Preso y cerca de ser trasladado fuera de Tucumán, el Petiso David cambia de abogado y de estrategia

Martes 14 de Octubre de 2025, 07:52

OSTENTACION. Walter "Petiso David" Lobo cuando visitó una playa colombiana, exhibiendo como siempre costosas joyas, características en todas sus apariciones públicas.



Walter “Petiso David” Lobo atraviesa el momento judicial más complicado de su vida. El integrante del clan Los Gardelitos, ahora detenido en un calabozo de la Policía Federal en Barrio Norte, fue acusado por primera vez en una causa vinculada al narcotráfico y enfrenta un inminente procesamiento por tenencia de drogas, mientras sus familiares son investigados por amenazas y presunta venta de estupefacientes. 

La Justicia evalúa su traslado a un penal federal fuera de la provincia, al haber sido catalogado como reo de alta peligrosidad por sus supuestos vínculos con el mundo narco y su poderío económico, del que hizo ostentación más de una vez en redes sociales, demostrando su capacidad para sobornar o, según el caso, mandar a apretar a testigos.

El caso de Lobo se precipitó tras los allanamientos ordenados por la Justicia Federal, que derivaron en el hallazgo de cinco kilos de marihuana en una de sus viviendas. La medida fue ejecutada en el marco de la investigación que siguió al tiroteo ocurrido en septiembre en una fiesta electrónica en Tafí Viejo, donde se enfrentaron Javier “Chuky” Casanova y Facundo Ale, líderes de dos grupos antagónicos. Aunque “Petiso David” no participó directamente, fue señalado como aliado de Casanova, lo que lo volvió objeto de seguimiento policial.

Lobo, conocido en los bajos fondos tucumanos pero hasta ahora sin condenas firmes, fue detenido horas después de que el Gobierno ofreciera una recompensa de $ 20 millones por información sobre su paradero. Su caída marcó un giro en la histórica rivalidad entre Los Gardelitos y el clan Ale, enfrentamiento que tuvo su punto más álgido en los años 80 y que resurgió tras la muerte de Rubén “La Chancha” Ale.

Ángel Ale reconoció que hizo colgar esa bandera para denunciar a los dos hombres que hoy están procesados por droga.


El acusado cambió recientemente de abogado y de estrategia de defensa. Su nuevo letrado, Augusto Avellaneda, adelantó que intentará demostrar que Lobo no residía en la vivienda donde fue secuestrada la droga, dejando atrás la versión inicial de que la sustancia habría sido “plantada” por la policía. “Vamos a acreditar que no hay prueba directa que lo vincule con la marihuana encontrada”, aseguró el abogado, aunque reconoció que el procedimiento está debidamente documentado.

El cambio de rumbo se produjo luego de que dos testigos denunciaran presiones y amenazas por parte de allegados a Lobo. Uno de ellos declaró que intentaron sobornarlo para que modificara su testimonio, mientras que otro afirmó haber sido intimidado junto a su familia. A raíz de ello, la Justicia amplió la investigación hacia el entorno del detenido.

Mientras tanto, en su celda, “Petiso David” aguarda la resolución de su situación procesal, que podría incluir su envío a una cárcel federal. Su historia, marcada por episodios de violencia y rumores de vínculos con el narcotráfico, se convirtió en el nuevo capítulo de una vieja guerra entre clanes que, pese al paso de los años, sigue dejando huellas en la crónica policial tucumana.