Una pareja fue rodeada por policías después de que el encargado creyera que estaban atrincherados tras cometer un robo. Lo que realmente pasó fue digno de un sketch de humor.
Dijo a su pareja "cuidado, voy a sacar el arma” en un albergue transitorio y provocó un insólito megaoperativo policial
Jueves 30 de Octubre de 2025, 07:12
Un miércoles cualquiera, sobre la avenida La Voz del Interior al 5.550, en la ciudad de Córdoba, un hotel alojamiento se convirtió por unas horas en el escenario de una película de acción. O mejor dicho, de una parodia.
Todo empezó con un llamado al 911 que, en la práctica, activó un operativo de película: patrulleros, sirenas, el ETER (Equipo de Tácticas Especiales Recomendable de la policía de Córdoba), móviles de Seguridad y hasta la presencia del ministro Juan Pablo Quinteros, que llegó al lugar mientras se hablaba de “atrincherados armados”.
La versión oficial decía que una pareja, recién llegada en un Peugeot 206, se había encerrado en una de las habitaciones del albergue transitorio y se negaba a salir. El encargado, que minutos antes había recibido un llamado de un amigo al que le habían robado en Villa Belgrano, creyó conectar los puntos: los ladrones eran los huéspedes. Y no cualquier ladrones, sino unos armados que encima no querían entregar el botín. Según el propio ministro, el hombre del hotel avisó que los ocupantes “vendrían de cometer un hecho delictivo” y que, dentro de la habitación, se oyeron frases preocupantes como: “Cuidado, voy a sacar el arma”.
Con eso bastó. En minutos, el telo fue rodeado. Policías, negociadores y uniformados de alto nivel operativo se desplegaron alrededor del edificio con el mismo profesionalismo con el que uno esperaría que se actúe ante un secuestro o un asalto a un banco.
Del atrincheramiento al desconcierto Después de algunas negociaciones, la pareja finalmente salió. Sin resistencia, sin tiros, sin nada que justificar el despliegue. La sorpresa fue general: no había armas, ni botín, ni robo. Apenas dos personas que habían ido a lo que todo el mundo va a un hotel alojamiento: buscar un rato de intimidad.
Con el correr de las horas, la historia se aclaró. El hombre, según fuentes policiales, trabaja en una empresa de seguridad, y por eso suele portar un arma. Pero esa mañana no la llevaba. Lo único que tenía en su poder era algo de dinero, y una cita romántica que terminó rodeada de uniformes.
“La pareja sólo tenía dinero. El encargado se hizo la película”, resumió una fuente policial, con la resignación de quien ya vio demasiadas cosas insólitas en esta ciudad.
Cómo empezó la confusión Todo habría comenzado con el llamado del vecino de Villa Belgrano, que denunció un robo en su casa y se lo contó, casualmente, a un conocido que era el encargado del hotel alojamiento sobre la ruta al Aeropuerto. Este, al recibir poco después a una pareja sospechosa (según su intuición), decidió investigar por su cuenta.
Se acercó a la puerta de la habitación, escuchó algo que sonó como “voy a sacar el arma” y, sin dudarlo, llamó al 911. Lo que no imaginó es que la “arma” en cuestión podía no ser literal.
Y así, lo que empezó como una escena romántica terminó en un operativo policial de proporciones bíblicas.
Allanamiento y liberación
Tras el allanamiento y las explicaciones, la pareja fue liberada. El auto quedó secuestrado para peritajes, aunque no se encontraron indicios de delito alguno. El encargado, en cambio, se ganó un lugar en la galería de los protagonistas del surrealismo cordobés.
La historia deja varias moralejas. Una, que en Córdoba la realidad supera cualquier ficción. Y otra, que antes de llamar al 911, conviene asegurarse de qué tipo de “arma” se está hablando. /Perfil