
Sábado 01 de Noviembre de 2025, 17:43
Un importante grupo de motociclistas, muchos con el rostro tapado y otros disfrazados, recorrieron anoche las calles del microcentro tucumano generando confusión, sobresaltos y ruidos ensordecedores. Bajo la consigna de la “rodada del terror”, los participantes irrumpieron con sus motos en la zona de 25 de Mayo y alrededores, en plena madrugada, con el supuesto propósito de celebrar Halloween.
De acuerdo con los testimonios de transeúntes y vecinos, el ruido de los motores, los gritos y las máscaras evocaban escenas de la película La Purga. “¡Son una banda!”, exclamó una mujer en medio del desconcierto, mientras otros intentaban refugiarse o registrar la escena con sus teléfonos. Aunque no se registraron incidentes ni daños, el episodio causó temor entre quienes se encontraban en el centro de San Miguel de Tucumán.
El evento, convocado a través de redes sociales, habría sido planificado como una demostración “temática”, pero el resultado fue una irrupción masiva que perturbó la tranquilidad urbana y generó críticas por la falta de control y empatía hacia el resto de la ciudadanía. Según consignó Radio Rivadavia, los motociclistas buscaban “causar sorpresa y algo de miedo”, pero para muchos tucumanos el límite entre espectáculo y provocación se cruzó.
La “rodada del terror” dejó en evidencia una tendencia cada vez más frecuente: la utilización del espacio público como escenario de exhibicionismo y ruido, en detrimento del respeto por la convivencia urbana. Si bien la expresión callejera puede formar parte de una celebración, cuando se transforma deliberadamente en una fuente de temor o molestia, deja de ser un juego para convertirse en una forma de perturbación colectiva.