La encerrona de Milei con Espert: el narco escándalo amenaza con golpear a LLA en todo el país

Viernes 03 de Octubre de 2025, 17:01

Mientras Espert se hunde, Milei sigue protegiéndolo



La figura de Javier Milei, construida sobre el pilar de la "anti-casta" y la "mano dura" contra la corrupción, enfrenta un serio desafío que podría socavar su credibilidad electoral: el sostenimiento de la candidatura de José Luis Espert, salpicado por denuncias de vínculos con el narcotráfico y explicaciones que han sido percibidas como insuficientes o evasivas. Este escenario no solo amenaza la pureza del mensaje libertario, sino que podría traducirse en un perjuicio significativo en las urnas.

El capital político de Milei reside en su diferenciación radical de la política tradicional. Sus votantes, a menudo desencantados, buscan un quiebre con las prácticas clientelares y la impunidad. La presencia de Espert, ahora bajo sospecha de nexos con redes de narcotráfico y con respuestas poco convincentes, choca frontalmente con esta expectativa.

Erosión de la credibilidad: El mantenimiento de Espert en la lista, a pesar de las graves acusaciones, expone a Milei a la crítica de aplicar una doble vara. Si bien el presidente ha prometido combatir la "casta" y el crimen, la cercanía con una figura cuestionada por vínculos narco genera una contradicción flagrante. El electorado podría percibir que el discurso purista se desvanece ante la conveniencia política, erosionando la confianza en la coherencia ideológica del espacio.

- El "Narco-Escándalo" como arma de la oposición: La oposición, ávida de flancos débiles, no dudará en explotar este tema. Las denuncias contra Espert se convertirán en un recordatorio constante de la fragilidad del discurso "anti-corrupción" de La Libertad Avanza. Cada evasiva o explicación débil de Espert, o el silencio de Milei, será amplificado para pintar un cuadro de hipocresía o, peor aún, de complicidad.

- Desmovilización del voto indeciso y desencantado: Un sector importante del electorado de Milei es volátil y responde más a la indignación que a una militancia férrea. Las dudas sobre la idoneidad moral de un candidato clave podrían desmovilizar a votantes indecisos o a aquellos que apoyaron a Milei como una opción "moralmente superior". Ante la sospecha, muchos podrían optar por el abstencionismo o buscar alternativas, aunque sean "menos disruptivas".

- Desvío de la agenda y pérdida del control del relato: El escándalo desvía la atención de la agenda económica y de reformas que Milei busca instalar. En lugar de hablar de ajuste o libertad económica, el debate público se centrará en las explicaciones de Espert y la postura de Milei al respecto. Esto implica una pérdida del control del relato y obliga al oficialismo a defenderse en un terreno incómodo.

Las "pobres explicaciones": un agravante

La calidad de las explicaciones de Espert no solo no ha logrado disipar las dudas, sino que en muchos casos las ha profundizado. La falta de contundencia, la aparición de contradicciones o la minimización de los hechos pueden ser interpretadas como un intento de ocultamiento. Para un electorado que valora la transparencia y la honestidad, estas respuestas deficientes son tan dañinas como la propia denuncia.

Si Milei continúa avalando a Espert sin exigir una aclaración contundente y creíble, corre el riesgo de que la sombra del "narco-escándalo" se extienda sobre todo su proyecto político. La bandera de la "anti-casta" podría mancharse irreparablemente, afectando no solo las chances electorales inmediatas sino la legitimidad a largo plazo de su propuesta en un país históricamente golpeado por la corrupción y la penetración del narcotráfico. La elección de mantener a Espert, en estas circunstancias, podría ser un costo político mucho mayor que el beneficio electoral que su candidatura pudiera aportar.