Jueves 30 de Octubre de 2025, 05:26

INCOGNITAS. Poco se sabe de la vida del contador cuyo cuerpo fue encontrado en su propio frezzer, al igual que sobre el paradero de quienes, se cree, lo pusieron allí.
La investigación por el homicidio del contador José Antonio Romano, ocurrido en Aguilares, avanza con nuevos interrogantes que complican el caso. Los investigadores, encabezados por el fiscal Miguel Varela, no sólo buscan determinar quiénes fueron los responsables, sino también si continúan en Tucumán o lograron escapar tras planificar cuidadosamente su huida.
El crimen, ocurrido el sábado por la noche, dejó una escena de horror: Romano, de 52 años, fue hallado sin vida dentro de un freezer en su vivienda. Según las cámaras de seguridad, la víctima había regresado a su casa en su camioneta Amarok acompañado por un joven que luego salió solo en el vehículo. Más tarde volvió con otro hombre y, tras permanecer un tiempo en el interior, ambos abandonaron la propiedad y dejaron la camioneta estacionada en el barrio Villanueva.
De acuerdo con los informes periciales, Romano habría sido asesinado en una habitación de la planta alta. Se sospecha que el agresor lo atacó primero con un cuchillo —aún no hallado— y luego utilizó cables arrancados de electrodomésticos para asfixiarlo.
Posteriormente, con ayuda de un cómplice, trasladó el cuerpo hasta el freezer y cerró la habitación con llave. Ambos conocían la vivienda, sabían manipular la camioneta y el electrodoméstico donde ocultaron el cadáver, lo que refuerza la hipótesis de que tenían vínculo previo con la víctima.
Las cámaras captaron a los sospechosos, pero la baja calidad de las imágenes dificulta su identificación. Los investigadores creen que, tras el homicidio, los autores limpiaron la escena, se apropiaron del celular del contador y retiraron las patentes de la camioneta para entorpecer la búsqueda. Consideran que los cuatro días que pasaron entre el crimen y el hallazgo del cuerpo fueron suficientes para planear y ejecutar su fuga.
Este martes, por orden del fiscal Varela, el Equipo Científico de Investigación Fiscal realizó un nuevo allanamiento en el departamento que Romano ocupaba en la capital tucumana, en Santiago del Estero al 500, donde residía durante la semana por su trabajo en la Dirección General de Rentas. Los fines de semana solía viajar a Aguilares y dormir en la casa de su madre, aunque ocasionalmente utilizaba la vivienda donde fue asesinado para recibir amigos.
Hasta el momento, poco se conoce sobre la vida personal del contador, descrito por su entorno como un hombre reservado y de bajo perfil. La fiscalía continúa reuniendo testimonios y analizando registros de cámaras de seguridad para identificar con precisión a los implicados en un caso que, por su crueldad, se ha convertido en uno de los más estremecedores de los últimos tiempos en la provincia.
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10