington, pareció cambiar el humor del mercado, pero el amago de rebote se esfumó cuando, más tarde, se difundió una entrevista en la que el secretario del Tesoro respondía a sus críticos internos, que le achacaban usar dinero de los contribuyentes para un salvataje a Argentina mientras sus farmers perdían la posibilidad de venderle soja a China. Bessent, en un intento de llevar calma al frente interno, dijo que Estados Unidos no pondría dinero de verdad en Argentina, sino que sólo habilitaría un swap.

Fue otro mazazo para el mercado argentino, porque esa frase pone en serias dudas que se concrete una de las tres vías de ayuda que se había mencionado en un comienzo: la línea de crédito directa con el Fondo de Estabilización Cambiaria.

El anuncio, enla tarde del jueves, de que Caputo -acompañado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el viceministro José Luis Daza- viajará este viernes para reunirse con Scott Bessent y su equipo no fue más que una confirmación de la gravedad del momento.

Bancos en calma, pese a todo

¿Qué pasa, mientras tanto, en los bancos? Los ejecutivos afirman que, pese a la abultada demanda, hay un dato positivo: la mayor parte de los dólares de los ahorristas quedan depositados en cuentas bancarias, a diferencia de otros momentos, en los que el grueso tenía como destino el "colchón".

Los últimos datos oficiales -que llevan retraso de varios meses- registraban unos u$s32.000 millones depositados en cuentas nominadas en dólares, lo cual equivale a aproximadamente un 10% del fondeo del sistema bancario. Pero los ejecutivos que siguen el movimiento cambiario de las últimas semanas afirman que el nivel está subiendo aceleradamente.

Hay, además, otro dato tranquilizador, no se está registrando una salida de los depositantes de plazos fijos en pesos. Lo cual implica que la corrida cambiaria no se transformó -al menos, no todavía- en una corrida bancaria.

Más bien al contrario, hay un aumento de liquidez en el sistema. La demanda de dólares a un ritmo diario de u$s400 millones tiene, como contrapartida natural, la venta de un alto volumen de pesos. Suponiendo que no haya privados vendiendo dólares en el sistema, entonces los bancos estarían ingresando más de $500.000 millones diarios.

Como esta situación coincide con un momento de freno en los préstamos, la estrategia que se está observando es una caída de las tasas ofrecidas para los plazos fijos. Un síntoma de que los bancos se están cuidando de no captar "depósitos de más".

Mientras tanto, el BCRA continúa con su "torniquete", que se expresa en un nivel de encajes obligatorios equivalente al 53% de los depósitos, y el conteo de esa suma sigue contabilizándose a diario. Los ejecutivos bancarios siguen irritados con esa regulación, a la que ven como principal responsable de la restricción de créditos para la producción y el consumo.  /iProfesional