La querella del caso Vélez consideró la renuncia de la fiscal Reinoso Cuello como una nueva maniobra para evitar el juicio

Sábado 18 de Octubre de 2025, 06:22

RAZONES. La fiscal Adriana Reinoso Cuello, quien se apartó de la causa Vélez tras la marcha de empleadas bancarias, era la segunda funcionaria en asumir ese rol tras la renuncia de María Eugenia Posse.



La investigación del llamado caso Vélez volvió a generar tensión judicial tras conocerse que la fiscal Adriana Reinoso Cuello decidió apartarse de la causa, en la que se investiga la denuncia de abuso sexual contra los futbolistas Sebastián Sosa, Abiel Osorio, José Florentín Bobadilla y Braian Cufré. La decisión de la funcionaria se conoció en medio de un clima de fuerte presión social y controversia pública.

Reinoso Cuello comunicó formalmente su inhibición al Fiscal Regional Fernando Blanno, quien deberá resolver si acepta el planteo y designa a otro investigador. De concretarse, sería el tercer fiscal al frente del expediente, luego de que la actual reemplazara a María Eugenia Posse, la primera en intervenir en marzo de 2024, cuando la víctima denunció haber sido abusada en un hotel donde se alojaba la delegación del club Vélez Sarsfield.

La fiscala habría tomado la decisión tras sentirse “violentada moralmente” por la campaña de desprestigio en su contra, luego de que en una marcha de empleadas bancarias y agrupaciones feministas fuera acusada públicamente de “cómplice” de los imputados. Una fuente del Ministerio Público señaló que “era preferible que diera un paso al costado antes de tomar decisiones trascendentales en la investigación”.

Desde la querella, la abogada Patricia Neme sostuvo que la inhibición “no es otra cosa que una maniobra para evitar llegar a juicio”. “Un nuevo cambio de fiscal complejizará aún más la causa y eso juega a favor de los defensores y en contra de la víctima, que lleva 19 meses buscando justicia”, remarcó. Neme comparte la representación de la denunciante con Patricio Char y Franco Venditti, quienes también cuestionaron la interrupción del proceso.

En tanto, los defensores de los acusados evitaron pronunciarse en detalle. María Florencia Abdala y Camilo Atim, abogados de Florentín Bobadilla, no realizaron declaraciones, al igual que Ernesto Baaclini, representante de Sosa. Por su parte, los letrados de Cufré, Ernesto García Biagosch y Antoniella Battaglia, expresaron su sorpresa por la decisión de Reinoso Cuello: “Conocemos su profesionalismo y su búsqueda de la verdad. Siempre actuó con objetividad, más allá de coincidir o no con nuestros planteos”, señalaron.

Battaglia agregó que el equipo defensor aguardará la decisión del Fiscal Regional “para retomar con urgencia el rumbo de la investigación”, y recordó que “fueron los defensores quienes pidieron realizar la audiencia prevista, pero la querella se opuso”.

Esa audiencia, considerada clave para el avance del caso, debía tratar un planteo de nulidad de las pericias realizadas a los teléfonos celulares de los implicados. La querella sostiene que los peritos se extralimitaron en la búsqueda de datos, utilizando palabras clave no autorizadas por el juez, lo que, de probarse, podría invalidar parte de la prueba y debilitar la estrategia defensiva, basada en que la relación habría sido consentida.

El debate fue suspendido tras conocerse la inhibición de Reinoso Cuello y aún no se fijó nueva fecha. De aceptarse el pedido de nulidad, también podría afectar la contra denuncia presentada por uno de los futbolistas contra la víctima, su padre, testigos y abogados, por presunta falsa denuncia y falso testimonio, una causa actualmente a cargo de la fiscala Mariana Rivadeneira.

El futuro del expediente, en consecuencia, dependerá ahora de la resolución del Fiscal Regional, que deberá definir quién continuará la investigación en una de las causas judiciales más sensibles y mediáticas del último año en Tucumán.